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  • Sumercé, el documental colombiano que rescata nuestra ‘agrodescendencia’

    Sumercé se convierte en un documento histórico, entre otras razones, por las imágenes que captó durante el Paro Nacional Agrario de 2013.

    “Colombia está en una crisis agropecuaria sin precedentes”. Con esta frase inicia el documental Sumercé, de Victoria Solano, que se estrena en Colombia el 11 de junio en medio de una coyuntura que lo hace muy pertinente. Para la directora, si algo ha demostrado la pandemia del coronavirus es que producir alimentos es una actividad esencial para la supervivencia humana.

    “Las historias que se muestran en Sumercé son de esas personas que producen nuestro alimento y cuidan el agua y el documental llega en un momento en el que la discusión alrededor de estas actividades es fundamental”, asegura Victoria.

    Sumercé sigue a tres líderes campesinos: Eduardo Moreno, activista y protector de los páramos desde hace más de 50 años; Rosa Rodríguez, una maestra rural que decidió renunciar para ser líder campesina luego de ver a sus estudiantes llegar a clase golpeados por participar en el Paro Nacional Agrario de 2013; y César Pachón, el líder más visible y reconocido de aquella movilización, quien en este momento es representante a la Cámara por Boyacá.

    La ‘agrodescendencia’
    Victoria siempre ha tenido una fascinación por el campo. Desde pequeña le gustaba escuchar las historias de su abuelo materno, quien era líder campesino, y ver las manos y las palmas de su abuela. Esa “agrodescendencia”, como ella la llama, la ha convertido en una de las principales documentalistas que se han centrado en las problemáticas del campo colombiano y la lucha de los campesinos.

    En su primer documental, 9.70: semillas en peligro, denunció la resolución del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) que condena y permite procesar judicialmente a los campesinos por no sembrar semillas certificadas, de acuerdo a las normas del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. Gracias a este trabajo audiovisual, que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, en esta ocasión los líderes campesinos le permitieron grabar en espacios muy íntimos. Sumercé es un documental que, bajo una estética propia del lenguaje cinematográfico, acerca al espectador a la realidad que viven los campesinos como nunca antes se ha visto.

    Es también un documento histórico por las imágenes que captó durante el Paro Nacional Agrario de 2013: “El documentalista o el cronista generalmente llega tarde a los sucesos, cuando ya se cubrió el hecho. Pero esta película estaba pasando frente a mis ojos, tenía que estar ahí grabando, pues era algo muy valioso para la producción", asegura la directora.

    Victoria señala que uno de los mayores retos de este documental fue el proceso de montaje, pues ella quería que las tres historias de estos líderes tuvieran inicio, nudo y desenlace, y que estuvieran entrelazadas con la misma importancia e intensidad. Por eso, en Sumercé los personajes tienen un arco dramático que se desarrolla desde 2013 hasta 2016 y cada una de las tres historias dura exactamente los mismos minutos, segundos y cuadros.

    Sumercé se estrenó en 2019 en el circuito internacional, en el Festival de Cine de Sheffield (Reino Unido), en festivales europeos de derechos humanos en Berlín, Nuremberg y Lugano y en One World, el festival de cine de derechos humanos más prestigioso de Europa. El documental obtuvo el premio Films 4 Climate por estar alineado con cuatro de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU y por evidenciar de forma clara y sensible la lucha campesina frente a las decisiones del Gobierno, que responden a los intereses de las multinacionales.

    Los páramos
    Uno de los temas principales que engloba el documental es la protección de los páramos, un ecosistema andino fundamental para la producción del agua. De acuerdo con la Asociación Interamericana de Defensa Ambiental (AIDA), en Colombia, los páramos ocupan apenas el 1,7% del territorio nacional y producen el 85% del agua potable. Sin embargo, estos importantes ecosistemas está en peligro por actividades como la minería a gran escala.

    El documental señala cómo el Gobierno colombiano intenta desplazar a los campesinos que habitan en cercanías de los páramos bajo el argumento de protección ambiental, pero al mismo tiempo aprueba la explotación minera en estos valiosos ecosistemas. “Los páramos son patrimonio de todos los colombianos y de la humanidad [...] no se pueden cuidar solos, los campesinos tienen el conocimiento y las herramientas para esto”, asegura Victoria.

    Según ella, Colombia trata a los campesinos como ciudadanos de segunda clase, pese a los conocimientos de los trabajadores agrícolas que califica de “fundamentales y ancestrales”. Ella misma ha intentado sembrar en un terreno que cultivó y se dio cuenta de lo difícil y valioso que es este conocimiento. “En esa sabiduría está el secreto para que Colombia sea un buen país para vivir en los próximos años, especialmente ahora durante la pandemia, que ha demostrado que todo lo que damos por sentado y siempre creíamos seguro, no lo es”.

    Estos saberes se están perdiendo, pues los jóvenes campesinos están migrando a las ciudades al ver que la agricultura no es una buena opción de vida. El censo agropecuario nacional estima que la población campesina está compuesta en su mayoría de niños y viejos. “Si no hay una política agraria seria que le permita a las personas tener una vida en el campo, lo que va a pasar es que el campo se va envejecer”, prevé Victoria.

    Sumercé reconoce esos saberes ancestrales para proteger los páramos y el trabajo de los campesinos a través de estos tres líderes. Por ejemplo, Eduardo Moreno da charlas y tiene un programa de radio donde explica cómo y por qué se debe proteger el páramo donde vive; Rosa Rodríguez, es líder de los campesinos que están siendo presionados por el Gobierno para que abandonen sus terrenos por estar en cercanías de estos ecosistema de alta montaña, y César Pachón, quien asegura que los tratados de libre comercio se apropiaron de las semillas y ahora quieren permitir la minería en los depósitos de agua del país.

    El trabajo del documentalista
    La situación en Colombia es aún más preocupante si se tiene en cuenta el incremento de muertes de líderes sociales en los últimos años. Solo en lo que va de 2020 se han asesinado más de 100 líderes sociales o defensores de derechos humanos, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz). De acuerdo con la organización Global Witness, 24 de lo 164 líderes ambientales asesinados en el mundo eran colombianos. Es decir, uno de cada tres.

    Para la directora, el trabajo de un documentalista en un país como Colombia es hacer preguntas de temas espinosos: “Mi papel como artista es preguntarme por la sociedad en la que vivo y por el país que estamos construyendo”. Por eso espera que sus películas inviten a una reflexión profunda para soñar de manera colectiva el futuro nacional.

    Victoria siente “que este camino como documentalista me ha hecho resignificar muchísimo el trabajo de mis abuelos, su memoria, sus palabras, sus costumbres. Esa herencia ‘agrodescendiente’ a mí me ha dado mucho y siento que como país nos puede dar muchísimo más”.

    (Fuente: elespectador.com/Agencia Anadolu)


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