ARTÍCULO

  • Madame Sata, el Rey/la Reina

        
    Criminal legendario. Homosexual orgulloso. Estrella de cabaret. Amante apasionado. Asesino. Padre devoto de siete hijos adoptados. ¿Ángel o diablo? Madame Sata. Nacido de esclavos en las áridas tierras del norte de Brasil y vendido por su madre con...

     
    Tan sólo siete años, ejerció su libertad por las calles de Lapa, Río de Janeiro. Negro, 1,82 metros de altura, 90 kilos de músculo metidos en una camisa de seda y unos pantalones ajustados y con una navaja en el bolsillo de atrás.

    El extraordinario retrato de los triunfos y la tragedia de este explosivo y paradójico personaje hecho por Karim ainouz se abre en contra del trasfondo vibrante y sórdido de Lapa, un apiñado mundo de chulos, putas, navajazos, maricas ya rtistas, de oscuros bares y burdeles llenos de humo, empapados de perfume dulce y barato. Un mundo repasado a través de la violencia y el deseo, donde los sueños desesperados brotan de la pobreza y la miseria.

    Madame Sata está inspirado en las leyendas y los mitos que crecieron en torno a la vida real del personaje Joao Francisco dos Santos (1900 / 1976), también conocido como Madame Sata.

    La película tiene lugar en los años 30, en Río de Janeiro, en el bohemio barrio de Lapa, justo cuando Joao Francisco está a punto de conseguir su sueño de convertirse en una gran estrella.

    Joao Francisco, un alto hombre negro (una versión brasileña de Jean Genet), un pícaro orgulloso, con personalidad femenina, un gángster, prisionero convicto y padre adoptivo, pasa la mayor parte de su vida en las bohemias calles de Río de Janeiro.

    Madame Sata, la película, es tan febril como Madame Sata, su protagonista. Llegamos a conocer a los personajes que rodean a Joao Francisco en el sórdido aunque todavía vivaz mundo de Lapa: chulos, prostitutas, pervertidos, compositores de samba y bohemios.

    La película está hecha a partir de una serie de momentos definitivos en la vida de Joao Francisco y sus amigos más cercanos que, juntos, evocan una época crucial en su vida, el periodo inmediatamente posterior a que el mito de Madame Sata se creara. Joao adquirió su alias de un personaje de la película de Cecil B. De Mille de 1930, Madame Satán, que le apasionaba.

    A lo largo de sus 76 años, 27 de ellos en la cárcel, Joao Francisco dos Santos constantemente retó los estigmas de ser analfabeto, negro, pobre y homosexual. Con una gran habilidad para ponerse en la piel de diferentes personajes, se definió a sí mismo como hijo de Iansa y Ogum (deidades de origen africano originalmente alabados por los esclavos) y ferviente seguidor de Josephine Baker. Se inventó un número de personajes con los que identificarse, como La Negra de Bulacoche, Jamcy, la Reyna del Bosque, el Tiburón y La Gatita Salvaje.

    A través del personaje de Joao Francisco, hijo de ex esclavos, la película también celebra el florecimiento de una cultura urbana afro-brasileña que emergió en Río de Janeiro en los años posteriores a la abolición. Esta cultura fue forjada como una expresión de resistencia en una sociedad que no hacía uso de la gente negra después de la abolición de la esclavitud en 1888. Madame Sata no sólo evoca a un personaje real fascinante, sino que también nos muestra un momento crucial de la diáspora afro-brasileña.

    Madame Sata, la primera película de Karim Ainouz, para la que también escribió el guión, es el primer papel protagonista para el actor Lázaro Ramos. Marcela Cartavo (Hour of the Star) es Laurita, y Flavio Bauraque es Taboo, la familia de Joao Francisco. Los fabulosos Fellipe Marques, Emiliano Queiroz, Renata Sorrah, Floriano Peixoto, Ricardo Blat y Guilherme Piva completan el reparto.




    Más información en: www.terra.es


Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.