El cine de género sigue siendo, no importa cuantos prejuicios hayan borrado los tiempos que corren, un paria dentro del cine latinoamericano. No obstante, Chile, México, Argentina y Brasil son algunas de las cinematografías desde donde llegan noticias acerca de la realización de películas de horror, ciencia ficción y fantasía.

En Argentina, por ejemplo, vienen apareciendo sin pausa obras que, viniendo de los de Paura Films o de multitud de emprendimientos independientes, han construido (como en La antena, de Esteban Sapir) parajes decadentes, distopías y universos oscuros.

Por cierto que acaba de estrenarse en salas del MALBA (Museo de Arte Latinoamericano) de la capital argentina el largo de aventuras y ciencia ficción Filmatrón, escrito y dirigido por Pablo Parés. Con esta proyección, la institución abre un nuevo espacio dedicado al cine de género local, “hecho con talento, independencia y autogestión”.

Adaptación libre de 1984, novela clásica del género distópico de George Orwell, Filmatrón cuenta la historia de Lucas (Walter Cornás, quien además es el director de arte del filme) y de un grupo de amigos que deciden filmar una película de ciencia ficción sin saber que viven en un mundo donde eso está prohibido. Ello, casi como parodia irónica de lo que de veras hace Farsa Producciones, sello que Parés y sus amigos fundaran.

“Los protagonistas se rebelan contra un Estado donde todo está prohibido y contra aquellos que dicen que las cosas no se pueden hacer y se dejan vencer por cualquier clase de obstáculos”, afirmó a Telam el director, autor de cortos, videoclips y de los largometrajes Plaga Zombie: Zona mutante y La sombra de Jennifer.

“En general ?agrega?, en cine la gente se pone muchas trabas y en la película quisimos desmitificar eso y mostrar un poco que se puede hacer una película con nada. La película triunfa porque tiene más corazón y porque fue hecha creyendo más en ella que en el presupuesto. Es como un mensaje revolucionario que tiene su correlato en la realidad”.

Acerca del tono narrativo de Filmatrón, que por demás obtuvo el premio del público en el último Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), el cineasta señaló: “Tratamos de no olvidarnos nunca de la aventura. Por eso evitamos lo discursivo y tratamos de que fuera una película divertida y muy entretenida, sobre todo para un público adolescente. Por eso hay escenas de comedia, otras de acción y otras más dramáticas. La película cambia de género todo el tiempo y nunca se sabe si es en serio ni si se va de tono.”

En todo caso, los realizadores reconocen haberse inspirado en el cine estadounidense de los 80 y en directores como Steven Spielberg y Robert Zemeckis.

“La idea era hacer una película que narre el viaje de un héroe y donde el público transite la historia junto con el protagonista, que sufra con él, pero sabiendo que al final va a triunfar, como pasa en La guerra de las galaxias o en Karate Kid”, indicó Parés. “Tratar de que un pibe de 14 años la viera y le diera ganas de salir a filmar una película”.

Todos los viernes y sábados a la medianoche, Filmatrón está en MALBA.