ARTÍCULO

  • Lake Tahoe: acercamiento a un adolescente que ha perdido a su padre
    Por Fabiana Montenegro


    Fernando Eimbcke, motivado por la pérdida de su propio padre, se aproxima al punto de vista juvenil frente una esta situación comprometida e inesperada. ¿Te acuerdas de Lake Tahoe?, obtuvo dos importantes premios en la pasada edición del Festival de Berlín, el Alfred Bauer y el de la FIPRESCI.

    ¿Te acuerdas de Lake Tahoe? cuenta la historia de Juan, un muchacho de 16 años, quien recorre una ciudad en busca de una pieza de recambio para un automóvil que acaba de estrellar contra un poste. La reciente pérdida de su progenitor se escenifica también con esos momentos de dolor que cada miembro de la familia transmite o trata de asumir a su manera.

    Eimbcke comparte el mismo director de fotografía, Alexis Zabé, que su compatriota Carlos Reygadas (Luz silenciosa). A pesar de ello, el director explicó que en el fondo son muy diferentes sus películas, porque Reygadas tiene un espectro más abierto en las historias que cuenta mientras que los filmes de Eimbcke mantienen un espacio argumental más reducido.

    El guión de ¿Te acuerdas de Lake Tahoe? se elaboró en unos dos años durante los cuales llegó a tener hasta ocho tratamientos distintos hasta dar con la fórmula definitiva.

    El realizador prefirió repetir en su papel protagónico al joven actor mexicano Diego Cataño, quien ya había participado en su anterior filme Temporada de patos. "Cuando estaba escribiendo el guión —explica— nunca me imaginé que pudiera ser Diego Cataño el protagonista. Hubo un proceso de casting para el personaje de Juan que duró seis meses y me proponían nuevamente a Diego pero a mí me daba miedo repetir, aunque cuando estábamos muy cerca de la filmación yo dije ¡es Diego! y ya lo decidí sin ni siquiera hacerle casting".

    Eimbcke cree que es imposible no hacer una película autobiográfica porque, quieras o no, siempre aparecen elementos propios con los que obligatoriamente tienes que identificarte, si bien es cierto que no toda la acción de la historia que cuenta pertenecen a su pasado ya que, aunque el director perdió a su padre, afirma que trató de alejarse de los detalles que concurrieron en su vida personal aunque sí que la forma de transcurrir el tiempo en la película tiene muchas similitudes a como él las vivió en ese momento dramático de su vida que califica como "extraño y raro".

    El director es consciente de que ¿Te acuerdas de Lake Tahoe? tiene un ritmo lento, pero subraya que incluye diferentes eventos nuevos que van apareciendo que, a su juicio, la hacen interesantes, "no es que no pase nada, —dijo—, porque están pasando cosas, pero tienen un ritmo interno pausado que yo quería identificar como algo extraño".

    "Sobre las locaciones de la película, Eimbcke asegura que no había pensado en un lugar específico para las filmaciones. Con Zabé miraron una localidad cercana al D.F. pero pensaron que no funcionaría muy bien, por lo que buscaron por toda la República mexicana y encontraron en Progreso un lugar que tenía un claro contraste entre la vida y la muerte, un lugar muerto con mucha vegetación pero con mucha textura, con las pareces como carcomidas por el viento.

    Las imágenes del actor o actores moviéndose dentro del cuadro, sin pararse, son casi constantes en el filme y al realizador le gusta trabajarlas con los encuadres fijos de manera que son los actores quienes aportan los movimientos. "Cuando decidimos el lugar, ponemos la cámara y empezamos a trabajar, trabajar y trabajar con los actores. Ensayamos muchísimo y podemos tardar unas dos o tres horas para terminar una escena y, cuando la hemos terminado, darnos cuenta de que la cámara no estaba bien puesta y tener que repetirla nuevamente porque el resultado llega a ser completamente diferente. Me gusta trabajar con los menos elementos posibles porque siento que tengo más control de esa manera" —asegura.

    Eimbcke tiene además otro toque personal con los fundidos en negro para pasar de una escena a otra, momento que aprovecha para dar mayor protagonismo al sonido en forma de dialogo porque la película no tiene música. Él piensa que el oído es mucho más inventivo que el ojo y le gusta trabajar con ese recurso.

    El paso del guión por los laboratorios de Sundance ayudó, según el realizador, a clarificar el tono de la historia, una narración rodada con mucho más metraje del que se ve en el filme y con una adaptación constante del guión preestablecido. Una película sobre la adolescencia donde se cometen muchos errores, pero que es una edad donde más libertad tienes.

    (Fuente: Cinestel.com)


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