“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
NOTICIA
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Mariana Turkieh y Adriana Yurcovich y un documental sobre el fin del abusoPor Rolando Gallego
"Cuando empezamos a hacer la película no sabíamos qué iba a pasar, Mari podía cambiar de idea, ella en otras ocasiones había vuelto con el maltratador”, cuentan a EscribiendoCine.
Registrando la convivencia con Mari, empleada doméstica de larga data de la familia, Mariana Turkieh y Adriana Yurcovich reflexionan sobre aquellas mujeres que deciden cambiar su rumbo pese a que todo les indicaba y exigía que hicieran otra cosa.
Mari era la empleada doméstica del binomio de realizadoras, aunque desconocían su intimidad. Pero un día, agotada de la violencia doméstica, decide abandonar a su marido y se refugia en casa de sus empleadoras.
Mari (2021) se proyectó por primera vez en marzo de 2021 en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). Ahí obtuvo el premio SIGNIS al Mejor largometraje de la competencia internacional. “Por mostrar a través de una narrativa respetuosa la problemática del maltrato a la mujer, una realidad dura muy común en el mundo entero. El retrato de un patrón cultural que se repite de generación en generación y que se rompe por medio de la solidaridad, la educación, la caridad, la amistad sincera y el apoyo de la comunidad y la familia. Un hermoso mensaje de emancipación femenina mostrado mediante un cuidado mensaje audiovisual.” La película formó parte de la 8va Semana del Cine Documental Argentino, organizada por la asociación ADN, directores y productores de cine documental independiente, desarrollada entre el 24 y el 31 de agosto.
¿Cómo imaginaron el relato, que además las tiene como protagonistas de la historia?
Mariana Turkieh: Su historia es también la de la convivencia con mi madre, también con la familia, pero más con ella, y decidimos, dialogando, que mi mamá tenía que estar presente, poniendo la voz y estando en cámara, porque era parte de lo que queríamos contar, y también sobre cómo se transformó la relación a partir que Mari comenzó a vivir allí, trabajando en otras casas, pero viviendo allí. En el mientras tanto realizábamos el documental, reflejando a cada una de ellas y la transformación.
Mari también trabaja sobre el proceso de transformación a partir de que ella decide abandonar al maltratador
Mariana Turkieh: El documental lo comenzamos cuando ella llega a la casa, la convivencia y un tiempito después, y ella ya estaba transformada, antes no hablaba, y comenzó a cambiar, por lo que en el montaje decidimos mostrar primero la Mari más reservada, que hablaba poco, porque queríamos reflejar el proceso de transformación de ella.
¿Quedó mucho afuera de la relación entre ustedes?
Adriana Yurcovich: Dejamos fuera lo que a mí me pasaba con la llegada de Mari, con quien primero tenía un vínculo dos veces por semana, pero luego fue todos los días, y que, en pandemia, además, esto se potenció, ya que ella ni siquiera iba a trabajar a otras casas. Esa idea perdió bastante fuerza en el montaje, porque también entendimos que era más importante ella.
También hay algunas cuestiones de la relación entre ustedes dos que quedó…
Adriana Yurcovich: Sí, pero había mucho más y lo dejamos afuera, y lo que le pasaba a Mari terminó comiéndose la película.
¿No pensaron que la historia podía devenir en un femicidio?
Adriana Yurcovich: Cuando empezamos a hacer la película no sabíamos qué iba a pasar, Mari podía cambiar de idea, ella en otras ocasiones había vuelto con el maltratador. Nunca tuve la sensación que corría peligro su vida, porque pocas veces a lo largo de los años hubo maltrato físico, hubo alguna piña, alguna vez la esperó con un cuchillo, pero hubo más un sometimiento y un maltrato psicológico sin violencia física, lo que no quita que nunca pudiera pasar, pero no tuve la sensación que allí podía haber un femicidio.
¿Mari influyó en el resultado final de la película?
Adriana Yurcovich: Siempre es complicado trabajar con otra persona, tenés que negociar, tenemos ambas miradas diferentes, y principalmente esto fue en el montaje, donde surgió una mirada de compromiso sobre lo que ambas creíamos que tenía que ser la película y hasta Mari metió cuchara allí, a lo largo de los años ella opinaba, opinó sobre el final de la película, le acercamos tres opciones posibles y el que ella proponía fue el que finalmente quedó. Nosotras cuidamos al marido de Mari, porque también ella mantenía una relación ambigua con él, de hecho, no está divorciada, y en algún momento decidimos no poner cosas duras sobre esta persona y Mari nos pregunta por qué.
¿Y ustedes que le respondieron?
Mariana Turkieh: Nos interesaba hablar de él como una manifestación de una estructura social y un pensamiento, no de él como persona.
La película llega a las salas, ¿esperaban que esto sucediera en tiempos de pandemia?
Adriana Yurcovich: Es la culminación del proceso de la película. Hace unos pocos días volví al Gaumont después de dos años, la sensación es rara por los protocolos y por la imposibilidad del encuentro con el otro, pero el estreno es importante porque cierra todo, uno necesita eso, aunque haya protocolos, vaya poca gente, necesitás que termine ahí, si no está eso es como un proceso inconcluso.
(Fuente: escribiendocine.com)
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