“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ARTICULO


  • El cine africano se hace de un lugar

    El cine africano es una realidad. A pesar de que no es una cinematografía con gran penetración internacional, hay intentos por mostrar los proyectos realizados en algunos de los 54 países que conforman el continente.

    “La distribución del cine africano a nivel mundial es muy pequeña. Es muy difícil intentar hacer festivales de cine, porque no hay distribuidoras interesadas. Sigue habiendo un mercado muy fuerte a nivel mundial que es acaparado, primero, por el cine estadounidense, y después por el cine hecho en Europa Occidental, así que el cine africano está por debajo de todo eso.

    El cine hecho en África tiene más nexos, ya sea por cuestiones de lengua o por cuestiones históricas, con otros países, como Francia, Alemania, España y Gran Bretaña, pero tampoco es tan fácil ver ese cine en la cartelera comercial de esos países. El cine africano no tiene las herramientas ni las vías para hacerse más conocido en otras regiones como nuestro país, pero eso no quiere decir que no exista o que no haya cine africano de calidad. El problema aquí es la distribución”, expresó en entrevista con Excélsior el doctor José Arturo Saavedra, profesor e investigador del Centro de Estudios de Asia y África del Colegio de México (Colmex).

    Después de vivir en la isla de Zanzíbar, donde trabajó en el Zanzíbar International Film Festival, el director argentino Flavio Florencio se mudó a la Ciudad de México. Al ver que en  México no había plataformas que exhibieran cine africano pensó que sería buena idea darle forma, en 2006, a Africala. Festival de Cine Africano de Latinoamérica, que tuvo cuatro ediciones.

    “Se me ocurrió traer cine africano dado que hasta entonces no había muchas referencias en Latinoamérica y no se conocía nada sobre esa cinematografía. La idea era promover cine africano en los países de habla hispana y creo que el festival funcionó muy bien. Se inauguró en México y fue todo un éxito. Llegamos a 12 países latinoamericanos junto a la Agencia Española de Cooperación internacional al Desarrollo (AECID), que nos apoyó, y por aquella época trajimos a Abderrahmane Sissako, director que fue nominado al Oscar hace un año por Timbuktu (2014).

    Hicimos muchas cosas pero el festival desapareció porque en México tener un festival de cine es muy difícil y tener uno de cine africano es casi imposible porque no hay dinero, no hay apoyo, a mucha gente no le interesa y es muy loco porque sí hay mucho público para ese cine”, explicó Flavio Florencio en entrevista telefónica desde Hawai.

    A pesar de la poca presencia que tiene, el cine africano ha aprovechado las plataformas digitales para llegar a países como México.

    Según lo explicado por los expertos, el continente africano es un mosaico cultural y las diferencias entre países son muy marcadas. No todos producen cine, pues no en todos existe la infraestructura ni los organismos culturales que estimulen la creación.

    La mayoría de las películas que traíamos a Africala eran de los países árabes, que son los que más producen. Todos los países francófonos, como Marruecos y Argelia tienen gran apoyo de Francia y, por ende, se dan más coproducciones entre esos países. Tenemos a Sudáfrica, así como varias películas del oeste de la región, como Senegal o Mauritania, que generalmente hacen coproducciones con países europeos”, detalló Florencia, quien estrenará en la cartelera comercial el documental Made in Bangkok.

    Saavedra, quien vivió en África en diferentes periodos entre 1994 y 2013, añade otros países productores de cine, como Kenia y Botswana, del que salió Los dioses deben estar locos (1980), del director Jamie Uys.

    En Nigeria, el país más poblado del continente, hay una industria fructífera conocida como Nollywood. Considerada como la tercera industria cinematográfica más grande del mundo, despúes de Hollywood, en EU, y Bollywood, en India, Nollywood, con cerca de 15 años, se caracteriza por su prolífica producción de películas de bajo presupuesto, filmadas con cámaras digitales y producidas en formato DVD. Estas cintas se venden en las calles por dos o tres dólares.

     Son películas que se filman en dos o tres semanas, de bajo presupuesto, que se venden a todo el mundo, a las islas del Caribe y a toda la comunidad negra que vive fuera de África. Es una industria muy acorde al consumo local (Nigeria) y no tan pensadas para los festivales de cine europeo. Es un país que generó su propia industria y que está enfocada al consumo local. No son películas muy buenas. Son películas meramente de consumo local”, explicó Flavio Florencio.

    Resumen por: Lucero Calderón

    (Fuente: Excelsior.com.mx)


BUSQUEDA DE TEXTOS









RECIBA NUESTRO BOLETIN

APOYO DE
COLABORACION
Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.