“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA


  • Lucía Garibaldi: “Hay que esforzarnos para que sea todo más igualitario”
    Por Rolando Gallego

    Tras Colchones y Mojarras, sus dos cortometrajes, la realizadora Lucía Garibaldi presenta Los tiburones (2019), ópera prima de reciente paso por el [21] BAFICI, Sundance, Tolouse, Guadalajara y San Sebastián, suerte de coming of age punk en la que desarrolla ideas asociadas a la adolescencia y la rebeldía. Protagonizada por Romina Bentancur y la participación de Valeria Lois y Fabián Arenillas, el film cuenta la historia de Rosina (Bentancur), una joven que se libera a nuevas pasiones y a una dinámica familiar en la que nadie es quien realmente aparenta ser. "Es difícil llegar a que la mujer en todos los ámbitos llegue a roles importantes", afirma en una charla exclusiva con EscribiendoCine.

    ¿Cómo te sentís con el reconocimiento que está teniendo la película?

    Feliz y todavía no entiendo nada, mucha exposición, que nunca experimenté y por el lado bueno lo inesperado, es lindo que le llegue a la gente la película, es medio mágico.

    ¿Pensabas ir a algún festival en particular cuando la terminaste?

    Yo no, los productores sí, no imaginábamos Sundance, de hecho es la primera película uruguaya de la historia que estuvo ahí, la tradición es más de muestras en Europa, y venimos sin parar, y de ganar, está bueno. Porque es una película no tan comercial y puede hacer esto que la gente vaya al cine.

    ¿Cómo surge la historia de la película? ¿Qué fue lo más difícil de rodar?

    La historia surge más con la construcción del personaje protagónico que con la trama, a partir de los planes que piensa y ejecuta, así se armó la trama. Eso por un lado. Lo más difícil de rodar fue la cámara en el bote, eso fue difícil porque de repente vinieron olas, salpicaban, ella se dirigió básicamente sola, hacía claqueta, hacíamos lo que podíamos, hay una escena de bajada en bicicleta y nos cansábamos de subir (risas), ahí tengo casa de verano así que ya la pensaba.

    ¿Tenías otras?

    Cuando Rosina camina por el sendero verde.

    ¿Cómo pensaste la plástica?

    Visualmente tenía ganas que sea bien pop, llegué al rodaje con imágenes de pantalla en mi compu, los collages, los colores, el fotógrafo dijo que si nos íbamos a ir, que nos vayamos bien al carajo, todo tiene verde, cian, la luz es super amarilla, todo fue deliberado.

    ¿Tardaste mucho en encontrar a la protagonista?

    No, fue la primera que ví, estaba en un laboratorio y me mandaron a encontrar alguien y filmarla y la encontré.

    Tiene una manera de interpretar única y siempre actúa…

    Sí, hasta en las cosas malas, es medio psicópata, o no, o mala, la gente la encuentra de otra manera.

    ¿Te gusta que se piense eso de ella?

    Sí, me encanta, en un Q&A me dijeron que les daba culpa empatizar con ella. Está en no lugares, en una etapa de la vida, un paréntesis, me gusta su ternura, quería mezclarla con la maldad, fue un laburazo, estuve siete años escribiéndola.

    ¿Cuántas versiones de guion hubo?

    Bocha, me deprime, siempre laburaba en ella, al principio era mala, malísima, después fue más graciosa, se le fue la solemnidad a la película, con menos afirmaciones, fue un proceso mío también de querer filmar más austero y sencillo.

    El despojo suma…

    Si, igual increíblemente las escenas actorales más difíciles fueron las de comer, mastican mucho y comen poco, te das cuenta eso de que no tienen café en la taza, a Romina le costó mucho comer, de hecho una amiga me decía fílmala durmiendo, sirve por si falta algo, y movía los ojos debajo de los párpado, uno imagina otras cosas más complicadas para rodar.

    ¿Ella es actriz?

    No, nada, cero, y no tenía muchas aspiraciones, tampoco la seduce todo, está tranquila, todo lo que me dio superó mis expectativas, montarla fue hermoso, llegabas a la cara y era un alivio, no sé por qué todos empatizamos así con ella.

    ¿Estás con algún nuevo proyecto?

    Antes de estrenarla ya estaba desarrollando otro proyecto, me encantaría filmarlo en ambos países, se me amplía todo, en Uruguay es muy asfixiante, acá está complicado, pero en Brasil está peor, Brasil y Argentina son los dos países que colaboran.

    ¿Cómo te paras en una industria que es machista y que menosprecia en roles técnicos a las mujeres?

    En lo que fue mi rodaje y carrera, y mi ámbito, yo no sentí una complicación en ese sentido, lo veo en roles técnicos, a mi alrededor, a mí no me pasó, en ese ámbito, después me di cuenta que hice una película donde las mujeres conectan más, puede ser por las experiencias, también pueden conectar los hombres, pero estadísticamente son más las mujeres, en un mundo, en donde los periodistas que me han entrevistado son hombres, los críticos son hombres, los jurados, son hombres, ese entorno me preocupa, porque tienen otra sensibilidad, ahí no me siento así. En mí película hubo un lineamiento que el equipo de cámaras sea femenino, que la fotografía se relacione con mujeres, en el equipo había más mujeres, eso genero un rodaje muy femenino y divertido, hay que esforzarnos para que sea todo más igualitario, no hay beneficios, es difícil llegar a que la mujer en todos los ámbitos llegue a roles importantes. A mí me gusta ver a mujeres en roles técnicos.


    (Fuente: Escribiendocine.com)


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