El 6 de marzo de 1927, en Aracataca, llegaba al mundo Gabriel García Márquez, uno de los escritores más extraordinarios de América Latina, quien ha hecho reír, llorar y amar intensamente a través de sus personajes inolvidables e historias desbordadas en imaginación.

La Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano se une a las evocaciones que por estos días animan a millones de admiradores en cualquier rincón del mundo. Y lo hace el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en la Quinta Santa Bárbara, sede de la Fundación, donde se atesoran sus imágenes y disímiles documentos, pero también el recuerdo de todos los que aquí tuvieron el privilegio de compartir con el laureado escritor.

Es también ocasión para homenajear a mujeres que, en representación de las cineastas y trabajadoras de y por la cultura, reciben flores amarillas, cual mariposas que han quedado para siempre revoloteando en los predios de la Fundación de la que fue Presidente (1986-2014), seguramente dejadas por García Márquez durante sus visitas.     

Numerosos sitios en internet se han sentido convocados a los festejos, incluyendo a Google, quien lo ha hecho exhibiendo un colorido doodle, diseñado por el británico  Matthew Cruickshank, para recordar el cumpleaños 91 de Gabriel García Márquez.  En el logo del buscador aparece el perfil del Gabo rodeado por un exuberante mar de hojas, los peces dorados, flores que conforman el universo literario del escritor colombiano, y recuerdan los paisajes oníricos de su Macondo.

Visible durante 24 horas del 6 de marzo en 37 países y en 16 idiomas, el doodle resume en una breve animación el realismo mágico que creó Gabriel García Márquez a través de su veintena de novelas y relatos, fuente de inspiración de cineastas de las más diversas procedencias. Así aparecen los personajes de Cien años de soledad, obra maestra del novelista colombiano, Aureliano Buenía y Úrsula Iguarán.

Dejamos como obsequio a todas y todos nuestros lectores una frase de García Márquez que sintetiza el profundo respeto, admiración y amor que profesó a las mujeres, seres mágicos que habitan sus historias, y de las que seremos eternos deudores: