Desde el 30 de mayo y hasta el 6 de junio de 2018, bajo el lema “Agitemos las aguas”, el festival invitó a sus asistentes a comprometerse con acciones concretas capaces de impulsar ondas expansivas de gran impacto en defensa de nuestro recurso vital, el agua.

El Primer Premio de la Competencia Oficial de Largometrajes lo obtuvo el film Piripkura de los directores Mariana Oliva, Renata Terra y Bruno Jorge (Brasil), ganador de 2.500 dólares según el veredicto del jurado conformado por Solange Alboreda (Representante del SESC, Servicio Social de Comercio de Administración Regional en el Estado de Santos de San Pablo-Brasil), Gustavo M. Ballesté (Festival Internacional de Cine Ay Medio Ambiente de México, Cinema Planeta) y Teresa Salinas Koscina (realizadora audiovisual chilena).

El Segundo Premio de la Competencia Oficial de Largometrajes fue compartido por Be’ Jam Be et cela n’aura pas de fin, de Caroline Parietti y Cyprien Ponson (Francia); y The Harvest, de Andrea Paco Mariani (Italia). Cada una de ellas obtuvo un premio de postproducción por parte de Edgar Allan Post y Gorky Films respectivamente. La mención de honor en el mismo rubro fue otorgada a Mala Junta, de Claudia Huaiquimilla (Chile).

En la Competencia Oficial de Documentales Latinoamericanos, el ganador del Primer Premio que consiste en la postproducción por parte de Gorky Films, fue para El maíz en tiempos de guerra, de Alberto Cortés (México), según la decisión del jurado conformado por Marcos Filardi (abogado en Derechos Humanos y Soberanía Alimentaria, integrante de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Escuela de Nutrición-UBA, Argentina), Carlos Vicente (integrante del equipo de la organización internacional GRAIN y de Acción por la Biodiversidad-Argentina) y Julia Zárate (directora de cine y mediactivista feminista-Argentina).

El remolino, de Laura Herrero Garvin (México) obtuvo el Segundo Premio en la misma categoría, que consiste en la postproducción por Edgar Allan Post. Además se le otorgó el premio Percepciones Textuales, que se trata de la adaptación del documental ganador de formatos accesibles para personas ciegas y sordas. En la mención de honor dentro de esta categoría fue laureada Chaco, de Juan Fernández Gebauer, Ignacio Ragone y Ulises de la Orden (Argentina).

Por otro lado, el título Duraznales, de Ingrid Domínguez Rico (Bolivia), fue el ganador del Primer Premio en la Categoría Corto y Mediometrajes Internacionales obteniendo el servicio de postproducción por Gorky Films según el veredicto del jurado compuesto por Eduardo Cerdá, (miembro fundador de la Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología-RENAMA, Argentina), Margreet Cornelius (Coordinadora de Cinema Without Borders y coordinadora de proyectos educativos para la fundación Movies that Matter- Países Bajos) e Irupé Tentorio (fotógrafa - Argentina).

El Segundo Premio fue para Frontera invisible, de Nico Muzi y Nicolás Richat (Bélgica), obteniendo por el galardón los servicios de postproducción de Edgard Allan Post. La mención especial fue para Detrás del fuego, de Lucas Prieto (Argentina).

En cuanto al Premio del Público, que durante toda la semana estuvo calificando la programación del FINCA, resultó ganadora Unfractured, de Chanda Chevannes (Canadá), en la categoría de largometrajes internacionales. El videoclip Justice, realizado por el colectivo Maké (Castéra & Kelzang Ravach, Francia), se alzó con los votos de los espectadores en la categoría de cortometrajes, mientras que entre los documentales latinoamericanos, El maíz en tiempos de guerra, de Alberto Cortés, obtuvo el galardón.

Entre otras menciones, el Premio de la Asociación Católica Argentina para la Comunicación (SIGNIS) fue otorgado a Chaco, título que con este premio obtiene el segundo galardón de la noche, mientras que el Premio de la Red Argentina de Festivales y Muestras Audiovisuales-RAFMA recayó en La tierra que arde, de Pablo Pérez Fiedler, y una mención especial para 50 metros bajo la tierra, de Lucas Van Esso. INCAA CINE.AR como reconocimiento a la innovación artística, la creatividad audiovisual, la calidad realizativa, el contenido y el mensaje, destacó al cortometraje Una carta de Leticia, de Irene Blei (Argentina).