La memoria viva de Daniel Santos
Por María Fernanda Ferrer
Producido por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, el 11 de mayo de 2015 en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes se realizó la premier del documental Daniel Santos: para gozar La Habana de los realizadores Lourdes Prieto y José Galiño.
Al hacer la presentación del documental, el poeta y cineasta Víctor Casaus, director del Centro, manifestó sentirse muy satisfecho porque la institución trata de hacer cosas importantes a partir del cariño, la participación y la solidaridad.
"Eso hace posible que el Centro Pablo —que no tiene infraestructura de ningún tipo en cuanto a posproducción— haya podido, en poco tiempo, tener una pequeña obra documental que se propone rescatar alguna zona de la memoria y de nuestra cultura caribeña musical.
Reiteró que Daniel Santos es una figura, sino olvidada, poco presente en la crítica actual e insistió en que el documental es una forma de rescatar la cultura y a nosotros mismos: "El video y el documental juegan un rol importantísimo para recordarnos de dónde somos, de dónde venimos, de qué queremos hacer culturalmente".
Agradeció la solidaridad de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y de todas las personas que ofrecieron sus testimonios. "Felicito al equipo de realización y a ustedes por compartir esta tarde en que va a estar la memoria viva de Daniel Santos a través de esta obra documental", concluyó.
Lourdes Prieto, directora de Daniel Santos: para gozar La Habana, en sus palabras de agradecimiento expresó: "Muchos se preguntarán por qué un documental acerca de Daniel Santos. Y es que Daniel Santos y Benny Moré fueron las voces masculinas más importantes de la música del Caribe y serían determinantes para el reconocimiento de la música cubana a escala continental.
En la trayectoria artística de Daniel Santos, Cuba —mucho más importante que su Puerto Rico natal— es donde da el salto a la fama, donde hace sus primeras composiciones y es él, el propio Daniel Santos, el que le da el impulso definitivo a la Sonora Matancera, ese mítico conjunto que marcó toda una época.
Nadie como Daniel interpretó Dos gardenias, esa inmortal canción de la cubana Isolina Carrillo y nadie como él cantó canciones que nos evocan mujeres que dan deseos de matarlas y hombres que mueren día a día al lado de una victrola por el amor de una mujer.
Fue amigo personal del general panameño Omar Torrijos y de Gabriel García Márquez. Su último disco se tituló Homenaje del jefe al Gabo y es que el apelativo de "inquieto anacobero" con que había sido bautizado en Cuba fue casi sustituido en la década del 70 por "el jefe" que le habían dado los colombianos.
La postrera aparición pública de Daniel Santos apareció en Puerto Rico en la presentación fatalmente profética de su biografía Vengo a decirle adiós a los muchachos ya que poco después, el 27 de noviembre de 1992, los padecimientos que sufría desde hacía varios años acabaron con su azarosa existencia.
He de decir que una de mis mejores experiencias como directora fue trabajar en codirección con José Galiño, que aportó al documental sus profundos conocimientos en la materia y su exquisita sensibilidad artística.
Quiero agradecer una vez más a Víctor Casaus y María Santucho todo el apoyo material y espiritual que siempre me han dado, así como a todos los compañeros del Centro Pablo sin olvidar a Ruth de la Torriente Brau.
Este documental fue fruto de un hermoso trabajo colectivo de un conjunto de profesionales que se enamoraron del proyecto y dieron lo mejor de su talento al mismo. Quiero agradecer al director de fotografía Raúl Rodríguez Cabrera, al editor Dull Janiel Hernández, a la productora Elizabet Rodríguez, a la asistente de dirección Idania Trujillo, a los ingenieros de sonido Juan Demósthene y Osmany Olivares, a los compañeros de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños —que nos abrieron las puertas en el proceso de posfilmación—, a los del ICAIC —que nos abrieron el archivo fílmico— y, sobre todo, a los testimoniantes; sin ellos no habría sido posible la realización de este documental.
Luego de proyectado el material, Luciano Castillo importante crítico de cine, nos ofreció las siguientes declaraciones.
"Daniel Santos: para gozar La Habana es uno de esos documentales que uno tiene deseos de que siga. Creo que ese es su mayor mérito. Al mismo tiempo se ha abordado una figura paradigmática de la música y se ha realizado un verdadero retrato de toda una época. Esa es una virtud que tiene Lourdes en sus documentales; ella es una investigadora exhaustiva y el resultado está aquí. Además, se unió la experiencia de José Galiño y ambos han concebido un documental excelente. La fotografía está muy bien porque Raúl Rodríguez ha logrado una integración con las imágenes contemporáneas, la recreación a partir de elementos de ficción y también la edición es otro elemento que da brillo. Es una verdadera joyita en su género".
(Fuente: www.lajiribilla.cu)