La película La defensa del dragón participará en la Quincena de Realizadores, sección paralela al Festival de cine de Cannes. Un filme que puede dar la sorpresa en Francia.

Fueron seis años de escribir y reescribir el guion. De realizar el casting, de buscar al equipo adecuado, de darle forma a la estética y moldear la historia que le dio vida a La defensa del dragón, filme colombiano que participará en la Quincena de Realizadores, sección paralela al Festival de Cannes que se realiza desde el 18 hasta el 28 de mayo.

Como ópera prima, la película dirigida por Natalia Santa competirá por la Cámara de Oro que se le entrega a la mejor primera película de todo el Festival.

Además, es la primera directora colombiana que participa en Cannes. “Todos serán primerazos”, como lo dijo ella entre risas durante la entrevista que le concedió a El Colombiano, en la que habló sobre el proceso que la llevará con su dragón al que es considerado el festival más prestigioso del cine.

Iniciemos por la decisión de la Quincena. ¿Por qué eligieron La defensa del dragón dentro de los 19 largometrajes participantes?

“Los organizadores nos dijeron que había sido seleccionada porque era una película inusual para las historias que se cuentan en Latinoamérica, pero en especial para las que se cuentan en Colombia, donde se tratan temas sociales y críticos del país. Además, les gustó la estética que le dimos al filme. Les llamó la atención el tema y cómo lo tratamos”.

¿De qué trata el filme?

“Es una película que habla de la amistad, de la vejez, sobre la existencia de las segundas oportunidades. Es el relato de tres amigos mayores que sienten que su vida está acabada, una vida donde no pasa nada. Sin embargo, les llegan momentos donde se les obliga a tomar decisiones y se dan cuenta de que a través de esas decisiones hay segundas oportunidades. Tres amigos que recorren el Centro de Bogotá, enfrentándose a sus miedos y combatiendo en esas pequeñas batallas y retos de la vida”.

¿Cuál fue la inspiración?

“La película está inspirada en una serie de imágenes del fotógrafo Iván Herrera, que ha retratado por 15 años el Centro de Bogotá, ese lugar que se resiste a cambiar. Allí subsisten personas interesantes en lugares con una energía increíble que fueron los que le dieron vida a los personajes de La defensa del dragón.

Uno de esos ambientes que todavía existen es un club de ajedrez que lleva 40 años activo y al que van hombres mayores a jugar. Hasta llegan ajedrecistas profesionales jóvenes a coger cancha y practicar. Este espacio se convirtió en el centro de la película, pues el protagonista es ajedrecista.

Ahora bien, otro lugar que inspiró fue una relojería que ya no existe, pero que tuvimos que reconstruir con ayuda de las fotografías. De este y muchos otros ambientes nació el filme, de esos universos que en apariencia están en decadencia, pero que en verdad tienen mucha vida”.

¿De dónde viene ese nombre mitológico?

“(Risas) Viene de un par de cosas: la primera es que se deriva de un movimiento del ajedrez llamado defensa siciliana, la cual entre sus derivadas se encuentra la variante dragón. Y allí llegamos a la segunda cosa: el dragón, ese ser mitológico que ya no existe, que está en el pasado como los personajes del filme: hombres que defienden sus universos y están destinados a la extinción”.

¿Qué fue lo más complicado durante toda la producción de la película?

“Fue un trabajo de seis años. Hemos recorrido un largo camino donde tuvimos muchos percances y como fue la primera película para muchos de nosotros fue algo así como un proceso de ensayo y error. Algo complicado fue desprenderme del guion y buscarle caras a los personajes. Otro de los más difíciles fue que a un mes de empezar la preproducción el protagonista que teníamos declinó, lo que nos angustió demasiado, pero que también nos dio la oportunidad de encontrarnos con Gonzalo de Sagarminaga, que le dio una energía enorme al filme y un carácter maravilloso a su personaje. Los problemas que tuvimos en todo el proceso nos llevaron a lugares interesantes y productivos que generaron aprendizajes”.

Es la primera mujer colombiana que compite como directora en Cannes, ¿qué significa esto para usted?

“Que las cosas cambian. Que esos espacios que eran considerados antes exclusivos de los hombres ya no lo son más. Significa que hay más posibilidades y menos prejuicios. Además, esta película es dirigida y producida por dos mujeres. Hay un cambio de mentalidad, de la manera en que piensa la industria”.

¿Conoce cómo será la participación de La defensa del dragón en la Quincena?

“Lo que sé es poco. Tengo entendido que la película se presentará entre seis y siete veces y que iremos la productora Ivette Liang de Galaxia 311, los directores de fotografía Iván Herrera y Nicolás Ordoñez, y yo como directora, además del protagonista. Todo será nuevo para nosotros, todos serán primerazos”.