“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

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  • Haití por un cine aunque sea imperfecto
    Por Aneli Ruiz Garcia

    En los últimos años en que Haití se debate entre serios disturbios sociales, aumento de la pobreza, inseguridad, la situación también pasa factura hoy al arte, en especial a la cinematografía.

    Con casi 12 millones de habitantes, Haití posee solo un puñado de salas de cine, la mayoría instaladas al interior de organizaciones internacionales, con políticas culturales más apegadas a sus naciones de origen que a la realidad y tradiciones del país caribeño.

    Poco después del mortífero terremoto de 2010, el realizador y académico Arnold Antonin confió a un diario cubano que en Haití hace falta todo para empujar a los creadores a hacer cine, y que aún no se podía hablar de un movimiento juvenil cinematográfico.

    Casi ocho años después, por desgracia, la situación no es muy diferente. Sin tapujos, el también intelectual y promotor cultural haitiano dijo a Prensa Latina que el cine está en un momento "muy malo".

    "En Haití, cerca del año 2000 se producían entre 20 y 25 largometrajes, con formato video, y quizás era el país donde existía una mayor producción de este tipo de películas en todo el Caribe y Centroamérica", aseguró.

    Confesó que eran películas 'muy malas imitando las telenovelas', sin embargo, atraían al público haitiano, que hasta el momento no veía su imagen en las cintas extranjeras.

    "Era verse en la pantalla hablando el creole, su idioma, con sus propias historias, su propia gente", expresó.

    Este pequeño impulso a la cinematografía nacional sucumbió con el avance de la piratería, el aumento del costo de la vida, y una ola de inseguridad que batió al país por esos años, similar al escenario actual, aseveró Antonin.

    Se universalizó también el acceso a dispositivos de video, y cerraron las pocas salas nacionales de cine, como especie de estocada final a las producciones de ficción.

    Actualmente, los realizadores del patio están más enfocados en la producción documental, con una salida en las televisoras locales y regionales, que dialogan sobre la realidad del país, sus creadores, y la álgida situación sociopolítica y económica. Aún sin muchos medios y recursos los cineastas apuestan por seguir trabajando, "adaptarse a la realidad y hacer lo mejor que uno pueda. 'acer de la falta de medios una oportunidad para hacer cine que tiene mucho contenido, creatividad, aunque sea un cine llamado imperfecto', concluyó.


    (Fuente: PL)


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