publicación No. 7

  ISSN 2218-0915
Agnès Varda
He estado con el movimiento feminista por años, y siempre hemos dicho que hay que hablar claro, quejarse, gritar. desde los 60s y 70s a menudo He marchado por las calles. Lo que está ocurriendo ahora es bueno en cierto modo porque empuja a las mujeres para que digan algo. Pero es cierto: el poder en la sociedad lleva al poder sexual. Muy a menudo. Muy a menudo los hombres han estado aprovechando sus puestos para lastimar a mujeres - jóvenes o no. Es un problema y un tema serio. Y la sociedad cambiará ligeramente porque algunos hombres hayan comprendido que se han hecho cómplices de esto. Si los hombres pueden comprender que no deben lastimar a alguien porque tienen el poder, o la fuerza hacerlo, eso podría cambiar la sociedad. […] Cambiar la sociedad es cosa de adelantar tres pasos y luego retroceder dos. Las conductas cambian con lentitud, pero cambian. Recuerdo cuando era feminista en los '60s cómo era de difícil con el problema del aborto. Cuando luchamos a favor del autocontrol respecto a la natalidad, ésa fue una victoria. Y luego vino el aborto. Pero necesitamos el derecho de decidir. Hice un musical -Uno canta, el otro no- y la primera canción es: "Ya no es más papá, el juez, el rey, el abogado, el doctor …" No puedo recordar, pero el caso es que ellos [los hombres de la lista en la canción] no son más quienes van a determinar si tendremos un niño o no. Ésa es una diferencia grande. Todavía hoy, en algunas familias, las mujeres tienen que obedecer al padre y los hermanos. Todavía continúa sucediendo en el mundo entero, pero antes era algo universal. Me operé hace poco y mi cirujano fue esta mujer joven - parecía tan nueva, tan bonita, y tiene dos niños, y opera tres días a la  semana. Y yo pensaba al verla: "¡Miren a esta mujer! ¡No podía haber imaginado a una mujer así cuando yo era joven! "El poder todavía está en manos de hombres, pero ha cambiado ligeramente. Y si las mujeres tienen confianza en sí mismas, pueden hacer cosas increíbles.

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[…] cuando la película empieza (Cléo de 5 à 7) ella está allí justo para ser mirada. Cuando se quita la peluca, se pone el vestido negro y sale, es ella la que empieza a mirar. Mirar a otros es el primer paso del feminismo - no ser egoísta, no ser el tipo de persona a quien alcanza con verse en el espejo. Mirar a las otras personas. Descubrir lo que hacen para hacer vivir. O cómo actúan. Cléo, en la conmoción de sentirse asustada ante la muerte, empieza a ver las cosas de manera diferente. La sacudida es muy buena para ella. Empieza a escuchar a las otras personas. Ve a su amigo de manera diferente. El soldado a quien conoce, no habría ido con él otro día. Las situaciones malas hacen algo bueno para las personas. Tal vez ella va a morir del cáncer que le anunció el médico. Pero ese día, especialmente ese entonces, esos 90 minutos - era difícil creer que en 90 minutos alguien pudiera cambiar tanto, pero es cierto… algunos momentos en la vida son así.

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Mis películas nunca hicieron dinero. Nunca me trajeron dinero o a la compañía. Pero las amo. Usted habla de Cléo de 5 à 7 -¡hice esa película en 1961! Aún hoy todos hablan de esta película. Voy a Corea del Sur, el Norte de Brasil, y hablan de Cléo, sobre Le Bonheur, sobre Vagabond, que me era una película muy importante. Parece que mis películas se quedan en los recuerdos de las personas, o en las mentes de las personas, como representando algo. Para mí es es lo mejor: existir en las mentes de las otras personas, saber que hay una audiencia que ha estado siguiendo mi trabajo. Es una audiencia pequeña. No tiene nada que ver con un gran éxito. Pero en mi categoría, en los márgenes donde estoy, me siento como una princesa.

Tomado de: Curiosity is a good thing: An Interview with Agnès Varda, by Kiva Reardon, en: http://cleojournal.com/about/

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