La 58 edición del Festival Internacional de Berlín 2008 presenta una amplia y variada selección de películas latinoamericanas, encabezada por el mexicano Fernando Eimbcke y el brasileño José Padilha en la competencia por el Oso de Oro.

Eimbcke, que sorprendió hace unos años con su singular ópera prima, Temporada de patos, centrada en unos personajes que se aburrían un domingo en un apartamento de Ciudad de México, cuenta ahora la historia de un adolescente que se enfrenta con la repentina muerte de su padre en Lake Tahoe. La película de este joven director, representante de la nueva camada de cineastas mexicanos que el año está protagonizada por Diego Cataño y Héctor Herrera.

De Brasil, que en la edición pasada se llevó de Berlín el Premio Especial del Jurado para O ano em que meus país saíram de férias, de Cao Hamburguer, se exhibe el nuevo trabajo de José Padilha, Tropa de elite. Se trata de un filme que refleja con toda crudeza las polémicas operaciones de un grupo comando que patrulla las favelas en la lucha contra el narcotráfico. Fue visto ya por diez millones de personas en Brasil, donde desató bastante polémica e incluso fue considerado "fascista" por algunos críticos.

Argentina, que estuvo en la Bernilale anterior, no compite esta vez con un largometraje, pero sí con el corto Nadie, debut en la dirección de la actriz Belén Blanco.

Pero más allá de la sección oficial, hay cine latinoamericano en otros apartados del Festival. En el Forum Internacional del Cine Joven, se verá el documental La frontera infinita, del mexicano Juan Manuel Sepúlveda, una coproducción entre México y Estados Unidos, sobre el continuo flujo de personas que a diario atraviesa Centroamérica con el afán de alcanzar Estados Unidos.

Otra coproducción entre México y Estados Unidos, Sleep Dealer, de Alex Rivera, ambientada en un futuro con fronteras internacionales cerradas y que acaba de ser premiada en Sundance, se exhibe en la sección Panorama Special.

También en la sección Panorama se presenta el filme brasileño, Maré, nossa história de amor, de Lucia Murat, la única veterana de los directores latinoamericanos presentes en Berlín, además del corto Tá, de Felipe Sholl.

En la misma sección se puede ver lo nuevo de Albertina Carri, La rabia, protagonizada por Analía Couceyro y Javier Lorenzo y centrada en unos hechos violentos ambientados en el campo argentino.

También se proyecta en Panorama el documental El café de los maestros, de Miguel Kohan, centrado en la vieja guardia de músicos tangueros, un proyecto apadrinado por Gustavo Santaolalla. Finalmente, en la sección Forum, se presenta la coproducción entre Francia y Costa Rica, El camino, de Ishtar Yasin Gutiérrez, centrada en dos niños que viajan de Nicaragua a Costa Rica en busca de su madre.