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| Nelson Pereira dos Santos |
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[Tomado de: Nelson Pereira dos Santos: resistência e esperança de um cinema. Entrevista concedida a Paulo Roberto Ramos Estudos Avançados 21 (59), 2007]
Fue aquella revolución en el cine. Había un cine distinto diferente de aquel cine americano maniqueísta-protestante. Ahí aparece un cine italiano riquísimo, mostrando la realidad y con personajes libres, ocurriendo una identificación inmediata. Aquella realidad europea después de la guerra se parecía mucho a lo cotidiano brasileño, lo mismo aunque sin ejércitos invasores en nuestro territorio. La situación social brasileña es muy parecida a la posguerra europea: familias deestruídas, niños sin hogar, niños de la calle, bandidos, violencia. De ahí la influencia del cine intaliano aquí y en otros países con parecida situación. Pero, a mi entender, la mayor lección del neorealismo a los cineastas del Tercer Mundo fue probar que el cine puede existir con pocos recursos, olvidando los estudios, las grandes estrellas y la escenografía. La idea era ir para la calle y filmar al propio pueblo.
[Tomado de: Entrevista de Amilcar Nochetti a Nelson Pereira Dos Santos: De Tom Jobim al Cinema Novo . Semanario VOCES-Montevideo, Uruguay. Publicado a la?(s)? 19 jul. 2012
En: http://www.voces.com.uy/cultura-1/entrevistaconnelsonpereiradossantosdetomjobimalcinemanovo/]
Técnicamente el Cinema Novo cumple medio siglo este año. Usted en determinado momento declaró, muy polémicamente, que el Cinema Novo era Gláuber Rocha. Si Rocha estaba en Brasil había Cinema Novo, si se iba al exterior el Cinema Novo moría. ¿Sigue pensando lo mismo o actualmente le parece una exageración?
Fue un momento de inspiración, realmente, era una linda frase para la época, pero también era verdad. Gláuber era un hombre que vivía generando polémicas, vivía por y para la discusión intelectual, y mediante su tarea, no sólo cinematográfica sino también teórica (diría que en especial la labor teórica), mantenía al Cinema Novo unido y activo. Después, con el paso de los años y el advenimiento de la dictadura, los cineastas fueron dispersándose y encontrando su propio camino. Sin embargo, está muy bien que hoy se recuerde al Cinema Novo en su cincuentenario, porque el espíritu de ese movimiento está muy presente entre los cineastas brasileños actuales. El Cinema Novo de alguna manera hoy está más vivo que nunca y ese legado no debe perderse.
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