Sin duda alguna, el Festival y el Encuentro de Viña del Mar realizado en marzo de 1967 hicieron posible varios hechos relevantes para el cine latinoamericano.
1) Reunieron lo que, hasta ese entonces, se encontraba disperso y permitieron encontrar los puntos de encuentro entre las diversas expresiones fílmicas de América Latina.
2) Crearon los puentes de cara al futuro para la unidad entre los cineastas de nuestros países.
3) Hicieron del nuevo cine latinoamericano una realidad efectiva a nivel internacional, anticipándose al Festival de Pesaro de 1968.
4) En definitiva, el Festival de Viña del Mar en 1967 significó un verdadero giro copernicano en lo que a la realidad del cine latinoamericano, y al abordaje de ese cine, se refiere. Se trata de una fecha fundadora en la que se recogió lo que desde hacía varios años venía germinando en el cine de nuestros países.
Isaac León Frías (Perú) Crítico de cine. Director de la Filmoteca de Lima. Director de la revista "Hablemos de Cine" 20 de mayo de 1987