ENTREVISTA



  • Vera Spinetta y Giulio Corso tras los pasos de Soledad Rosas
    Por Rolando Gallego


    La ópera prima de la realizadora Agustina Macri, Soledad (2018), una coproducción con Italia, tiene como protagonistas a Vera Spinetta y Giulio Corso, quienes interpretan a Soledad Rosas y Edoardo Massari, los jóvenes revolucionarios que vivieron un apasionado romance con final trágico en el marco de su lucha por la liberación y anarquía en los años noventa.

    Ambos desconocían la figura de Soledad Rosas, figura clave del movimiento okupa mundial, antes de ser parte del proyecto y de hecho, su acercamiento con la joven, fue a través de la película, con un guion que llegó a tener casi 10 versiones diferentes antes de que digan acción.

    “No sabía nada de Soledad, pero cuando Agustina me contó el proyecto me gustó la fuerza y entendimiento que tenía esta joven”, afirma en exclusiva a EscribiendoCine el actor italiano, quien aguarda con ansiedad el estreno en el país de la película.

    “Yo no conocía mucho sobre Soledad, había leído algo en internet, me fascinó su historia y su forma y ese fue el primer acercamiento. Cuando Agustina me llamó, después de hacer el casting me apareció todo el tiempo, una presencia muy fuerte, Empecé a pensarla, soñarla, después que me eligieron la sentía muy cerca”, agrega Spinetta.

    Tras meses de ensayo y mucho trabajo con coachs aquí y en Italia, Vera y Giulio, forjaron un vínculo muy estrecho, tan estrecho que ambos señalan como escenas más difíciles aquellas en las que por uno u otro motivo no estaban juntos.

    “Me acostumbré a estar con Vera todo el tiempo, por eso cuando nos tocó rodar la escena de nuestra separación fue muy duro” dice Corso, a lo que Spinetta agrega que la escena más complicada de rodar fue la del reconocimiento del cuerpo de Edoardo en la morgue, "tengo un tema con la muerte, más desde el fallecimiento de mi papá”.

    “Agustina me pidió que no nos veamos en todo el día. Yo estaba muy ansiosa, daba vueltas por todos lados, no llegaba más ese momento de filmar, y cuando llegó fue terrible, muy duro”, dice la actriz, quien argumenta con seguridad y decisión durante la entrevista, pero que al recordar a su padre sus ojos, de pronto, se vuelven cristalinos y se humedecen.

    “Esta película la tienen que ver todos, porque Soledad habla de una mujer fuerte, con coraje, decidida” dice Corso con un acento español que no esconde su lengua materna y por momentos se traba con algún concepto. “Decilo en italiano”, le indica Macri, quien asiste también a la nota.

    Componer personajes tan fuertes no fue tarea fácil, de hecho Spinetta, luego de hacer varios castings y de ser elegida como protagonista trabajó con coachs, aquí y en Italia “con Francisca Ure trabajé mucho, nos ayudó a construir desde lo técnico el personaje, hubo varios meses de ensayo, en Italia con Tatiana Lepore, Desde que Agus me eligió a que rodamos pasó mucho tiempo y en todo ese tiempo mi todo estaba puesto ahí”.

    Y de hecho, la parte italiana del film, que se registró primero, y luego la de su vida en Buenos Aires es indicada por Spinetta como la más complicada de rodar “fue difícil porque veníamos de días y escenas muy fuertes, y acá hubo que trabajar con una Soledad más lánguida, que requirió un trabajo mayor de introspección”.


    (Fuente: Escribiendocine.com)


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