“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

NOTICIA


  • Catalina Razzini: "De lo que esencialmente se habla en el cine es de humanidades y allí no hay distancia"
    Por Adhemar Manjon

    La primera película de la directora paceña Catalina Razzini sigue los pasos de Lucía (interpretada por Belén Callisaya), una niña de 10 años que vive en la Isla del Sol del lago Titicaca y siente el abandono de su padre, que se fue a trabajar a La Paz. Al lado de Lucía casi siempre está su hermana Maribel (interpretada por Katerine Choque). Cuidando al sol se estrena a nivel nacional el 24 de febrero. Razzini concedió una entrevista a EL DEBER donde habló de la elección de los actores y actrices, el trabajo en fotografía y otros aspectos.

    _¿Cuánto tiempo te tomó desarrollar el guion? ¿Por qué era importante contarlo desde la mirada de una niña?
    El guion ha sido desarrollado más o menos en 4 años, sin embargo, la idea principal y el primer atisbo de la historia se venía gestando en mí mucho antes. Primero fue una imagen, luego fueron un personaje y  un lugar  que se convirtieron en el guion de un cortometraje, desde éste la historia pedía crecer y lo hizo en forma de argumento del largo. Ya teniéndolo armado es que empiezo, hacia el 2015, a escribir y versionar el guion que terminó de escribirse casi sobre la misma marcha del rodaje
    y, por supuesto, terminó de consolidarse en el montaje.

    Creo que de las cosas más importantes el momento de contar una historia es elegir el punto de vista desde el cual va ser entregada. Yo tenía un personaje protagónico que tenía una necesidad de desarrollarse a partir del movimiento interno que los eventos y circunstancias le iban planteando, un personaje que se va haciendo a sí mismo día a día y que está viviendo un momento de crecimiento y consolidación. Este personaje es una niña de 10 años que necesita contarnos su propia historia y nunca me planté contarla desde una mirada distinta a la suya.

    Vemos y escuchamos lo que ella ve y escucha precisamente para intuir algo de lo que sucede con sus emociones, con sus sentimientos, con su mundo sensorial, con su forma de conocer y relacionarse con su entorno. Creo que esto es importante para  que la historia no escape a un hecho más discursivo, si no tratar de construir una mirada interna que permita generarle espacio desde lo íntimo, para alcanzar lo más amplio.

    _¿Cómo fue el trabajo con los actores y actrices para esta película? ¿Qué aportó que no sean profesionales?
    El trabajo con las protagonistas ha sido maravilloso, son dos niñas oriundas de la misma Isla que se han entregado por completo al proyecto y esa entrega ha sido suficiente para que podamos trabajar siempre con la mirada clara. Su aporte de frescura y naturalidad, sin duda ha aportado muchísimo al guion y a las formas de manejo de la puesta en escena y, por supuesto, me ha devuelto a mí personalmente, la forma de
    entender el cine como la vida misma, viviendo la peli mientras iba cobrando vida en cuerpo, voz y forma en ellas.

    Era importante generar el mundo ficticio en cada una de ellas con los personajes que representan, a pesar de haberlas elegido porque cada una se asemejaba mucho a los personajes del papel.  

    Sin embargo, hemos contado también con el trabajo de actores formados y experimentados, casi todos los adultos, que han sido muy generosos el momento de interactuar con nuestras pequeñas actrices. Esa simbiosis que se ha generado entre ellos ha sido fundamental para contagiar a toda la película de una frescura estable, de esa fuerza que ha permitido permanecer siempre con la cabeza muy puesta dentro de los objetivos finales de cada personaje.

    _¿Cómo fue la elección del trabajo en fotografía para trabajar en Cuidando al sol?
    Hay muchos elementos que eran claros desde un inicio, era importante construir una puesta en escena poco artificiosa y lo más orgánica posible, con planos secuencias que nos permiten generar y construir precisamente el punto de vista del que hablábamos antes y no permitirnos escapar nunca de él, trabajando muchísimo con luz natural y construyendo los estados de ánimo de nuestra protagonista a partir de lo que el espacio y la luz nos entregaban. Una necesidad que la historia misma exigía y que bebe también de la herencia cinematográfica de la que somos parte.

    El trabajo con Santiago Racaj, nuestro director de fotografía, ha permitido que las sensibilidades se encuentren y se expongan frente a la cámara. Su entrega y comprensión de una luz tan dura y tan cambiante como es la del Ande ha aportado muchísimo a la historia, a la manera en que queríamos rodar y al desarrollo de ese tiempo suspendido que estábamos construyendo para poder compartir las emociones que la historia buscaba.

    _Hay una mirada un poco tensa a la relación que existe con los turistas en la película ¿Cómo viven en la Isla del Sol esta forma de subsistencia gracias al turismo, a la convivencia con extraños?
    Existe una pequeña crítica al turismo consumista que nos rodea en estos tiempos, donde no interesa tanto la interacción personal si no el llevarse la foto de lo visitado para mostrarlo luego y esto es algo que Lucía, nuestra protagonista, intuye aunque no defina bien qué significa todo eso aún. Ella más bien aprovecha lo que la situación le pone en frente y,
    siguiendo el ejemplo de su madre y resto de adultos que la rodean, genera una interacción casi solo de transacción entre estos extraños con los que se cruza día a día y sus propias necesidades.

    En Yumani es un poco así también. Visitantes que permanecen por un tiempo corto e intercambian algunas palabras o vivencias aportando sobre todo al movimiento económico en la comunidad.

    Se ha generado una forma de vida a partir de esta industria turística como medio de subsistencia que ha sido tremendamente golpeada por la pandemia. Y, sin embargo, al ser algo tan importante para el día adía, no llega a calar en una convivencia real ni substancial. Son extraños que aparecen y se llevan un poquito de ese mundo capturado en el tiempo en sus fotografías o videos, en algún intercambio de historias o paseos, en el recuerdo anecdótico que quizás para ellos sea una experiencia única, pero que para los visitados es una forma más de generar recursos, no se genera una individualización o relaciones interpersonales directas.

    _¿Cuál fue la reacción de la comunidad al ver la película? ¿Qué comentarios te hicieron al verse reflejados allí?
    Desde un inicio, incluso antes del rodaje, teníamos la voluntad de llevar la película a la comunidad para que puedan ser parte de todo el proceso, desde el rodaje hasta su exhibición, devolverles un poco aquello que nos habíamos prestado y adueñado para construir  nuestra peli, y creo que ha sido una decisión sumamente acertada. La gente de la comunidad estaba
    muy contenta con el resultado, han habido risas y llantos dentro de esos 87 minutos, hubo orgullo por parte de los familiares y comunidad, y sobre todo de las actrices, que mantenían la felicidad y exaltación al ser valoradas y admiradas desde un sitio al que no están acostumbradas. La
    gente nos hizo todo tipo de comentarios que iban aportando y enriqueciendo la historia misma, los temas planteados en la ficción han ido trascendiendo a la realidad en estos diálogos, y los hilos planteados iban encontrando sus propios tejidos completando ya no solo nuestra historia si no muchas otras pertenecientes a ellos. En ese momento las cosas empezaron cobrar mucho sentido para mí. Ha sido tremendamente
    emocionante.

    _Son pocas las mujeres haciendo cine aún en Bolivia ¿De qué creés que dependa para que esta situación cambie?
    Creo que en realidad hay muchas mujeres trabajando en el audiovisual en nuestro país, solo que son poco reconocidas y quizás algo encasilladas a trabajar en ciertos roles que no son precisamente los de guion dirección. Pero llega un momento en que nos damos cuenta de la inminente necesidad de ponernos nosotras en frente  y contar las historias que queremos, tener nuestras voces, nuestras visiones, y enfrentarnos con ellas a la creación, donde podamos vernos representadas desde nuestros puntos de vista, nuestras sensibilidades, gustos, sentidos del humor, gestos, nuestros mismos cuerpos. Y llega el momento en que, como mujer, te das cuenta que no hay otra forma de
    abrirnos camino que haciéndolo, y caminarlo con un ímpetu y voluntad gigantes. Para esto, necesitamos despojarnos del estigma social tan abocado a los hombres, y no es un trabajo solo nuestro, es un trabajo de los todos quienes componen el rubro, de la prensa, de los espectadores, de la sociedad entera.

    _Son varias las películas de directores jóvenes y de la ciudad que han mirado hacia las comunidades indígenas en el occidente en los últimos años (Sirena de Carlos Piñeiro, Utama de Alejandro Loayza, de alguna manera también se puede mencionar a Viejo Calavera) ¿Por qué creés que esto se da y cuál es su importancia?
    Siento que hay una necesidad de explorar y comprender  nuestro mundo, de mirarnos desde lo que realmente somos sin generar fronteras, porque de lo que esencialmente se habla en el cine es de humanidades y allí no hay distancia, los encuentros se propician y casi son excusas para convocar distintos temas que atañen a lo que compartimos por ser parte de una misma época y de un mismo territorio, tiene que ver con la intención de tejer puentes que unan lo primario y esencial, con todo el resto de cuestionamientos. El comprendernos a nosotros mismos a partir
    de las miradas puestas en ciertos espacios, personajes o territorios es importante para todo esto,  la ficción es un espacio propicio para acercarnos a las historias y plantear desde las intuiciones más personales y particulares, emociones y humanidades que pueden llegar a ser universales.

    (Fuente: eldeber.com.bo)


BUSQUEDA DE TEXTOS









RECIBA NUESTRO BOLETIN

APOYO DE
COLABORACION
Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.