A veinte años de viña del mar: romper las comillas al "realismo" (O hacer posible lo deseable)
Por Octavio Getino
Ser realista, pero sin comillas: de eso se trata. Porque el realismo verdadero lo contiene todo: la fantasía y la razón, lo constatable y lo deseable; inclusive, la utopía. En cambio, el realismo entrecomillado reduce la realidad a datos, que por lo parciales, terminan siendo pura apariencia.