Tiene como maestro a Scorsese, su último filme irá a Venecia y en Suiza consiguió quien financie su nuevo proyecto. A decir verdad, Celina Murga no es de las cineastas argentinas que se "roban" muchas líneas en los diarios. Tampoco cuenta con un rostro familiar, de esos que, apenas se advierten, se exclama: "Ah, sí, Celina". No. Por suerte, tiene una manera de ser que desborda simpleza. ¿Será porque es entrerriana? Lo cierto es que a los 34 años atraviesa un momento impensado, como si estuviera protagonizando una película sobre la felicidad. "Es como que vengo sacando pleno tras pleno", dice.

A saber: Murga, que solo tiene estrenada Ana y los otros, se hizo acreedora este año de la Beca Rolex, que le permitió presenciar, entre mayo y junio, en Estados Unidos, el rodaje de Shutter Island, de su admirado Martin Scorsese. Como la beca es por doce meses, viajará en septiembre a Nueva York para asistir al proceso de postproducción. Luego, se enteró que Una semana solos, su segundo filme, que aquí se estrenará a comienzos de 2009, se verá en una sección paralela en el inminente Festival de Venecia, donde viajara en pocas semanas. Y para completar el cartón, en abril presentó, para la sección Open Doors del actual Festival de Locarno, un avance del guión de su tercera película (La tercera orilla del río), que fue seleccionada entre 332 proyectos.

Ser elegida la habilitó para estar en esta ciudad suiza y codearse con directores, productores y distribuidores europeos. "Esto significa —explica Murga— que ya tuve 40 reuniones, al cabo de tres días, para conseguir capitales que financien este film que está recién en sus comienzos. Locarno es una vidriera fantástica y Open Doors, en esta edición, se dedica al cine latinoamericano, por lo que no podía perderme esta oportunidad".

¡Qué año que estás teniendo!

De locos. Me siento una total afortunada. De todas maneras, creo que no es casual, no llego todo porque sí. Desde hace diez años me vengo matando.

Murga, que trabaja en sociedad con su marido, el productor y director Juan Villegas (Sabado y Los suicidas), cuenta que el proyecto de La tercera orilla del río fue elegido "porque describe una problemática social muy particular de nuestra región. Puntualmente, es la historia de un adolescente que mata a su padre, madrastra y medio hermano". La idea, comenta, es empezar a rodarlo a principios de 2010.

Decías que tuviste 40 reuniones. ¿Cuánto ayudó que hayas conseguido la beca Rolex?

Un montón. Los productores sabían quién era. Tener esa beca es un espaldarazo, como una medalla que me cuelga.

¿Cómo fue la relación con Scorsese?

Fue amena. Martin es generoso y sensible, es un hombre por sobre todo apasionado. Tiene muy claro cual es su lugar y lo que significa el cine a nivel mundial, sin importar de que país provenga. Además, como parte de la beca, Celina irá gestando su propio proyecto cinematográfico, que Scorsese irá evaluando y siguiendo durante su desarrollo, como una suerte de relación maestro-alumna. "¡Qué más puedo pedir!".

Y, por ejemplo, que este año no termine nunca...

Mi filosofía es no creerme demasiado estos mimos que me ofrece la profesión. Prefiero concentrarme en mi trabajo. En serio lo digo. El cine tiene vaivenes, y ya vendrá el tobogán. Si hasta Scorsese estuvo en bancarrota hasta hace poco.