Dos años después de la partida del ícono de la pintura boliviana Enrique Arnal, su hijo estrenó en su país su ópera prima, la película El mundo de su memoria. El filme, que fue estrenado en Bolivia el 12 de abril, es a la vez un documental sobre las memorias del artista plástico, narradas por él mismo. La cinta se exhibió comercialmente del 13 al 18 de abril en la Cinemateca Boliviana de La Paz.

Manuel José Enrique Arnal Velasco fue uno de los artistas plásticos más importantes y representativos de Bolivia en la segunda mitad del siglo pasado. Nació en Catavi, Potosí, el año 1932, y realizó sus estudios en la Ciudad Internacional de Las Artes de París, Francia. Harold Suárez Llápiz, crítico de arte, se refirió a su obra de la siguiente manera: “Hablar de Enrique Arnal para mí no solo implica afirmar que es uno de los artistas más destacados del siglo XX, sino que también amerita evocar al más brillante representante de la neofiguración-expresionista en la historia de la pintura boliviana”.

Matías Arnal, director de la película, afirmó: “El proyecto, que he finalizado con los últimos retoques en febrero, es un largometraje que relata la vida de mi padre y muestra la amplitud de su obra pictórica”. El título de la película El mundo de su memoria, evoca el nombre de un mural que su padre hizo en 1989, denominado El mundo de mi memoria, y que hoy se encuentra en el Museo Nacional de Arte.

Toda la película está basada en una entrevista realizada por la doctora en literatura Alejandra Echazú Conitzer, en 2010. “Esa entrevista permitió que sea la misma voz de mi padre la que cuente su historia”, destaca el hijo del fallecido pintor.

“Este es un proyecto hecho con el cariño y admiración que le tengo a mi padre, no ha sido un proceso fácil y todas las dificultades las he sobrepasado por ese amor. Me di cuenta de que ser un cineasta serio y de carrera es muy difícil; soy más un emprendedor empresario, pero, si las fichas se cambian y resulta que el camino del cine me atrapa, tampoco me molestaría estar en esa industria”, confiesa Matías Arnal.

El mundo de su memoria es el primer proyecto serio de Matías. Sus primeros proyectos eran experimentales y sobre todo hacían caso a una afición que sembró su padre en él. “De cierta manera, en la película hay una influencia de un documental que mi padre me regaló, que es sobre la vida del compositor americano Phillip Glass”, indica.

“Mi padre jugó un rol importante en el desarrollo de mi interés por el cine; me introdujo a los grandes directores del cine clásico, como los italianos Vittorio de Sica, que hizo El ladrón de bicicletas, Federico Fellini y Luchino Visconti, y el japonés Akira Kurosawa, además de directores americanos del cine clásico”, menciona el director.