“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA


  • Miguel Littín, GGM, Jorge Sánchez, Gerardo Sarno, Edgardo Palllero y Jorge Sanjinés


    Paul Leduc, Fernando Birri, Edmundo Aray, Miguel Littín y Gabriel García Márquez
    Respuestas de Gabriel García Márquez en conferencia de prensa de 1986

    Respuestas de Gabriel García Márquez durante la conferencia de prensa celebrada en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, el 13 de diciembre de 1986.

    ¿A qué atribuye usted, Gabo, que el cine latinoamericano no goce en Europa de la misma preferencia que goza, digamos, la literatura latinoamericana, donde miles de autores son divulgados?
    (...) Lo grave para el cine es que no solo no se ve en Europa, sino tampoco en América Latina. Esto obedece a muchos factores. El primero, creo que el cine latinoamericano ha llegado al punto en que está hoy a lo largo de un camino muy difícil y muy duro, el aprendizaje no ha sido nada fácil, y personalmente, como presidente de esta Fundación, creo que ha llegado el momento de impulsar ese fenómeno que durante tantos años se ha venido desarrollando. Si no pues, no estaría aquí. Porque no estaría aquí para inventar un movimiento, o para inventar una explosión creativa, que no la puede inventar ningún presidente, por fortuna, sino para impulsar un movimiento que ya existe. Ahora, ¿por qué tampoco en América Latina es conocido el poco cine latinoamericano que se está haciendo? ¿Alguno de ustedes quisiera contestar esa pregunta? Alguien que conozca los sistemas de distribución y de exhibición.

    Quiero agregar en este sentido que la Fundación proyecta para octubre de 1988 una muestra itinerante de cine latinoamericano con conferencias, con debates, con directores, actores, escritores, que espero pueda realizarse, primero en Tokio, después en Pekín, en Nueva Delhi, y después en Moscú. De todo este proyecto que ya está andando, hemos llegado ya a un punto de acuerdo con el representante del Festival de Tokio que está aquí entre nosotros. Él nos ha asegurado que podemos establecer esta comunicación para que se haga en octubre de 1988; dice que en octubre, porque es el mes más bello que hay en Japón. Para ustedes será en octubre, porque queremos que esta muestra sea en el mes más bello. Y el resto está también andando, de manera que si eso marcha, esperamos el año entrante en la rueda de prensa que haremos en este mismo lugar, decirles que ya, un año después, estaremos en este paseo, y están todos invitados, ¡no por la Fundación, eh!

    Una pregunta que está relacionada con lo que dijo Fernando Birri acerca de las escuelas nacionales y después del telescopio que aumentó al hacer un nuevo cine latinoamericano. En conferencia de prensa que se celebró hace varios días con el presidente del Jurado de Ficción, el novelista Jorge Amado, este negó la existencia de un nuevo cine latinoamericano, como un todo, y nos dijo que existían nuevos cines nacionales latinoamericanos. ¿Ustedes están de acuerdo con esa expresión que emitió Jorge Amado?
    Quisiera, estoy totalmente de acuerdo con ellos, agregar un punto, que tampoco la opinión del querido Jorge Amado es contradictoria con la finalidad que ha declarado tener la Fundación de integración y unificación del cine latinoamericano. Se refiere, por supuesto, a la realización, a la distribución, a la exhibición, a que esto sea considerado como un solo mercado de realización, distribución y de exhibición, porque nos afecta esa división en pedacitos de que hablaba Femando Birri, de lo cual hablaba Bolívar también. Precisamente lo que derrota el ideal de Bolívar es esa división en pequeñas fronteras, creadas por las pequeñas oligarquías locales del momento, que sabían que no tenían suficiente poder para dominar un territorio. Entonces convertían en país su pequeño feudo. Todavía nos quedan rastros de eso. Y es al punto que quiero ir, en el sentido de que, por ejemplo, las leyes de protección del cine nacional que han hecho los gobiernos, muchos gobiernos de América Latina, sin tomar en cuenta las consecuencias reales que eso puede tener para el cine latinoamericano, son un obstáculo. Vamos a tratar de que esos gobiernos reflexionen. Por ejemplo, un director venezolano tiene todo listo para una película, pero no tiene un fotógrafo bueno. Ese fotógrafo está en Argentina, y ese fotógrafo en Argentina no tiene trabajo. Pero hay que pasar por encima de muchas disposiciones, tanto en Argentina como en Venezuela, para que ese argentino vaya a ser fotógrafo en Venezuela. Y si eso se multiplica por todas las secciones y por todas las necesidades que tiene la película, nos damos cuenta de que los obstáculos que están creando esas leyes son muy grandes. Entonces, cuando hablamos de unificación del cine latinoamericano, nos referimos a eso, a que sea un cine que se pueda hacer en cualquier lugar de toda América Latina, desde cualquier país, pero, por supuesto, jamás contra, ni tratando de rectificar o cambiar el hecho de que cada país exprese su propia identidad local en relación con los demás. Quería decir solo eso, porque, precisamente, una mala interpretación de distintos conceptos puede dar la impresión de que estamos diciendo nosotros unas cosas u otras, o que estamos en desacuerdo con el presidente del Jurado del Nuevo Cine Latinoamericano.

    Sobre el papel del libro como medio de comunicación, frente al del cine y la televisión…

    Espero que no se sorprendan de mi respuesta, pero estoy convencido, exagerando un poco tal vez, que el libro es un medio rudimentario de transmisión del pensamiento, y el lenguaje escrito, por supuesto, es la base del libro. El libro es un objeto feo, incómodo, que cuesta mucho trabajo manejar, y que dura poco. El método de escribir es el único que se ha inventado, que es poniendo una letra detrás de la otra, y el método de leer, que es el único que existe, que es el de descifrar una letra después de la otra. A mí me parece ya bastante primitivo en los tiempos de la electrónica y de los medios de comunicación de masas. Lo que pasa es que, por razones emocionales, por razones sentimentales, y diría, con razón, que por razones románticas, el libro sigue pareciéndonos el medio de transmisión del pensamiento más noble y más querido. Yo, por supuesto, preferiría la telepatía. Preferiría que el escritor se quedara en su casa, pensando su historia, y trasmitiéndosela a todos los lectores. Ahora, como eso no es posible, tenemos que conformarnos por ahora con un sistema, que ya dentro de poco será también rudimentario en relación con la telepatía, que son los medios electrónicos. En ese sentido, creo que seguiré escribiendo libros, pero me parece que mi deber, como una persona que desea estar en comunicación permanente con su público, es apoyar los otros medios de información y de comunicación más avanzados, y, realmente, me parece que el cine y la televisión, como medio de comunicación de masas, no tienen comparación posible con el libro. Pongo un ejemplo: yo publiqué en Colombia un libro, del cual se vendieron muchos ejemplares, se vendieron muchísimos para cualquier país: se vendieron cien mil ejemplares; ese libro lo llevaron a la televisión. Yo dije exactamente lo mismo que quería decir en el libro, lo dije en la adaptación de televisión. El director no alteró para nada mi pensamiento. Y el pensamiento ese le llegó a los lectores, a los mismos lectores míos, en una hora de transmisión, a ocho millones de personas. Me perdonan, pero, cuando uno piensa una cosa y escribe una cosa y expresa un pensamiento, que llegue al mayor número de personas.

    ¿Cuáles son sus proyectos literarios?
    Mis proyectos literarios son todos cinematográficos. Estoy terminando con Lichi, con Eliseo Diego, un guion para Titón, una película que hará Titón... Yo quisiera ser muy preciso: la Fundación no es productora. La Fundación trata de facilitar los medios, de hacer los contactos para que los directores puedan entenderse mejor con los productores. Esto puede sonar un poco a más social, pero de todas maneras, en estos momentos es así... Y estoy trabajando con los cinco directores de que hablaste. Ese es un proyecto de cinco historias mías, pero son historias inéditas. Además, hay un proyecto de paquete de televisión de cinco historias que van a ser producidas por cinco directores de distintos países de América Latina para la televisión. Cada una de esas historias no existe sino en la imaginación del creador; son pequeñas cosas que tengo yo. Estoy trabajando con cada uno de los directores en el guion, de manera que tengo suficiente trabajo para los próximos meses, pero la cosa es que las películas no sigan necesitando 5 y 10 años para hacerse. Lo que quiero decir es que, por ahora, estoy en ese trabajo, y te lo digo porque creo que es un programa literario.

    Tomado de Un lugar en la memoria: Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (1985-2005)


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