La realizadora colombiana Laura Mora, reconocida con el premio Glauber Rocha de la agencia de Prensa Latina en el 39 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano por la cinta Matar a Jesús, confesó que el más hermoso lauro fue proyectar su primer filme en La Habana.

En entrevista concedida a Prensa Latina, la directora de 36 años aseguró que este fue su encuentro inicial con el público cubano, el cual le pareció muy bien formado, audaz y expuesto a tantas películas.

'Me siento muy agradecida, hemos tenido muchas más proyecciones de las que imaginé. Siempre se genera debate con la gente que ve la película, es una audiencia muy exigente y, como buenos cubanos, no tienen problemas en socializar lo que piensan'.

Además es la primera vez que comparto con público latinoamericano en las presentaciones porque la película ha estado mucho más en Europa, en Norteamérica que aquí. Ha sido maravilloso socializarlo con los cubanos, agregó Mora.

Su cinta Matar a Jesús se incluyó en la selección oficial del evento en la categoría de Ópera Prima, luego de haber recorrido prestigiosos certámenes como los Festivales de Toronto, San Sebastián, Chicago o El Cairo, donde mereció los premios de mejor director y de la crítica.

El guion de la película surge de la experiencia personal vivida por la propia realizadora, quien con 22 años fue testigo del asesinato de su padre en la ciudad de Medellín, donde todavía reside y se desarrolla la cinta.

'Si me preguntan qué es lo más autobiográfico de la película, digo que es el dolor y el de mi familia. Tomé la decisión de exponer esta historia también con la idea de hacer preguntas, de hablar de ese conocimiento y esa tragedia y generar preguntas sobre la violencia en Colombia y dónde sea', reconoció al respecto.

La cinta cuenta la historia de Paula (Natasha Jaramillo) una joven que conoce a Jesús (Giovanny Rodríguez), el asesino de su papá y se plantea la idea moral y ética de matar a un hombre por venganza, pero igualmente víctima de la violencia que engendra su sociedad.

A decir de Mora, su poética como creadora apuesta por esa temática social. 'Creo que hay muchas maneras de cuestionar lo que está pasando en el continente y definitivamente es eso lo que me inspira'.

Crecí en los 80 y 90 y conozco muchas formas de violencia, por lo que estoy segura que no se le puede dar la espalda. El arte tiene la responsabilidad de preguntarle al Estado qué está haciendo y Colombia, en ese sentido, es un país con miedo a mirarse, comentó.