A veces, lo que más cerca se tiene es lo que menos se conoce. Así pensaron los documentalistas brasileños que, hace seis años, imaginaron una red de intercambio de material audiovisual de carácter cultural entre los países de América latina. Llevaron la idea a la Cumbre de Mercociudades de Montevideo, en 2003. Allí, en un encuentro organizado por la televisión pública de la capital uruguaya, vieron que la propuesta prendía. "Construir una red para favorecer el diálogo audiovisual latinoamericano. Conocemos mejor el cine y la televisión estadounidense que la de los países vecinos. Y no se puede querer lo que no se conoce", dice Nicolás Schonfeld, que integraba la delegación argentina.

Cinco años más tarde, Televisión América Latina (TAL), el fruto de aquella inquietud, es una asociación civil sin fines de lucro integrada por 170 organismos y actores públicos y privados de veintiún países, que elaboró un banco de documentales con 3000 horas de programación. Hoy, ese material está siendo puesto a disposición de sus asociados, que van de canales culturales, señales comunitarias, universidades e instituciones oficiales a productores independientes. Así llegó a la Argentina Los Latinoamericanos, un ciclo de documentales que el canal Encuentro emitió parcialmente durante este mes, en el que diez países (México, Colombia, Paraguay, Uruguay y la Argentina, entre otros) son retratados por realizadores locales. El diálogo ya empezó: imágenes, personajes y pequeñas historias de gente común, que reflejan semejanzas y diferencias, saltan las fronteras de los países latinoamericanos.

Al principio la cosa no resultó sencilla. Apenas vuelto de Montevideo, y como representante de la iniciativa en la Argentina, Schonfeld, que había trabajado en UBA TV y en la asociación civil de FM La Tribu (la radio fue una de las primeras entidades argentinas en unirse a la red), salió a buscar socios. Fue un trabajo de hormiga que dio sus frutos. Algunos de los asociados argentinos de TAL son los canales Encuentro y Ciudad Abierta, la Universidad del Cine dirigida por Manuel Antín, el Movimiento de Documentalistas y Fund TV, además del Ministerio de Educación y la Secretaría de Cultura de la Nación. "No hay banderas políticas. Nos interesa que se asocien organismos de procedencias e ideas muy distintas", dice Schonfeld, que hoy coordina, desde Buenos Aires, la red para los países de habla hispana (au@tal.tv). Pone como ejemplo el carácter combativo del Movimiento de Documentalistas y el perfil católico de Fund TV. "Si hay problemáticas comunes en América latina, lo mejor es compartir sobre ellas muchas miradas diferentes. La idea es aportar a la construcción del entendimiento, primero, conociéndonos entre nosotros."

Fragmento de los uruguayos
Consolidada la red, se empezó a trabajar en la construcción del banco de documentales de América latina, el corazón de la iniciativa. Con el aporte de los asociados, se reunieron unas 12.000 horas de contenidos, de las que se seleccionaron las 3000 más atractivas que alcanzaran cierto estándar de calidad técnica. A esos documentales se los tradujo -en una tarea que continúa- al español o al portugués, según su idioma de origen. "Trabajamos con piezas de todo el continente, de los motoqueros de Medellín a los campesinos cuzqueños, y nos enfrentamos con regionalismos, mixturas dialectales, neologismos, jergas urbanas -cuenta Nicolás Tolcachier, que comanda el equipo de traducción y subtitulado-. En lugar de homogeneizar el discurso neutralizando las diferencias, nos esforzamos por mantener una fidelidad fuerte con la oralidad para preservar esa diversidad."

Hay material sobre temas como tribus urbanas, comunidades indígenas, inmigración, música y cocina. Por ejemplo, Las cholas cachascanistas , de la periodista y productora independiente boliviana Cecilia Lanza; Banderas en Marte , historias de vida que reflejan la problemática de la juventud urbana en Bogotá, realizado por Señal Colombia, y un documental sobre Oscar Niemeyer en el que al testimonio del arquitecto que proyectó Brasilia se le suman otros, como los de Ferreira Gullar y Chico Buarque. El banco tiene un 90 por ciento de documentales y un 10 por ciento de música y ficción. En la página web de TAL ( www.tal.tv ), que permite ver on-line varias películas, los asociados tienen un espacio exclusivo para enterarse del material nuevo. "Allí el asociado ve los programas, pide lo que le interesa y se lo mandamos por correo en DVD, con calidad broadcast -dice Schonfeld-. Puede emitirlo cuando quiera, con la única condición de que no haya publicidad durante su emisión. Todos ceden lo que pueden y toman lo que necesitan, incluso los canales u organismos que no tienen producción propia, o que no alcanzan los estándares de calidad técnica. Lo que importa es la circulación."

Fragmento de los mexicanos
TAL, cuya sede central está en San Pablo, se sostiene con el aporte económico de empresas y organismos públicos (entre otros, Petrobras y el Ministerio de Cultura de Brasil) y ahora se ha lanzado a producir. El ciclo Los Latinoamericanos es la punta de lanza de esta nueva etapa. A los diez documentales de la serie ya hechos se les sumarán otros once, hasta completar el retrato de los veintiún países que integran la red. En los primeros, los directores fueron elegidos por los responsables de TAL (Los a rgentinos fue dirigido por el periodista Luis Esnal). Actualmente se llama a concurso entre los documentalistas de cada país. "TAL es un proyecto estético de América latina", define Omar Rincón, periodista, investigador y director de Los c olombianos . "Una televisión hecha desde nuestras formas y desde nuestros tiempos y sensibilidad. Tenemos distintas maneras de ser y de narrar, y nos falta generar una televisión que nos cuente cómo somos."

La dirección ejecutiva de TAL la ejerce Malu Viana Batista, productora de documentales brasileña y una de las pioneras del proyecto. Antes ocupó ese cargo Jorge Werthein, doctor en Educación argentino radicado en Brasil que, señala Schonfeld, trabajó mucho por extender y fortalecer la red de asociados.

Según su actual presidente, el cineasta brasileño Orlando Senna, la iniciativa está basada en la cooperación y la amistad. TAL ofrece una imagen que excede la pantalla: la de una sociedad fortalecida horizontalmente por el trabajo en red y el diálogo entre las partes del todo.