CRÍTICA



  • La rabia: un impresionante y desafiante drama argentino
    Por Leslie Felperin


    Según el intenso drama, La rabia, la vida en la Pampa argentina resulta sucia, brutal y breve. Este impresionante y desafiante trabajo de la directora Albertina Carri (Los rubios, Géminis)  observa el adulterio, la violencia y la matanza de animales, fundamentalmente, a través de la mirada de dos niños traumatizados.  Por otra parte el uso de fragmentos de animación y de tomas luminosas del paisaje convierten al material fílmico en algo sublime.

    La rabía será sin duda una película que recorrerá múltiples festivales internacionales, pero tendrá problemas para encontrar distribución en algunos lugares, debido  a la representación realista de la muerte de varios animales, que según los créditos de la película “viven y mueren de manera tan natural como pueden”.

    Esta historia contemporánea se centra en la vida de dos familias vecinas de grajeros que habitan cerca del desolado pueblo de La Rabia, que le da título al filme. Nati, interpretada por Nazarena Duarte, la joven hija de Poldo y Alejandra,  se ha quedado inexplicablemente muda, cuando se altera, suele desnudarse,  a menudo en público.  Sin otras compañeras de juego pasa la mayor parte del tiempo con Ladeado, interpretado por Gonzalo Pérez, un poco mayor que ella e hijo de Pichón, un padre soltero interpretado por Javier Lorenzo.

    Pronto se revelará por qué Nati se encuentra tan perturbada. Ella  ha estado expiando las intensas relaciones sexuales sadomasoquistas de su madre con Pichón. Las explicitas y prolongadas escenas eróticas parecen ser reales. Una suposición amparada en el declarado interés de la directora por la estética del cine pornográfico. Los dibujos salpicados de tintas con lo que Nati ilustra lo que ve, justifican  la inmersión del filme en pasajes animados, realizados a partir de improvisados bocetos en tinta y acuarela, realizados por el animador Manuel Barenboim, pasajes que contribuyen a aumentar la atmósfera de desasosiego que rodea al filme.

    Ladeado, el compañero de juegos de Nati, es otro niño desgraciado,  testigo también de las sesiones de infidelidad de su padre. Quizás por ello reacciona de manera  vengativa, manteniendo cautiva en pleno bosque a una gruñona  comadreja (en verdad uno de los animales menos agraciados de la naturaleza), después de haber matado a toda su prole.Otras de las escenas de brutalidad contra los animales, incluyen el sacrificio de un cerdo  y el abatimiento de un perro que no presenciamos directamente.

    La inserción intermitente de prolongadas tomas del paisaje desierto al amanecer y en el crepúsculo (la mayor parte del filme parece haber sido filmado durante  estos  momentos mágicos del día), le proporcionan una atmosfera de frialdad a una historia que se centra de manera despiadada en los temas del sexo y la muerte.  A medida que los acontecimientos del filme avanzan nos damos cuenta de que se trata del trabajo de un timonel que tiene el control total del  juego, el cual ha elegido dejar sin respuesta muchas de las preguntas formuladas.

    En otro orden de cosas, debemos destacar  que el desempeño del equipo actoral es algo lacónico pero resulta convincente. Por su parte el diseño sonoro de Rubino Basavilbaso casi minimalista  resulta, sin embargo, sobrecogedor y contribuye a la atmósfera general del filme de Carri.


    (Fuente: Variety.com)


Copyright © 2024 Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Todos los derechos reservados.
©Bootstrap, Copyright 2013 Twitter, Inc under the Apache 2.0 license.