ENTREVISTA

  • Stantic, una productora central del nuevo cine argentino
    Por Pedro Fernández Mouján


    Uno de los Astor de Oro que entregó este año el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata recayó en la realizadora y productora Lita Stantic, quien aseguró que más que por la trayectoria el premio lo recibía "por haber sobrevivido a 40 años de Argentina".

    Figura central del Nuevo Cine Argentino, Stantic fue la productora que posibilitó que llegaran a su primer largometraje algunos de los mejores realizadores de la nueva generación como Lucrecia Martel, Pablo Trapero y Diego Lerman, entre otros.

    Entre la larga lista de filmes producidos por ella en años recientes se encuentran "La Ciénaga", "Bolivia", "Tan de repente", "Mundo Grúa", "Dársena Sur", "La niña santa", "Un oso rojo" y el filme de la realizadora paraguaya Paz Encina, "Hamaca paraguaya".

    En la actualidad se encuentra trabajando en dos proyectos, la opera primera de Lucía Cedrón, "Cordero de Dios", y en el filme que coproduce con Walter Salles y Gustavo Santaolalla, "Café de los maestros", sobre viejas glorias del tango y que sigue al disco que ganó un Grammy.

    Pero el trabajo de Stantic, que en 1993 dirigió "Un muro de silencio", no arranca en los últimos años sino que fue la productora asociada de María Luisa Bemberg en varias de sus películas, como "Miss Mary", "Camila" y "Yo la peor de todas".

    La vinculación de Stantic con el cine se inicia en 1968, cuando participa como asistente de dirección de Néstor Paternostro en el filme "Mosaico" y directamente en la producción cuando funda una empresa con Alejandro Doria para "La isla", en 1979.

    "Sin duda es un mérito haber sobrevivido a las ilusiones de los 70, haber sobrevivido a una dictadura siniestra, a la hiperinflación, a la devaluación, a la dolarización, a la pesificación, al corralito y poder seguir haciendo cine", señaló Stantic en charla con Télam explicando lo que había dicho al recibir el Astor de Oro.

    -¿Cómo está viendo el cine argentino?

    -Yo veo que hay como una cosa cinéfila en la Argentina muy importante y auspiciosa; hay mucha gente que quiere hacer cine, muchos estudiantes, pero también veo que sigue siendo muy difícil producir películas independientes, de un presupuesto medio, de cine de autor, de buena factura técnica y esto a pesar de que tenemos la ayuda del Estado que es fundamental.

    -¿Por qué?

    -Básicamente porque los números no dan. Son películas que pueden ir de 700.000 al millón y medio de dólares y hay que salir a buscar apoyos, coproductores, inversionistas, que en este país hay pocos y más para películas que muchas veces tienen futuro incierto en cuanto a la ganancia económica que pueden generar.

    -El presidente del Incaa habló en la entrega de los Astor de Oro de hacer un cine argentino que se reencuentre con la gente, ¿hay algo de eso?

    -No exactamente, se habla de que el cine se reencuentre con el público, lo que no está mal, pero creo que también el público argentino se tiene que reencontrar con el buen cine argentino, con un cine que transforme. El público también tiene que ser incentivado a correr cierto riesgo como espectador y no pretender un cine que le garantice una absorción inmediata.

    -Entonces...

    -Entonces hay que incentivar esta cuestión porque el buen cine tiene mucho que darle al público, creo que siempre hay que apostar a un cine diverso, independiente, que es el cine más difícil de producir, entre otras cosas porque no cuenta con el apoyo de la televisión.

    -¿Cómo está viendo a los nuevos realizadores?

    -Me parece que lo más interesante surgió entre fines de los 90 y comienzos del 2000 con un grupo de directores que hoy se han ubicado muy bien en la industria; creo que esa camada es superior a la que surgió en los últimos dos años.

    -¿Cuál cree que es la dificultad actual?

    -Bueno, en la actualidad hay algo fantástico y es que hay cantidad de gente interesada en hacer cine y que la tecnología del cine digital les permite acceder a hacer una película...

    -Eso no está mal...

    -No, no está mal, está muy bien, pero esa ventaja es también un cierto problema en el sentido de que hacer una película de bajo presupuesto puede ser tan accesible que muchos se largan a filmar sin saber bien qué contar o si el guión es lo suficientemente sólido. Digamos que para hacer una buena película hay que ser muy riguroso.

    -¿Qué fue lo que a usted la movió a dedicarse al cine?

    -Yo soy quien soy a través del cine que vi y los libros que leí; entonces lo que busco en el cine es encontrar una experiencia que me transforme, a partir de ahí es que como productora intento que se puedan hacer aquellas películas que creo que pueden transformar a la gente.
     
    Tomado de: http://www.telam.com.ar
     
    22DO FESTIVAL DE CINE DE MAR DEL PLATA

    Nardini y Bernard compiten en Mar del Plata con “Regresados”


    La dupla de directores presenta un filme nocturno que habla de segundas oportunidades y transita géneros como el terror, el romance y la comedia negra. De este modo muestra el reencuentro, luego de 20 años, de un grupo de ex compañeros secundarios.

    Flavio Nardini y Cristian Bernard compiten en el Festival de Mar del Plata con "Regresados", un filme nocturno que habla de segundas oportunidades y transita géneros como el terror, el romance y la comedia negra para mostrar el reencuentro, luego de 20 años, de un grupo de ex compañeros secundarios.

    "El tema principal es la traición a uno mismo y las segundas oportunidades", dijo Nardini acerca del filme, que compite por el premio Che Guevara a la mejor película latinoamericana, y explicó que habla de "gente que tiene cerca de 40 años, una edad en la que todavía estás a tiempo de darle un giro a tu vida".

    "Soy lo que quiero ser? Esa es -señaló a Télam el cineasta- la pregunta que todos los personajes se hacen", mientras ven sus vidas en perspectiva y se reencuentran con viejos amores, odios, rencores y amistades.

    Protagonizada por Diego Capusotto, Carlos Issa, Fabio Aste, Constanza Marino, Luis Sabatini, Francisco Nepomuceno, Carlos Garric y Luciano Cazaux, la película será proyectada dos veces en el Teatro Colón de Mar del Plata: el lunes 12 a las 22.30 y el martes 13 a las 17.

    "Regresados" transcurre en Buenos Aires en una sola noche de 2002, en plena crisis socioeconómica, y a partir de la reunión de estos ex compañeros narra tres historias: el romance entre dos ex novios, la historia de terror psicológico entre dos viejos enemigos y la conflictiva llegada de un exitoso argentino que vive en España.

    A pesar de la repercusión que tuvo en su momento "76-89-03", una película de seres miserables que también transcurría en una sola noche, a Nardini y Bernard les costó más de la cuenta sacar a flote este nuevo proyecto, hasta que consiguieron un crédito del Instituto Nacional de Cine y Artes Audivisuales (Incaa) y pudieron filmarlo.

    "Venimos trabajando desde fines de 2001", recordaron ambos directores -que incluso habían tenido una propuesta del mexicano Alfonso Cuarón para comprarles el guión- y señalaron: "Intentamos convencer a varios productores, pero a nadie le interesó y llegó un momento que debimos asumir que estábamos solos".

    "Pasaron cuatro años y cinco reescrituras. Fue un camino muy duro, porque era como enfrentarse a un frontón que no devolvía la pelota", dijo Nardini,
    El cineasta admitió que hubo momentos en los cuales sentía "cada vez más angustia y dolor" y que por su fanatismo por Racing puso el guión junto a la estatua de "Mostaza" Merlo para ver si les traía suerte.

    Bernard dijo que "en el fondo sabíamos que era una historia atractiva y muy entretenida, mucho más universal, porque habla de recuerdos y seres con sueños no cumplidos. Pero terminamos por convencernos de que si no se sufre no se produce y uno no puede salir limpio de esto".

    "La amamos tanto que no podíamos hacer otra cosa. Es una película maravillosa y yo la quiero ver como espectador. Me muero de ganas de ver estas historias tan distintas pero tan llenas de emociones, nostalgia, miedo, suspenso", afirmó Nardini y aseguró: "Pasa de todo menos nada".

    "Todos los personajes tienen cuentas pendientes, pero no se puede decir que sean perdedores o ganadores, malos o buenos. Son gente de carne y hueso que tienen su parte buena y su parte mala. Lo cierto es que son mucho menos miserables que los de ’76-89-03’, porque tienen intención de cambiar las cosas y buscar una salida".

    En ese sentido, Nardini acotó que "esta película es más universal y melancólica, y no tan punk ni políticamente incorrecta como ’76-89-03’. Además tiene un final muy duro, durísimo, en el que noy hay piedad para los personajes ni condescendencia por lo que les pasa y cómo terminan".

    Nardini afirmó que se trata de personas "que han tenido sueños y que se encuentran en una generación maldita, porque recordemos que somos hijos del menemismo, que nos han separado a todos, y de las crisis, que nos han degradado".

    "Lo peor no es el momento de la crisis, lo peor es lo que deja: la frustración, el odio, el resentimiento. Eso es lo más duro de las crisis", opinó el realizador, que se encargó de la puesta y los movimientos de la cámara, mientras Bernard se ocupó de la dirección de actores.

    Con respecto al hecho de que ésta como su anterior película transcurren de noche, Bernard explicó: "Nos gustan las historias nocturnas, porque tienen otra mística y porque a la noche salen los monstruos. Pero esta es una noche distinta a la de ’76-89-03’. No es la noche del under, la joda, las drogas y el quilombo".


    (Fuente: Tomado de: www.telam.com.ar)


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