La directora Daniela Alatorre capta dos generaciones de mujeres para su ópera prima “Retiro”, hoy en cartelera.

La realizadora quiere que el cine documental encuentre su público: “Que conversen sobre él en calles, en escuelas”, expresa.

Una de sus contribuciones a este género puede apreciarse en su ópera prima “Retiro”, que actualmente está en cartelera tras participar en la Gira de Documentales Ambulante y ganar premios como: Mención Especial en el Festival Internacional de Cine de Morelia.

La historia sigue la perspectiva de dos mujeres y los conflictos que atraviesan según la generación a la que pertenecen: Marina, una mujer madura que trabaja, orgullosa, a pesar de las trabas iniciales por parte de su esposo, y sabiendo que con el dinero que gana puede comprar sus propias cosas.

También está Perla, una adolescente convencida de que no quiere seguir el camino de las mujeres de su familia, y quien decide continuar sus estudios y aprender el trabajo del campo.

Ambas, abuela y nieta, viven en un contexto dominante masculino, y tienen cada año, para sí, un tiempo con cientos de mujeres en el Santuario de Atotonilco, Guanajuato, donde meditan, comparten experiencias y conocimientos.

“Las conocí mucho tiempo antes de empezar la película: Marina era cocinera en la casa de mi papá y siempre me pareció una mujer con gran fortaleza. Mi punto de partida era saber de dónde venía eso, además de que por años oí que contaba de un retiro”, dice Alatorre.

“Perla, que tenía entonces 15 años (cuando se realizó el largometraje) ahora está terminando la carrera de psicología, es la primera mujer de su familia que lo hace”, añade.

Para dar forma al documental, la realizadora tomó su cámara y se fue al retiro religioso, donde tuvo suerte para entrar al llegar casi en paralelo con el nuevo director del mismo. Ahí, desde un inicio, supo que entraba a un lugar casi sagrado para todas.

“Ver a estas mujeres conviviendo, platicando, independiente del discurso religioso, era impresionante. Hay procesos que suceden en las zonas rurales y eso no es exclusivo de las ciudades, de grupos feministas, de universidades, sino que hay un proceso de todas, que logra cosas importantes”.

El documental tendrá una distribución mixta, estará en cines comerciales de la República mexicana pero, a la par, también se tiene planeada una corrida cultural en cineclubes y espacios comunitarios.