Acoso sexual, menosprecio, inequidad de género, asedios, desigualdades salariales y falta de liderazgo son algunos de los problemas que enfrentan hoy las mujeres en la industria del cine, donde el público pide más la presencia femenina.

Según la productora brasileña Vania Catani, el acoso ha llegado a tal grado, que en el caso de su país, donde el 42 por ciento de las directoras de cine son mujeres, tuvieron que elaborar un manual de trabajo para los hombres, el cual regula el comportamiento en los set de filmación.

A juicio de esta reconocida cineasta, "el feminismo es un fenómeno urgente y necesario", pues la violencia de género afecta la vida de muchísimas mujeres sin importar el poder que puedan tener en sus carreras profesionales.

Sobre el tema, la cofundadora de Sundance Productions, Laura Michalchyshyn, se refirió a las acciones emprendidas en Nueva York, a raíz del movimiento #MeToo surgido en Hollywood, tras las denuncias de acoso sexual contra reconocidos directores, productores y actores.

En tal sentido, ilustrativa resultaron las palabras de la joven actriz dominicana Judith Rodríguez durante la mesa redonda que abordó el rol de las mujeres en un mundo globalizado, como parte de la agenda de la VII edición del Festival Internacional de Cine de Panamá, que concluyó recientemente.

La también directora contó sobre los acosos que sufrió por personas muy reconocidas profesionalmente y hasta por un guía espiritual, y de la discriminación que fue objeto por las manchas producidas en su cuerpo a causa de los tratamientos de quimioterapia para combatir el cáncer.

Por su parte, Anna Serner, del Instituto de Cine de Suecia, dejó claro que a pesar de ser este uno de los países más avanzados en la búsqueda por la igualdad de género y contar con un gobierno feminista, las prácticas machistas "son pan de cada día".

También enumeró los cinco aspectos más comunes en los discursos y comportamientos machistas: invisibilización, ridiculización, doble castigo (cuando acusan a las féminas de ser mala madre y profesional) y las prácticas de generar vergüenza y culpabilidad, además de poner trabas en el acceso a la información.

Mientras, la actriz dominicana Laura Gómez, residente en la ciudad estadounidense de Nueva York, comparó al patriarcado con el capitalismo, en tanto ambos "son sistemas donde el poder y el control está siempre en manos de los hombres, especialmente de hombres blancos".

Para una de las intérpretes de Orange Is the New Black, culturalmente la mujer caribeña ha sido partícipe de la continuidad del machismo, aunque reconoció que hay avances en la forma de criar a las niñas en la región, no así en la de los varones.

Al igual que el resto de sus colegas, Gómez consideró fundamental alentar la producción de cineastas femeninas, en una industria donde los estudios revelan que el 97 por ciento de las imágenes son realizadas por hombres.