Rinden homenaje a Luis Espinal con un libro sobre su vida

La edición boliviana de Luis Espinal, el grito de un pueblo debió ver la luz  a pocos meses que lo secuestraron, torturaron y asesinaron, pero los originales del libro salieron del país junto con los editores que fueron obligados al exilio por la dictadura de García Meza.

En 1981 se publicó en Perú y, un año después, la segunda edición del mismo libro se editó en España con el título Lucho Espinal, testigo de nuestra América.

Alfonso Gumucio, a quien la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) le encomendó editar el libro, relató que a pocas semanas del asesinato de Luis Espinal pasó varias semanas encerrado en el dormitorio del sacerdote en Miraflores, al final de la calle Díaz Romero, para descubrir detalles íntimos de su vida que luego plasmó en esta y otras obras: archivos personales, editoriales, oraciones, cartas, críticas de cine, ponencias, guiones
cinematográficos y para la televisión y fotos. “Fue a la vez doloroso y estimulante reconocerlo a través de su obra”.

Se trata de una obra colectiva, pero por razones de seguridad las primeras ediciones se publicaron sin los nombres de los autores. En esta tercera edición se reconoce el crédito correspondiente al autor de cada capítulo: “El compromiso del periodista”, Antonio Peredo; “Su vida con Dios”, Xavier Albó; “La hora de los asesinos”, Gregorio Iriarte, y “Un hombre de cine”, Alfonso Gumucio.  El libro incluye una selección de fotos del álbum personal de Espinal y otras que tienen la firma de Antonio Eguino, Danielle Caillet, Oscar Vega Camacho, y Alfonso Gumucio.

La edición boliviana fue decidida luego que a fines de diciembre de 2016 el fiscal Genaro Quenta ordenara que se exhumen los restos del padre Luis Espinal Camps para contar con “elementos de convicción” y establecer si efectivamente fue asesinado brutalmente.

En la presentación del libro Gumucio contó que, en medio de los pronunciamientos contrarios a esa orden, el libro constituyó una prueba documental importante pues incluye una copia del protocolo de la autopsia a Luis Espinal “ello permitió que el fiscal desistiera de su propósito”.  

Por su parte, Xavier Albó pidió poner atención a la página 204 del libro donde “entre las fotos nuevas, se incluyen las que se publicaron en el periódico Los Tiempos de Cochabamba recién en 1983, supuestamente tomadas por los agentes de policía antes de limpiar el cadáver, que muestran inocultablemente las evidencias de su cuerpo torturado”.

“Lucho tenía muy claro que cualquier día lo podían matar en cualquier parte, pero no cambió sus rutinas para protegerse”, dijo y mencionó un mensaje premonitorio que Espinal envió a su hermana: “Si me pasa algo, no se alarmen. Ya lo he aceptado y ofrecido a Dios”.

El libro testimonia la vida de Luis Espinal “es un aporte para recuperar nuestra memoria colectiva que es lo único que puede evitar que vuelvan las tentaciones autoritarias que tanto daño le han hecho a Bolivia”, dijo Gumucio. Y añadió que “queda aún la desclasificación de los archivos de las dictaduras militares, para conocer toda la verdad”.

(Fuente: elpaisonline.com)


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