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  • Se estrena el documental Loipa, existencia en plenitud, de la cubana Gloria (Yoyita) Arguelles

    El 27 de mayo de 2011 en el cine Charles Chaplin se realizó la presentación especial de Loipa, existencia en plenitud, el más reciente documental de Gloria Yoyita Arguelles. La obra es el regalo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) a la bailarina Loipa Araujo, del Ballet Nacional de Cuba, por su cumpleaños 70.

    Aunque Loipa Araujo es una figura de probada excelencia para la danza cubana, nunca había tenido una obra audiovisual. Esta fue la principal inspiración para que Gloria Argüelles, la Yoyita del ICAIC, decidiera realizar un documental dedicado a la reconocida artista.

    “El Ballet Nacional ha dado muy buenas bailarinas, pero Loipa me atrajo, porque siempre escuchaba comentarios y la veía como una intérprete de suma importancia. Entonces me percaté de que una figura tan grande para la cultura cubana no tenía un documental. Algo sorprendente, porque ahora con las nuevas tecnologías se facilitan más realizaciones, pero los jóvenes no tuvieron la suerte de verla en el escenario”, así confiesa Yoyita las razones que le acercaron a su más reciente creación.

    A partir de una conversación entre el cineasta y director del Centro Pablo de la Torriente Brau, Víctor Casaus, con la protagonista, el documental recorre durante 57 minutos los aspectos esenciales de sus más de cuatro décadas de vida artística en dos segmentos: bailarina y profesora. Transita desde sus inicios en la escuela como alumna de Fernando Alonso hasta sus éxitos actuales como maitre del Ballet Nacional de Cuba y otras compañías internacionales como la Ópera de París, la Scala de Milán y el Royal Ballet de Londres.  

    Para su realizadora no solo era importante testimoniar a la Loipa intérprete, sino también a la educadora. “La gente no conoce, sobre todo, su labor como maestra. Cuando ven a un bailarín en escena olvidan que detrás existe una profesora o profesor y que ese resultado es parte, en gran medida, de su trabajo”, asegura la Argüelles.

    La realizadora valora este material “como su obra de mayor relevancia por ser un largometraje” y el valor testimonial que confiere a los videos y fotografías que compiló. Tuvo entonces que rescatar de olvidados archivos imágenes patrimoniales para la historia de la danza cubana.

    Además de este azaroso proceso investigativo, el rodaje demoró año y medio debido a los constantes compromisos que Loipa tiene en el país y el extranjero. En este sentido, resalta la inclusión de una pequeña grabación de sus clases en la Escuela de Maurice Bejart, en Lausana, Suiza, que “aunque no tiene la calidad requerida” nos revela otro escenario de la internacional maitre.

    Se unen para la creación de este largometraje otros nombres conocidos: Raúl Rodríguez en la fotografía, Lina Baniela y la joven Mayvis Ruiz en la edición, el sonido directo de Raúl Amargó; mientras las producción estuvo a cargo de Santiago Llapur y Olivia Cordovés y la postproducción de Celina Morales.

    El séptimo documental de Yoyita Argüelles llega para continuar con la línea testimoniar que ha distinguido a la documentalística del ICAIC en tanto salvaguarda del patrimonio nacional a través de sus figuras y procesos.

    Yoyita Argüelles lo resume en una frase: “se ha salvado la obra de Loipa como bailarina y como profesora”.

    (Fuente: Cubacine.com)


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