“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

NOTICIA


  • Documental “saca a la luz” secretos de un explorador

    Han pasado cuatro años del estreno que hiciera Rafael Barriga de su documental El Secreto de la luz, y la obra sigue dando que hablar. El filme, que en su página web tiene la opción de verse, ya sea como un filme original o interactivo, se ha presentado en 21 países de América Latina y 20 Festivales Internacionales de Cine, incluyendo La Orquídea, de Cuenca.

    El documental interactivo permite al espectador-usuario entrar en una galería de fotos, los cuatro capítulos, otros filmes del explorador, además textos de 20 personajes entre pensadores y escritores que dieron su aporte al hilo conductor de la película.

    Rafael Barriga se dio un brinco por Cuenca, para una vez más compartir su producción y entablar un diálogo con quienes llegaron el Búnker Centro Cultural.

    Esta obra es una propuesta que habla de uno de los exploradores a Ecuador en el siglo XX, el fotógrafo y cineasta sueco Rolf Blomberg, quien, en un estilo casi parecido al que hiciera Theodor Wolf, alemán, o Carlos Crespi, sacerdote italiano, se adentró en esas geografías de la Amazonía, de la Costa y, en el caso de Blomberg, en las islas Galápagos; lo que le dio el calificativo de un descubridor de Ecuador para el público sueco.

    La tradición de extranjeros viendo hacia nuestro país es algo que ahora se descubre. Se estima que este personaje hizo por lo menos 25 películas en cortometrajes, como también la edición de algunos libros. De los 25 filmes, 18 son de Ecuador y todas están en lengua sueca, porque allá estaba el público. El explorador fue contratado por la televisión de su país para hacer documentales de Ecuador y de otros espacios del mundo.

    La película, de Barriga y Mayfe Ortega es un descubrimiento a todo ese acervo que dejó Blomberg como herencia, archivos que están en manos y administrados por su hija Marcela, quien en el 2002 ya presentó una mega muestra de fotografías de su padre y su tercera esposa, la guayaquileña, artista plástica Aracely Gilbert.

    La idea de explorar a Rolf Blomberg salió de dos cabezas: Rafael Barriga y Mayfe Ortega; el proyecto se cristalizó gracias a la apertura de Marcela y a los cuatro meses de investigación, viendo 30.000 fotos, revisando las películas, tomando datos que dejaron como resultado, un filme que es un retrato muy personal de Rolf, como también un retrato de lo que somos nosotros como ecuatorianos, con preocupaciones muy legítimas de Barriga sobre este territorio.

    Recursos

    Son cuatro años del filme que cada vez que se proyecta siempre da mucho que hablar. La estructura misma -porque a más de contarse en primera persona, desde la persona de Rafael, es una obra que cuenta con un estilo narrativo muy dinámico- tiene recursos como la animación, ya sea el cómic que trazara el mismo Rolf, ilustraciones o fotografías; estos lenguajes permitieron entregar una película para todos los públicos, para que todos puedan entender la importancia de las ideas del explorador.

    Contada desde el blanco y negro, con pequeñas escenas de color que le dan como ciertas pinceladas, la película resalta esa idea de pluriculturalidad que el sueco conocía y resaltaba dentro de las múltiples cualidades de este país andino, un país rico por la diversidad de los lenguajes, formas de pensar y de vivir, pero también de esa diversidad natural, un país con una selva, volcanes, la Costa, Galápagos.

    Mirada a la Etinicidad

    La curiosidad fue la principal herramienta que llevara Rolf, quien arriba a este país en los años 30 del siglo pasado para sus exploraciones, y así retratar tal como eran los diferentes grupos que componen el Ecuador y mostrarlos de ese modo a los públicos en Suecia.

    Fueron 60 años de mantener relación con este territorio que alberga la Mitad del Mundo, y en esa relación cultural y geográfica, la mirada de Blomberg a la etnicidad fue diferente a la mirada de racismo e inferioridad que primaba en la sociedad ecuatoriana de entonces hacia las nacionalidades indígenas y afros.

    Es una película de todos los tiempos, cimentada en la historia, pero atemporal a la vez. Allí está la voz e imagen de Jorge Icaza, la voz e imagen de un joven Oswaldo Guayasamín, quienes eran parte del círculo intelectual y de amistad del sueco.


    (Fuente: Elmercurio.com.ec)


BUSQUEDA DE TEXTOS









RECIBA NUESTRO BOLETIN

APOYO DE
COLABORACION
Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.