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Libros para celebrar el Día del Cine Boliviano

Por Claudio Sánchez
No es casual que el 21 de marzo se celebre el Día del Cine Boliviano. Fue la noche de aquel mismo día en 1980 que Luis Espinal fue secuestrado al salir del cine 6 de Agosto, en la avenida del mismo nombre de la ciudad de La Paz. Luego fue torturado y asesinado por grupos paramilitares que a la postre también participarían de la narcodictadura militar de Luis García Meza, la cual comenzó el 17 de julio de ese mismo año, con el asalto a la Central Obrera Boliviana.

Espinal es un referente ineludible en la conquista de la democracia boliviana. Además, es una de las figuras más importantes en la construcción de la conciencia crítica. Utilizando el cine como instrumento, supo profundizarla, a través de la realización de talleres, cine clubes, dictando clases y por sobre todo publicando semanalmente crítica de cine –desde su llegada al país en el periódico Presencia, y posteriormente en el semanario Aquí–, además de hacer programas especializados en radio y televisión.

Este sacerdote jesuita también participó activamente en equipos de producción de cine. Su trabajo en Chuquiago (Antonio Eguino, 1977) es sin duda el más recordado; sin embargo, no es el único. Uno de los aportes más importantes de Espinal a la cultura cinematográfica boliviana es la publicación de sus libros (más de una docena), desde los famosos Cuadernos de Cine que publicó con la editorial Don Bosco, hasta la obra inédita El cine y el lenguaje de las historietas, publicada
por la Fundación Cinemateca Boliviana en 2010.

Una de las formas que se tiene para recordar el legado de una persona es reconocer su ejemplo, y sobre este seguir trabajando, aportando a consolidar la cultura del cine en nuestro medio. En este caso particular, las nuevas contribuciones son bibliográficas.

Definitivamente, el 2017 ha sido un buen año para los libros sobre cine en el país. Una cosecha importante de textos que reflexionan y profundizan sobre el cine boliviano y también sobre el ejercicio de ver el cine desde Bolivia. Resulta importante reconocer la voluntad que ha tenido en la pasada gestión la editorial 3600, al editar tres libros sobre cine, cuestión por demás importante para el análisis de las publicaciones especializadas en nuestro medio. Se trata de Apuntes de Cine (Ada Zapata Arriarán y Marcelo Reyes Linares); Del cine, sus aventuras: hazañas, picardías y nostalgias del cine boliviano (Fátima López y Marisol Murillo) y Notas y críticas de cine en La Esquina (Claudio Sánchez).

De este conjunto de obras se reconocen rasgos similares en dos de ellas. Entre el libro de Sánchez y el del binomio Zapata – Reyes, se puede encontrar este sentido recopilatorio de notas, críticas y entrevistas realizadas a lo largo de los últimos años, tanto a personajes bolivianos como también a otros que llegaron del exterior o que se encontraron fuera del país. El libro de López y Morales está escrito en función de entrevistas que se hicieron con este objetivo, a diferencia de los dos primeros que recurren más bien a los archivos para poner en valor aquello que ya forma parte de cierta memoria preexistente de la prensa escrita, en medios tradicionales como también en sus versiones on line.

En los últimos años, la producción intelectual sobre cine ha crecido, también como una consecuencia de las facilidades que brinda la era digital para la publicación de contenidos que dejan de ser coyunturales para adquirir esta dimensión de ser especializados, con características de mayor análisis y profundidad con objetivos propios que, con el tiempo, se convierten en atalayas a dónde retornar. Estas son nuevas referencias para las futuras investigaciones y testimonios de su propia época, que seguramente en el futuro también serán retrato de estos tiempos.

Los libros ya han sido presentados en diferentes escenarios durante 2017; sin embargo, resulta una buena idea reunir a los autores para poder hacer nuevas reflexiones acerca de los contenidos especializados sobre cine. Bajo el título de “presentación”, se abre un nuevo espacio para la reflexión sobre el trabajo editorial y la bibliografía cinematográfica de Bolivia.

Es también un buen momento –siempre lo es– para insistir con la necesidad de tener una Nueva Ley de Cine que incluya a la investigación y la crítica especializada, en la que además se contemple la creación de un fondo editorial para el cine. Esta es una propuesta que se la hace desde 2012 y que los colectivos organizados de la crítica (revista Ramona - Cochabamba y Revista on line Cinemas Cine) impulsan desde sus desde diferentes plataformas. Invertir en la cultura cinematográfica es contribuir al desarrollo de las identidades nacionales.

Crítico e investigador de cine - mardecine@gmail.com

(Fuente: opinion.com.bo)