Injusto o no, son los largometrajes de ficción los que atraen al público y la crítica en todos los festivales que en el mundo han sido. El de La Habana no se distancia de esa atmósfera, más cuando aquí se ha presentado la mejor y más reciente producción del cine latinoamericano.

El director mexicano Carlos Reygadas ya había enamorado al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en 2002 cuando con Japón, se alzó con el Premio Coral en la categoría ópera prima. Luego vendría Batalla en el cielo, menos contundente  y ahora regresa, triunfante, con Luz silenciosa, que llegaba a La Habana con el aval de haber sido el único largometraje de la región que concursó  en el pasado Festival de Cannes y obtuvo el Premio del Jurado.

Triunfante porque Luz silenciosa acaba de alcanzar el Primer Premio Coral, el de fotografía y sonido y Reygadas el Coral de dirección, sin duda por su audacia innovadora.

El 2do. Coral en ficción fue para la cinta brasileña El año en que mis padres salieron de vacaciones, de Cao Hamburger, también Coral de música, y del cibervoto convocado por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano.

Para El Otro, del argentino Ariel Rotter (este año Gran Premio del Jurado en la Berlinale) es el 3er Coral, al que añade Coral a la mejor actuación masculina para Julio Chávez (quien recibiera en Berlín el Oso de Plata en esta misma categoría), y un galardón novedad, el de la distribuidora venezolana Amazonia Film (30 000 dólares y la distribución en Venezuela).

Chávez es un conocido actor en el Festival de La Habana, donde otro jurado le concedió este mismo Coral por su interpretación en el filme El custodio.

El Coral a la mejor actuación femenina recayó en Roxana Blanco y su interpretación en la cinta Matar a todos, del uruguayo Esteban Schroeder, también Coral de guión y Premio SIGNIS. Una película de notable sensibilidad.

Cobrador: in god we trust, con su sólido y reflexivo discurso audiovisual, del mexicano Paul Leduc, recibió el Coral de edición, y conquistaba igualmente los que entregan en La Habana la Asociación de Cine de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Asociación de la Prensa Cinematográfica y el Círculo de Cultura de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

El Premio Especial del Jurado, en largo de ficción, fue para Madrigal, del reconocido director cubano Fernando Pérez, al que se suma el Coral de dirección artística (Erick Grass).

UNICEF entrega por primera vez un Premio oficial en La Habana y lo concedió a XXY, ópera prima de la argentina Lucía Puenzo, que sumó el Caminos del Centro Memorial Martin Luthe King Jr.. La Puenzo aborda con delicadeza y cuidado un tema con enorme carga de humanismo y se suma a un pensamiento de avanzada sobre la sexualidad y la visión actual de la diferencia.

La FIPRESCI, por su parte, premió a Una novia errante, una película de notable sensibilidad visual, de la argentina Ana Katz.

El Premio Coral en la categoría Ópera Prima fue para La Casa de Alice, de Chico Teixeira (Brasil), cinta que se lleva además el de Amazonia Film para esta categoría; el 2do Coral para Partes usadas, de Aarón Fernández (México) y el 3ro, para Personal Belongings, de Alejandro Brugés (Cuba), galardón también en esta categoría en el cibervoto de la Fundación.

El Coral para el Guión inédito (35 seleccionados entre 88 presentados) y que sostienen con su contribución la Fundación Autor y Televisión Española, fue para Las Acacias, de Pablo Giorgelli y Salvador A. Roselli (Argentina).

Premios paralelos también recibieron las películas El baño del Papa, ópera prima de los uruguayos César Charlone y Enrique Fernández (el Glauber Rocha de la prensa extranjera); ¿Quién mató a la llamita blanca?, del boliviano Rodrigo Bellot (el Roque Dalton que entrega Radio Habana Cuba) y La noche de los inocentes, del cubano Arturo Sotto (El Mégano, de la Federación Nacional de Cine Club).

Documentales, animados, carteles

El Coral al Mejor Cartel fue para 72 HRS, del cubano Jeffrey Puente García, un documental presentado en la Sección Hecho en Cuba, mientras el de la categoría Animación se le otorgó a Vida Maria, del brasileño Márcio Ramos.

De la sección Filme No latinoamericano sobre la región, El Coral este año recayó, compartido, en los documentales de Estados Unidos El hombre de las dos Habanas, de Vivien Lesnik, y ¿Quién soy yo?-Los niños encontrados de Argentina, de Estela Bravo.

La reconocida documentalista Estela Bravo, se alzó además con el cibervoto de la Fundación, el Premio de TeleSur y el Memoria del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, que en su argumentación resume con excelencia las bondades éticas y estéticas de la cinta:  “Por lograr de manera convincente y efectiva la continuidad de una historia iniciada 20 años atrás. Por dar seguimiento creativo y tratamiento  tierno y eficaz a un tema conmovedor, de sensible significación para la realidad argentina y latinoamericana de nuestra época, encontrando facetas nuevas que logran una alta comunicación con el espectador”. 

El Primer Coral en la categoría documental se otorgó a El telón de azúcar, de la chilena Camila Guzmán que aborda un tema sobre Cuba, mientras el Premio Especial del Jurado fue para Argentina latente, del maestro Fernando Pino Solanas.

Termina así la fiesta del audiovisual latinoamericano, para el concurso, y mundial, para el público, por los Panoramas, muestras por países, homenajes y retrospectivas. Una siempre atractiva, y esperada, propuesta anual. Hay que tener en la mira que en diciembre de 2008 el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana celebrará su trigésimo aniversario.   

Seguramente buenas nuevas y sorpresas de y para cineastas y cinéfilos.