El filme argentino Tiempos menos modernos, de Simón Franco, obtuvo el premio Balance de Oro en el cierre del Festival Pantalla Pinamar, cuya 8° edición estuvo marcada por la inclusión de filmes latinoamericanos y asiáticos y por acuerdos de coproducción realizados por reconocidos organismos de promoción del cine europeo en el mundo.

El filme analiza con humor los efectos de la globalización a través de la historia de un hombre de origen tehuelche que vive aislado en un pueblo de la Patagonia, hasta que la llegada de un televisor, otorgado por un plan oficial, le crea necesidades desconocidas hasta entonces que cambiarán su vida para siempre. La película recibirá el premio EGEDA, otorgado por primera vez por la Entidad de Gestión de los Derechos del Productor Audiovisual, que consiste en 6 000 euros en efectivo. El dedo, de Sergio Teubal, una sátira sobre el poder, fue galardonado con el Balance de Plata y El túnel de los huesos, de Ignacio Garassino, se llevó el Balance de Bronce.

La ópera prima de Teubal analiza los alcances de la personalización del poder en un relato ambientado en 1983, en pleno resurgimiento de la democracia argentina. La película narra el asesinato del soltero más codiciado del pueblo, candidato a intendente, que ocurre poco antes de las elecciones municipales. Su índice, conservado en un frasco con formol, sigue digitando la vida de los habitantes del lugar, que le hacen todo tipo de consultas e interpretan las respuestas, de acuerdo hacia dónde apunte el dedo. Por su parte, El túnel de los huesos, de Nacho Garassino, es una historia de intrigas inspirada en un hecho real, recuperado por un cronista de policiales: la espectacular fuga de prisioneros de una cárcel ubicada en Buenos Aires, en 1991. El cavado de un túnel revela, en el tramo final, un espectáculo horroroso. Uno de los reclusos promete, si logra salir de la cárcel, hacer público lo que ha visto para pagar una deuda. El premio SIGNIS, que otorga la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, fue este año para Abrir puertas y ventanas, de Milagros Mumenthaler, que ganó el premio a la Mejor Película en la última edición del Festival Internacional de Mar del Plata.

Este año, estuvieron ausentes las grandes figuras nacionales e internacionales, que en ediciones anteriores marcaban el ritmo del glamour en el festival, que culmina el sábado en la ciudad balnearia argentina de Pinamar, a 350 kilómetros de Buenos Aires.

Sin embargo, eso no hizo mella en la afluencia de público a las proyecciones en el Complejo Oasis, inaugurado en el comienzo de la temporada veraniega. Durante los primeros seis días, 19 580 personas asistieron a las salas y se estima que otras 25 000 acudirán a las funciones postfestival del 11 de marzo de 2012.