El cine latinoamericano recibió varios premios de las secciones paralelas de la  68º edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, que concluyó este 24 de mayo de 2015 en la ciudad balneario francesa. 

Una de las revelaciones de la Semana de la Crítica, sección paralela del Festival, fue la película colombiana La tierra y la sombra, ópera prima de César Augusto Acevedo, que obtuvo el prestigioso premio Cámara de Oro, un galardón consagratorio (que Argentina y México ya habían conseguido en los últimos tiempos) para una cinematografía en pleno ascenso como la colombiana.

La ópera prima de Acevedo, centrada en una familia que busca reconstruir sus lazos, obtuvo también tres premios, el oficial France4 Visionary Award, premio revelación que entrega 4 000 euros; el SACD Award, galardón de la sociedad de autores que otorga 4 000 euros, y el Le Rails d’or, una suerte de premio del público que otorgan miembros cinéfilos de la asociación ferroviaria Ceux du Rail de Francia desde 1995. Esta producción de Burning Blue es coproducida por Ciné-Sud Promotion, Topkapi Films, Rampante Cine.

El cine latinoamericano fue el gran protagonista del palmarés de la Semana de la Crítica, donde la producción argentina La patota, de Santiago Mitre, logró el premio principal. El filme argentino, estrenado en el Festival con su título internacional, Paulina, logró el Nespresso Grand Prize, el premio mayor de la sección dotado con 10 000 euros, de acuerdo a la decisión del jurado compuesto por la actriz israelí Ronit Elkabetz, la directora francesa Katell Quillévéré, el director de fotografía inglés Peter Suschitzky, la programadora canadiense Andréa Picard y el periodista holandés Boyd Van Hoeij.

El filme de Mitre obtuvo igualmente el premio FIPRESCI de la crítica internacional correspondiente a las secciones Semana de la Crítica y Quincena de Realizadores. En su discurso, Santiago Mitre agradeció a los críticos por el apoyo a su cine. En 2014 otro argentino, Lisandro Alonso, había recibido el mismo galardón por Jauja, pero por la sección Un Certain Regard.

Este segundo largometraje de Mitre, tras El estudiante, cuenta con Dolores Fonzi en el rol de una prominente abogada que viaja a una zona carenciada para participar de un programa social; tras ser atacada y violada por una patota, se verá enfrentada a sus convicciones. La patota es un thriller social basado en el filme homónimo de Daniel Tinayre, producido por La unión de los ríos junto a Lita Stantic Producciones, Full House, Videofilmes y Story Lab.

En otra de las secciones paralelas del Festival, la Quincena de los Realizadores, la colombiana El abrazo de la serpiente recibió el premio Art Cinéma otorgado por la CICAE, organización de salas cinematográficas consagradas al cine de calidad. El filme es una producción de Cristina Gallego para Ciudad Lunar Producciones, en coproducción con NorteSur, de Venezuela; MC Producciones y Buffalo Films de Argentina y en asociación con Caracol Televisión y Dago García Producciones.

El cine latinoamericano siguió su notable performance sumando nuevos reconocimientos en los premios paralelos. En la competencia de cortometrajes de escuelas de cine, Cinéfondation, el jurado presidido por Abderrahmane Sissako, otorgó el segundo premio de la sección al corto chileno Locas perdidas de Ignacio Juricic Merillán, de la Carrera de Cine y TV de la Universidad de Chile. Esta historia inspirada en un caso real que da cuenta de la persecución a homosexuales aún en democracia, obtuvo además el premio no oficial Queer Palm al mejor corto de temática LGBT.

Por su parte, el documental chileno-mexicano Allende, mi abuelo Allende, de Marcia Tambutti Allende, fue premiado con un galardón paralelo creado este año, el L’Oeil d’or (El ojo de oro), un premio dotado con 5 000 euros que distingue al mejor documental exhibido en esta edición. Esta iniciativa de la SCAM (Société Civile des Auteurs Multimédia) consideró catorce títulos, recayendo la decisión final en un jurado que incluyó a los realizadores Rithy Panh y Nicolas Philibert.

El joven director mexicano Michel Franco, que competía por la Palma de Oro con el filme estadounidense Chronic, obtuvo el premio al Mejor Guion. Franco ya había ganado el Gran Premio de la selección oficial Un Certain Regard en 2012, con su filme Después de Lucía.