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En producción nuevo filme de Alejandro Gil
Por Digna Rosa Pérez
Ganadora de la segunda convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano,  AM-PM es el  título de uno de los filmes que están en producción, éste dirigido por el cineasta Alejandro Gil y el equipo técnico que habitualmente lo acompaña.

En diálogos con algunos de los líderes de este proyecto cinematográfico conocimos detalles que compartiremos con los lectores de esta publicación.

Basada en un guion de Almirkar Salati y Senel Paz AM-PM se desarrolla en un solo día, lo que justifica su título.

«La interesante estructura de este texto nos exige mucho desde el punto de vista de realización y fotografía, porque todas las subtramas tienen una focalización cromática distintiva, y en ese aspecto se nos hace necesario un trabajo de orfebrería, para cumplir con las exigencias del texto y sus derivados.

Es una película que trata sobre la condición humana, sobre esas segundas oportunidades que el azar o la vida nos ofrece, en ella  distintas generaciones  se involucran entre sí a partir de reconocerse en un trenzado de apariciones que les pone la vida, algunos por ser vecinos de un mismo edificio y otros porque los caminos se les cruzan, pero básicamente se mueve por esos postulados humanos», comentó Gil.

El elenco está formado por actores de lujo algunos de ellos son Enrique Molina, Verónica Lynn, Blanca Rosa Blanco, Jorge Martínez y Eman Xor Oña, entre otros destacados que interactúan con tres jóvenes que se han dedicado a sus personajes, estudiándolo y mostrando respeto y receptividad por el trabajo de pre filmación.

Las exigencias de estos tiempos difíciles han sido motivos para redoblar los esfuerzos y el interés por cumplir con todos los protocolos sanitarios para la preservación de la salud del colectivo técnico y actoral.

«…es una heroicidad hacer  cine en los tiempos que corren, donde la mortal pandemia amenaza nuestros destinos, estamos aprendiendo mucho sobre cómo trabajar en condiciones difíciles, de riesgos. La película va dejando la sensación de que se puede, si somos disciplinados y cumplimos con lo establecido.», expresó el prestigioso cineasta.

En relación con el equipo de trabajo que lo acompaña en esta nueva entrega fílmica el director de trascendentales cintas cubanas como Inocencia (2019) halagó el acompañamiento de muchos de ellos en su paso por el séptimo arte y enfatizó en el hecho de que lograr esta «familia» ha sido muy importante en su desarrollo profesional.

«…hay mucha familiaridad, las especialidades siempre se ayudan, aquí no hay fronteras ni muros que derribar, porque todos tenemos la conciencia de que hacer cine es muy difícil y un lujo en cualquier parte del mundo, y estar en este momento haciendo una película merece muchos aplausos y dice muchísimo del colectivo del que me enorgullezco…».

Las realizaciones de Alejandro Gil tienen como elemento común la condición humana y su realidad en diferentes momentos y espacios, esa ha sido una premisa en el trabajo de este talentoso artistas.

«…seguiré teniendo al ser humano en el centro de la polémica o de la duda, sus responsabilidades e irresponsabilidades también. Desde que comencé con mi primer documental he manejado estas opciones humanas que se perfilan detrás de lo que subyase en el comportamiento obvio ante  la realidad.

Creo que hay zonas que deben ser más exploradas y son las que dialogan universalemente con cualquier tipo de público y a la vez hacemos un  cine que se suma a otros rangos de los que se hacen en el mundo..», puntualizó

Fotografía, producción y maquillaje, tres almas del cine

El maestro de fotografía Ángel Alderete es uno de los fieles compañeros de Gil en el empeño logrado de atrapar la atención del público más exigente, ahora con nuevos desafíos el multipremiado artista dialoga con nuestros lectores

«…estamos haciendo esta peli cumpliendo con todos los protocolos establecidos, es casi una odisea, pero le hemos puesto nuestro empeño y mejores deseos.

Ser parte del equipo que ha acompañado a Alejandro en  sus producciónes es un honor, somos amigos desde hace muchos años, yo hacía la fotografía de la serie televisiva Algo más que soñar (1985) y él comenzaba como asistente, a partir de ahí nació una excelente amistad en la que los criterios estéticos y la visión del mundo son muy coincidentes, algo muy importante en la relación fotógrafo-director.

Ahora nos hemos puesto de acuerdo para lograr una película impresionista que nos llevó a estudiar a la mayoría de los pintores de esta corriente, con el propósito de iluminar las sombras, que éstas no sean «duras» y que predomine en cada personaje un color, de acuerdo a su visión como director.

En el caso de de Blanca Rosa Blanco, por ejemplo, que es profesora universitaria, la identificamos con el papel y en ella predominarán los colores amarillos en su gama, así sucesivamente habrá personajes identificados con el metal, el plástico y otros materiales y se corresponden con la manera en que hemos tratado de iluminarlos…», explicó.

Las irregularidades creadas por la pandemia obligaron a modificar la idea original en que sería filmada la película: de un diseño inicial pensado para diferentes sets de filmación en estudios hubo que migrar hacia locaciones naturales, para evitar la aglomeración en espacios cerrados, a eso hizo referencia Alderete cuando comentó;

«…hubo que hacer un esfuerzo extra que ha tenido ventajas como la autenticidad de los espacios, pero iluminar en lugares muy estrechos y con pocas ventanas ha sido un desafío superado grracias al equipo de luces que me acompaña…».

Otro de los especialistas que forma parte del equipo de AM-PM es Carlos de la Huerta, su productor, quien nos comentó algunos detalles interesantes de esta película.

«…este guión obtuvo en 2018 el Premio de la Beca Carolina (España), el número quince para Alejandro Gil en la especialidad de guión.

Esta ha sido una oportunidad muy bien recibida por los involucrados en el proyecto, porque ha sido la manera de volver a trabajar luego de casi dos años parados por la situación epidemiológica, así que todos hemos cooperado y cumplido con lo establecido en materia sanitaria.

Es una comedia dramática que creemos le encante al público, está hecho con la máxima calidad y no hemos tenido que dejar de hacer algo por la situación. Todas las especialidades han tenido lo que han necesitado para «condimentar» el guión y esperamos que el público lo disfrute…», fueron sus palabras.

La caracterización de los personajes y otros efectos imprescindibles para el buen final de este proyecto son una responsabilidad que asume Magdalena Álvarez, maquillista del equipo de realización de AM-PM.

«…ésta es una película muy dificil, porque exige una concentración permanente a partir de la situación sanitaria que ha provocado la COVID-19, todo el tiempo tenemos que estar cuidándonos porque los actores no tienen puestas mascarillas y eso implica un riesgo doble.

En relación con los requerimentos para caracterizar a cada uno de los personajes la multipremiada maquillista comentó: «…ha sido bastante sencilla en ese sentido, tiene como características de mayor grado de dificulta la presencia de dos enfermedades de las que a penas se habla, pero que deben ser reflejadas en los rostros y las posturas de los personajes que las padecen, el cáncer y el SIDA.

Eso requiere destruir a la persona, desde el maquillaje, porque son dos enfermedades muy difíciles que deben expresarse de maneras diferentes, por lo demás lograr las transformaciones necesarias cuando hay tristeza u otro sentimiento no ha sido muy trabajoso..», apuntó.

Reconocida con el premio Goya ,otorgado por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España por la producción cubano-española Tirano Banderas, en 1994. Magdalena Álvarez es la primera que lo posee en Cuba y Latinoamérica, ella reconoce al séptimo arte como una parte importante en su vida, y ese premio ha significado mucho en lo espiritual, pero no ha transformado su manera de ser, ni le ha reportado más que regosijos y halagos.

«…el premio más importante es el día a día de tu trabajo, y si  lo haces bien quienes te valoran lo tendrán en cuenta…», expresó con modestia.

Su paso por el séptimo arte date de más de medio siglo atrás, su obra ha estado recogida en emblemáticas cintas cubanas, iniciándose en La última cena (1976), y luego incursionando en El Brigadista(1977), Kangamba (2006), Caravana (1990), Habana Selfie (2019), e Inocencia (2018), por solo citar algunas.

AMPM será, sin dudas, otra de las excelentes entregas de Alejandro Gil y su equipo de realización, otro retrato a la realidad cubana y a muchos de sus protagonistas.

imop/

 
Fuente: radiociudadhabana.icrt.cu
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