En "Selva trágica", de la mexicana Yulene Olaizola, en las exuberantes profundidades de la jungla maya, cerca de la frontera entre México y Belice durante la década de 1920, un grupo de trabajadores mexicanos extrae chicle de los árboles para su comercialización. Un pequeño ejército de personas en conflicto, pasan meses y meses en medio de la nada, depredando la naturaleza, empezando a enloquecer en el proceso. De repente, llega una hermosa joven de Belice y crea un caos dentro del ya complicado y difícil grupo. Y luego, tal vez, la propia jungla decida vengarse de los invasores. ¿Es esto real o es la jungla jugando con su percepción, tratando de salvarse del pillaje?
Epica histórica, de pequeña escala pero compleja en su ambición, “Selva trágica” cuenta la historia de un choque cultural, de las formas en que la tierra –a través de sus plantas y animales, sus espíritus e incluso sus poderosas criaturas míticas– se protege de los invasores y lucha por su supervivencia. Un cuento metafórico sobre el abuso en todas sus diferentes formas.