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  • ¡Oslo empieza a moverse!
    Por Olga Díaz Ruiz


    Nada fría ha sido la acogida de Oslo, cortometraje de ficción del joven realizador Luis Ernesto Doñas, estudiante de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV).

    Multipremiado en su estreno en pantalla para los asistentes al 14to. Festival Imago de la Facultadde Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte (ISA), el material empieza a moverse con “soltura” en los diferentes espacios para el audiovisual del continente.

    Al cierre de marzo, en la entrega de los galardones del Imago, los creadores del corto de 12 minutos se alzaron con importantes lauros: por Mejor corto de ficción y Mejor dirección de arte; además de los premios colaterales de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y del Festival Internacional del Cine Pobre al Mejor corto en concurso.

    “La historia que narramos tiene que ver con la realización de los sueños; la entrega, el sacrificio en beneficio de los demás; y con la frustración de los deseos no cumplidos”, refiere Doñas. Y aunque la trama traslada a los públicos a un ficticio destino europeo, fue concebida en La Habana, aclaró.

    Todo surgió el año pasado cuando se cumplió el aniversario cien del descubrimiento del Polo Sur por el investigador noruego Roald Amundsen, fecha que se conmemoró en Cuba con un proyecto para hacer nevar en La Habana. “Ese fue el punto de partida: ¿cómo alguien puede hacer nevar en Cuba?”.

    Un proyecto atrevido, con un acabado surrealista, fue el que puso en marcha la maquinaria de Oslo, que compitió recientemente en la Muestra Joven ICAIC. Trabajada a nivel estético, con la intención de mostrar a los personajes encerrados en sus propios sueños, fue sin duda una historia concebida para seducir los límites entre lo imaginario y lo real.

    Sin embargo, fuera de la pantalla grande, el corto de ficción, otrora ejercicio de clase, tuvo también las puertas abiertas en el Chicago Latino Film Festival, de Estados Unidos.

    La producción de Oslo corrió a cargo de Saana Räntila; Marcos Attila Bohorquez, a cargo de la fotografía, trabajó orgánicamente con los referentes estéticos que buscaba una historia concebida en el guion de Lony Welter. Mientras tanto, Denis Colina –sonido y música original–, Alonso Renato Víquez –edición– y Yani Monzón –dirección de arte–, completan el staff que contó con las actuaciones de Carlos Pérez Peña y Nilda Colado.

    Para quienes siempre se propusieron “hacer algo con un acabado interesante”, como diría Doñas, este se sospecha un buen comienzo.

    (Fuente: www.cubacine.cult.cu)


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