NOTICIA



  • José Padilha estrena el polémico largometraje de ficción Tropa de élite
    Por Fernando López


    Que Tropa de élite iba a generar en Brasil el ruidoso debate del que se informó se daba por descontado. Era de esperarse tratándose de una ficción que enfoca el tema de la lucha contra el narcotráfico en las favelas de Río de Janeiro, desde el punto de vista de un comandante del Batallón de Operaciones Especiales, cuerpo de elite, cuyos métodos han sido frecuentemente cuestionados. El film, por otro lado, ya venía siendo objeto de atención de la prensa desde el momento en que se anunció su realización. Por el tema, claro, pero también un poco por causa de su director, José Padilha, autor del admirable documental Ómnibus 174 y otro poco porque tomaba como punto de partida un libro"Elite da tropa", que ya había desatado polémicas y que había sido escrito por un ex secretario de Seguridad del gobierno de Lula y dos ex capitanes del BOPE, uno de ellos convertido ahora en productor de cine y guionista.

    Lo que no se esperaba es que el debate público alcanzara su momento de mayor crispación mucho antes de que se produjera su estreno comercial: la fecha estipulada para el lanzamiento del film en todo el país se adelantó para el 5 de octubre, de modo que, presuntamente, antes de  ello sólo habría podido ser visto por los habitantes de Jundiaí (la ciudad a 60 kilómetros de San Pablo, que fue elegida por los productores para presentarla a mediados de septiembre y aspirar a ser elegida para competir por el Oscar) y por la limitada platea de la función especial con la que se abrió el Festival Internacional de Río. Fue la piratería, en su golpe más espectacular en mucho tiempo, la responsable de esta aceleración. 

    Conviene indagar un poco en los antecedentes de este film que —aunque perdió a manos de El año en que mis padres se fueron de vacaciones la posibilidad de aspirar a una candidatura al Oscar— ya tiene asegurado un lugar en la historia del cine brasileño y será, seguramente, el más exitoso de esta temporada. Tropa de élite fue concebido primero como un documental, lo mismo que el anterior trabajo de Padilha. Ómnibus 174 era el crudo relato del secuestro de un autobús repleto de pasajeros en el barrio carioca de Jardín Botánico, cuyo fatal desenlace (murieron el secuestrador y una pasajera) fue transmitido en directo por la televisión brasileña; allí el realizador examinaba al mismo tiempo la historia personal del delincuente y la actuación del grupo policial durante el prolongado episodio.

    Padilha se decidió por la ficción cuando comprobó que "los policías sinceros no estaban dispuestos a hablar frente a la cámara, porque temían las represalias". Sus razones tenían: Rodrigo Pimentel, uno de los autores del libro citado más arriba y ex capitán del BOPE, debió dejar el uniforme tras las sanciones que recibió después de hablar de sus experiencias y dar sus opiniones ante la cámara de João Moreira Salles en Noticias de una guerra particular . Había sido autorizado a participar de esa película para poder, de paso, controlar la visión que se daba de la Policía Militar, pero cuando el film se conoció, su reputación en la fuerza comenzó a desmoronarse. Ahora, después de haberse desempeñado como productor en Ómnibus 174 , ha aportado sus polémicos puntos de vista acerca del modo de encarar la cuestión de la violencia en las favelas como libretista de Tropa de élite. Pimentel no oculta la brutalidad y la corrupción que hay en la policía, pero divide responsabilidades. Padilha, a su vez, aclara que "no busca culpas, sino relaciones de causa y efecto. La policía no existe en el vacío -ha dicho-, es lo que es y hace lo que hace por causa de la sociedad que la modeló". Y espera que el film sea esclarecedor. Lo logre o no, está más que comprobado que la cuestión es una preocupación esencial de la población brasileña. Por algo, se viene hablando de la película aun desde antes que los hermanos Weinstein, poderosos productores norteamericanos, mostraran su interés en aportar capitales; por algo también, la piratería actuó con tanta celeridad. No se sabe si el contacto fue algún policía militar involucrado en el rodaje o si la filtración se produjo en el proceso de subtitulado, pero el hecho es que a mediados de agosto una copia en DVD de la película empezó a ser ofrecida por el ejército de vendedores ambulantes que puebla las calles de Río y de San Pablo. Nadie sabe el efecto que estas ventas ilegales tendrán sobre la recaudación del film, pero Padilha cree que el perjuicio será menor, ya que en su opinión "el público del DVD pirata es uno, y el de los cines, otro". Así y todo, cuando presentó el film en el Festival de Río, que fue dedicado por su directora a "la lucha contra la piratería, que es crimen organizado", la realidad pareció darle la razón. Padilha se refirió a la función como "un preestreno entre comillas" y pidió que se identificaran quienes habían visto el DVD. Ya hacía rato que estaba instalada la polémica sobre un film que condena tanto la brutalidad policial como a los traficantes y a quienes son sus clientes y al mismo tiempo demandan su exterminio, pero solo cuatro manos se alzaron. Nadie creyó en la inocencia de los demás.


    (Fuente: La Nacion)



    Más información en: www.lanacion.com.ar


Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.