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  • Juan de los muertos


    «Emerging Cuban Independent Film/Video Artists»: cine cubano en Miami
    Por Marianela González


    La noticia circula desde hace varias semanas: por primera vez, el cine independiente cubano será homenajeado, de conjunto, por un festival internacional fuera de la Isla. En su ya próxima edición, el "Miami International Film Festival" presenta trabajos de Marcel Beltrán, Carlos Quintela, Jessica Rodríguez y Claudia Calviño, no como fenómenos individuales –que lo son-, sino en lo que, como fenómeno (“Emerging Cuban Independent Film/Video Artists”) representan en el más amplio contexto de la cinematografía cubana.

    ¿Cuáles han sido, no obstante, los criterios de selección? ¿Qué les “dicen” estas producciones y estos cineastas a quienes han curado la muestra? ¿Cuál es la apuesta?

    El cineasta cubano Orlando Rojas ha estado a cargo de la curaduría. Y no sorprende.

    Formado como cineasta bajo la tutoría de Tomás Gutiérrez Alea y Humberto Solás, Rojas dirigió en Cuba “Una novia para David” (1985) y “Papeles secundarios” (1989) –para muchos, el mejor filme cubano de la década. Actualmente reside en los Estados Unidos y funge como programador en el Tower Theater de Miami. No extraña que la misma voz que en los años 80 apostaba en la Isla por un cine “incómodo”, consciente de que “el arte que no crea polémicas no es arte”, esté a cargo ahora de la primera muestra que en los Estados Unidos se acerca al cine independiente cubano como signo evidente de indagación artística y de riesgo en nuestra cinematografía actual.

    “Una voz nueva”: cine independiente cubano en Miami

    De acuerdo con el presupuesto original, donado por el Related Group, “se decidió desde un inicio invitar solo a cuatro cineastas menores de 40 años”, explica Orlando Rojas a Cuba Contemporánea. A partir de ahí, los siguientes criterios tienen como centro cuestiones artísticas y la posición de las individualidades, como artistas, dentro del “movimiento de cine independiente cubano”, que el propio Rojas tiene muy claras:

    “Cada uno de ellos representa una voz nueva, claramente definida, dentro del panorama general del cine cubano. Desde mi punto de vista, Marcel tiene una voluntad de estilo y ritmo interno que casi ha desaparecido en nuestro cine; Claudia ha logrado elevar el rango creativo del productor cubano a un nivel nunca antes existente; también es inusitada la rara y perfecta mezcla entre documental y ficción que logra Rodríguez, y Quintela explora caminos entre la realidad y la metáfora con un sello único”.

    “Han logrado un exquisito balance entre compromiso social y arte”, explica. “Puede haber perspectivas políticas en sus obras, pero los invitados, ante todo, artistas, priorizan un punto de vista artístico. En dos palabras: prefieren la reflexión, la búsqueda, la ambigüedad, al panfleto manipulador”.

    Para el curador, los jóvenes cineastas cuyas obras serán mostradas en Miami durante dos semanas han hecho un trabajo “sin interrupciones”, y su tenacidad está “a prueba de balas”.

    Aun cuando muchos de ellos no se reconozcan como tal, Rojas no duda en apuntar que se trata de “una nueva generación, lejos de toda épica o triunfalismo, con poca o ninguna deuda con estéticas anteriores. El propio mecanismo de producción, unido al extraordinario talento y personalidad que poseen, los ha convertido de inmediato en una nueva voz y profunda, un tono nuevo para el cine cubano”.

    Si tuviera que buscar antecedentes, los ve, “como grupo, más cerca de Sara Gómez y Nicolás Guillén Landrián que de cualquier otro cineasta anterior. Como si retomaran el camino que ellos, por una razón u otra, no pudieron consolidar del todo. Es, sin duda, una nueva ola en franco proceso de crecimiento”.

    De haber sido posible, explica, “hubiéramos incluido más nombres: Ariagna Fajardo, Arturo Infante, Ivonne Cotorruelo, por citar solo tres, podrían también haber estado en la selección”.

    Por el momento, la muestra incluye solo a aquellos cuatro, y se ha planteado en dos partes. Previo al Festival, tendrá lugar una retrospectiva de cada uno de los cineastas invitados, y luego, durante el evento, una presentación de sus recién terminadas o en proceso -en este caso se mostrarían solo fragmentos- de tres de los cineastas: Beltrán, Calviño y Rodríguez. Ambas muestras serán presentadas en el Tower, “recientemente escogido por el importantísimo diario USA Today como uno de los diez mejores cines de los Estados Unidos”, apunta Rojas.

    En el caso de Quintela, su más reciente largo, "La obra del siglo", se proyectará en una gala en el célebre Olympia Theater.

    “La presentación del filme será el centro del tributo que cada año confiere el Festival a una destacada personalidad del mundo cinematográfico –dice el curador-, y que este año, por primera vez, no está dedicado a una persona, sino a un movimiento: el cine independiente cubano. Liv Ullman, John Turturro, Lasse Hallstrom, Fernando Trueba y Marco Ferreri, entre otros, han recibido este mismo tributo”.

    Los cuatro cineastas escogidos por el Miami International Film Festival “han culminado largometrajes o están a punto de terminarlos, lo cual les brinda una enorme exposición internacional”, añade Rojas, y recuerda que “algunos, sin salirse de la producción independiente, gozan de dicho reconocimiento internacional”.

    Al sur de la Florida, no obstante, la obra de los cineastas cubanos independientes ha sido fundamentalmente mostrada en museos y centros artísticos. Algunas, como “Melaza” o “Juan de los muertos”, han tenido exhibiciones comerciales en algunos cines norteamericanos.

    “Pero hasta ahora es una exhibición bastante limitada. El Tower ha estrenado muchas películas cubanas, y pensamos seguir haciéndolo en el futuro. Espero que la amplia retrospectiva de nuestros cuatro invitados -sin duda, única en los Estados Unidos- tenga una gran acogida en Miami. Ojalá que el tributo del Festival y la exhibición de las obras recientes abran puertas de distribución. Por lo pronto, en el Tower, los proyectores esperan por aquellas películas cubanas que cumplan con su perfil de cine de arte y ensayo”.

    “Esto no lo para nadie”

    Al menos desde el estreno de “Juan de los Muertos”, la prensa cubana y extranjera intenta definir cada año cinematográfico en Cuba como “el del cine independiente”. Y es que sus fronteras se ensanchan cada vez, y el ritmo de sus producciones parece indetenible. El homenaje del Miami International Film Festival es, apenas, una estación en 2015.

    “Esto no lo para nadie”, postea Pavel Giroud en su muro de Facebook, al tanto de “lo que viene”.

    Enero había dado las primeras señales. En el Festival de Cine de Rotterdam, Quintela se llevaba uno de los tres Tiger Award con La obra del siglo; Carlos Lechuga volvía a colocar el proyecto: "Santa y Delfín" en el centro de atención de la crítica y el público, llevándose uno de los tres premios del CINEMART, y Beltrán participaba del Rotterdam Lab, uno de los más rigurosos workshops para cineastas jóvenes del mundo.

    En febrero, además de lo que ya se anuncia en el Miami International Film Festival, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) vuelve a ser escenario en los Estados Unidos para el interés por las nuevas producciones audiovisuales de la Isla. Esta vez, el centro ha sido la proyección del largo documental "Hotel Nueva Isla", de Irene Gutiérrez Torres y Javier Labrador, como parte de la serie: "Documentary Fortnight" de su Festival Internacional de Cine de no ficción.

    Para marzo, el Festival de Guadalajara, sus espacios de formación de jóvenes (Talent Campus) y su competencia oficial han seleccionado una amplia representación de cineastas independientes cubanos. Con su singular Venecia, Kiki Álvarez se inscribe en la competencia oficial iberoamericana, en la que también participan Gutiérrez y Labrador, en la categoría de Largometraje Documental. Por su parte, el encuentro de coproducción tendrá también participación de jóvenes cubanos, esta vez con proyectos producidos-dirigidos por Sebastián-Rodrigo Barriuso, Pablo Agüero-Grethel Castillo, Humberto Jiménez-Noelia Lacayo y Gustavo Vinagre, y Juliana Fanjul-Carlos Rodríguez.

    El año estará también marcado por los resultados del primer fondo de fomento del cine cubano, concedido en noviembre pasado por la embajada de Noruega en la Isla. La iniciativa, primera de su tipo en el país, apoyó producciones que tendrán su culminación en los próximos meses: Caballos, de Fabián Suárez; Severo secreto, de Oneida González y Gustavo Pérez; El desaparecido de Kafka, de Marcel Beltrán, y Batería, de Damián Saínz, entre otros.

    Se esperan también los estrenos de "El Acompañante", de Pavel Giroud; "Espejuelos Oscuros", ópera prima de Jessica Rodríguez, y el documental "El Vientre de la Ballena", de Zoe García.

    Mientras, el primer filme independiente de Fernando Pérez, "La pared de las palabras", conoce su estreno nacional a fines de febrero. Aunque no tiene prevista una distribución internacional –en tanto producción independiente, ese diseño ha de correr por el propio Fernando y su equipo de producción, y “por el momento, no tengo muchas perspectivas de hacerlo ahora mismo”-, el director admite que “algunos festivales la han pedido” y “son los festivales alternativos y sus circuitos de arte y ensayo” los que “definen las carreras internacionales de una película independiente”. Al menos, de esta, la que Fernando ha querido hacer y estrenar en el año de sus 70.

    El cineasta vivo más reconocido dentro y fuera de la Isla ha sido también invitado al homenaje del Miami International Film Festival al cine independiente cubano. Hasta hoy, no se confirma su presencia, pero el signo está: esas producciones tienen “poca o ninguna deuda con estéticas anteriores”, dice Rojas, pero la fuerza de sus vibraciones tiene un alcance y una potencialidad de contagio difíciles de calcular.

    (Fuente: eictv.org)


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