Camaleónica, explosiva, dúctil, Julieta Zylberberg desanda hace tiempo una carrera en la que ha podido componer personajes tan disimiles entre sí como su joven experiencia le ha permitido. Ha probado suerte en la TV, el teatro y el cine y ahora con Mi amiga del parque (2015), de Ana Katz, vuelve a protagonizar una película. Liz, su personaje, intenta iluminar algunos aspectos de la maternidad conocidos y otros no tan expuestos en el cine con la particularidad de la mirada de Katz y su increíble composición. Sobre esto EscribiendoCine dialogó con ella antes del estreno y de algunos otros temas de la profesión.
¿Qué sentiste cuando te llegó la propuesta del guion? ¿Coincidió con tu propia maternidad?
Yo ya sabía del guion porque somos amigas con Ana, y tiempo después estando embarazada me dijo que quería que yo lo hiciera y me dio mucha felicidad porque me encanta la película, lo que cuenta y el momento que elige retratar, es uno de los grandes temas de la vida, y de mi vida en este momento también. Íbamos a hacerla con Luis, mi hijo, y porque se retrasó no pudimos. Poder contar este momento a través de los ojos de Ana y compartir esto con ella es un sueño.
Desde tu experiencia, ¿qué le aportaste al personaje?
Todo, de hecho muchas veces decido encarar mis personajes desde diferentes lugares y configurarle un contexto, pero acá trabajé desde el estado directamente, es así, es asá, es de clase media, tiene un departamento, cosas que fueron sumando, pero principalmente partí desde un estado, algo que tenía muy fresco.
Hay una escena en la que se muestra el estado del personaje en la ducha y que refleja la sensibilidad a flor de piel que tiene, ¿cómo la preparaste?
Estábamos muy tentadas, porque es gracioso, la película tiene mucho humor, y también drama, y es movilizante, porque es el estado más puro, de estar a flor de piel, de tanta vulnerabilidad, de tantos extremos también, principalmente en esa escena, porque todo es así.
¿Por qué Liz sigue exponiéndose a las hermanas R.?
Le atrae muchísimo, le seduce, le divierte, ve un reflejo de ella, que si bien no es el patrón principal, ve algo de ellas en ella y ella está buscando un modelo, qué madre va a ser y cómo va a ubicarse en el mundo, por eso busca, se aprieta al amigo, quiere saber qué mujer va a ser.
Encuentro cierto paralelismo entre Liz y tu personaje en La mirada invisible (2010) …
Sí, puede ser, nada más que era más introvertido, y había que intuir esto. Ella elige confiar, que le da seguridad, y también sentirse a la deriva le permite ubicarse como mujer y madre. Las hermanas R. son como ella quiere ser, les resultan sumamente atractivos y la ayuda a pensarse a sí misma, a darse una vuelta, al día dos que las conoce las mete en la casa.
Liz se arriesga y expone todo el tiempo, abre las puertas de su casa..,
Sí, porque necesita ayuda, un modelo, alguien que les diga: che, es por acá, hacia al final se ve, y viene de una mujer que decide sobre su maternidad, que se desprende, con todo lo desprejuiciado y abierto de como se lo trabaja en la película, de que alguien elija no aceptar la maternidad también la ayuda a elegir y poder armar una comunión y entender, porque ella es muy clásica y se encuentra con las hermanas que tienen otra manera de ver el mundo.
¿Cómo elegís los papeles? ¿Influye el hecho de los diferentes roles que como mujer vas asumiendo en el mundo real, madre/hija/esposa?
Yo no tengo una visión sociológica de este trabajo, a mí me gustan los proyectos y los elijo por lo que cuentan. Como actriz quiero hacer todo, porque me divierte, hice esta película y después trabajé con Daniel Burman y hago de judía ortodoxa y me encanta, me fascina, esa es la gloria del actor, lo que sí uno elige la ética del relato, una historia, un director, un elenco, o un personaje, que si es una chotada le decís que no.
¿Te llegan papeles con estas características?
Por supuesto, me acuerdo que me habían llamado para hacer una chica con autismo, yo me iba de viaje y les dije que se complicaba porque me iba a incendiar y me dijeron: no pasa nada. Después leí el guión y no me gustó, pero al margen, no me iba a exponer con semejante exposición, no era un proyecto que me gustaba. Trato de cuidarme en lo que puedo.
¿Cómo es estar en pareja con alguien del medio (Esteban Lamothe)? ¿Cómo se vive el trabajo en casa?
Es intenso, uno está todo el día con gente, estás todo el día afuera y llegás agotado, considero que mi trabajo es espectacular, pero pasa esto. Igual lo vivimos muy natural, porque tiene que ver con el lugar en el que cada uno pone las cosas. Hace tiempo estamos juntos, no me imaginaba salir con un actor, pero él es bastante poco actor. No tenemos problemas de ego y competencia, que es algo que me preguntan mucho, no creo que sea más que en cualquier otro rubro, no creo que dos médicos tengan menos problemas que dos actores, nosotros nos divertimos mucho y no estamos todo el día hablando de la profesión, si nos aconsejamos mucho.
¿Cómo fue la exposición que tuviste por Relatos salvajes (2014)?
Espectacular, de disfrute, no me cambió en nada, no es que se me abrió un abanico de posibilidades diferentes, igual está bueno estar en una película que además de estar buenísima y que la vieron millones de personas está ok, a mí más que nada me gustó el rodaje, disfruté trabajar con Damián Szifrón, no hubo cambios. Tuve que salir cuando se publicó la nota de The Hollywood Reporter a aclarar que no me iba a Hollywood, que era más que nada una fantasía.
Mi amiga del parque puede ser tomada como feminista y hasta mal interpretado el contexto del personaje, que puede ser visto como deprimida o con maternity blue, ¿cómo te sentís cuando pasa esto?
Cada uno lee la película como quiere, es subjetivo, yo soy actriz pero he visto que le han preguntado a directores por qué han hecho algo de determinada manera y la respuesta tendría que ser por qué no la haces vos, todo tiene múltiples significados, incluso yo cuando la vi se me resignificó en muchas otras cosas también, tiene el cine tantas instancias que termina por ahí en una idea diferente.
¿Cómo cambió tu mirada sobre el personaje desde la primera lectura del guion hasta ahora?
Hay películas en las que te involucras más que otras, en esta lo hice al cien por ciento, en todas las etapas, muy vivencial, disfruté de hablar y pensar en los ensayos la película, la vi y me pasó algo que nunca, me emocionó y me pareció raro que me pase y que atravesara el verme tanto en la pantalla. Me entró como por un tubo, me pareció muy emocionante, para mí impacta.
¿Cómo trabajás el cambio de registro en tus papeles, de un tono cómico a uno más dramático?
A mí me encanta, acá Ana tiene un tono muy particular, que se lo entiendo porque somos amigas y ya hemos trabajado anteriormente, tengo empatía con ella y vemos el mundo de la misma manera y de cómo se lo elige contar, la escena en la que la va a buscar al trabajo, tan angustiada y triste, es desopilante. El caballito que va con el tono que elige Ana es de completa verdad, y con eso ganas, es un poco también en la vida real así y el padecimiento lo puedo ver con humor.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Terminé de grabar Psiconautas para TBS, estreno en el verano la última de Daniel Burman (El rey del Once) y voy a filmar a fin de año una película que escribimos con Esteban (Lamothe) y con dos amigos y vamos a hacer de hermanos y actuar Graciela Borges que va a hacer de madre de todos.
¿Cómo es esto de escribir y actuar en tu propio proyecto?
Absurdo, nunca pensé que realmente se iba a concretar, es surrealista, nos juntamos a escribir y nos divertía contar y hacerlo, después lo terminamos y no lo puedo creer que se filme.