CRÍTICA



  • La nana, un producto valioso que se comunica honestamente con el público

    La nana es el segundo largo de Sebastián Silva, quien debutara en 2007 con La vida me mata. Sorprendió en la ceremonia de clausura del Festival de Lima con dos premios importantes, el de mejor ficción en el jurado de la Sección Oficial y el de la Crítica Internacional. Este resultado lo interpretamos como consecuencia de la caída, por anulación mutua, de películas de mayores pretensiones y logros expresivos, como La teta asustada, Gigante y Excursiones, pero con las suficientes resistencias para no tener consenso en los jurados, que son por naturaleza subjetivos e impredecibles. Parece que cierta estética minimalista, con distintos niveles de atildamiento y cálculo, que ha dado laureles importantes y presencia mundial al cine de América Latina, especialmente a través de fondos de fomento y festivales internacionales, está gustando menos y que un sector de la crítica ya busca otras propuestas menos rígidas.

    Creemos que La nana tiene menos méritos que las obras antes mencionadas, pero no significa que sea una película desdeñable. Por el contrario, es un producto valioso que se comunica honestamente con el público, no intenta genialidades y aprovecha dramáticamente los recursos no muy holgados de los que dispone en una eficaz realización. Silva no piensa en ganar fácilmente taquilla colocando cualquier imán grueso, sino que, en clave de comedia dramática, narra con limpieza y construye un universo verosímil que, a su modo, recrea con imaginación las fracturas de la sociedad chilena. Plantea la ambigua convivencia de una trabajadora del hogar con una familia que, por el peso de la costumbre y la total dependencia adquirida, ha caído presa de su inquietante habilidad manipulatoria, por lo que cada intento de colocarle una colega ayudante es desbaratado por las maniobras y humillaciones de quien se siente insustituible y un miembro clave del hogar.

    Raquel es uno de esos personajes que, en manos de intérpretes competentes, imponen un ritmo y un tono vertiginosos y realzan una historia previamente bien concebida. La actriz Catalina Saavedra, que hace tiempo viene interpretando en su país este tipo de papeles, incluso en televisión, se luce en un tour de force que nunca pierde consistencia. El guión es práctico y ordenado en la exploración de la particular personalidad de la protagonista y de los conflictos domésticos que provoca.

    Silva emplea principalmente una sola locación, una residencia pródiga en ambientes que potencia sus maquinaciones y correrías, en un reflejo de la peor discriminación, la que se da entre pares, donde las más débiles, la joven inmigrante peruana y la señora mayor, son las sacrificadas. Raquel pivotea con el ama de casa, su esposo e hijos, las sucesivas empleadas que pasan por la casa y luego el entorno de una de estas, Lucy (Mariana Loyola), la única que consigue penetrar la coraza de una mujer que cada vez se muestra más agresiva y a la vez vulnerable, diezmada por serios problemas de salud, que intenta ocultar, y traumas irresueltos que se difuminan en su hermético mundo personal.
    La nana, a valuable product which communicates honestly with the public
    La nana is Sebastián Silva’s second feature film, he had his debut in 2007 with La vida me mata. He surprised in the closing ceremony at the Lima Festival where he won two important prizes, best narrative given by the jury of the Official Session and the prize of the international critics. We interpret this result as a consequence of the discard, by mutual annulment, of more ambitious films with better expressive achievements, such as La teta asustada, Gigante and Excursiones, but with enough resistance so as not to obtain approval of the juries, which are by nature subjective and unpredictable. It seems that a certain minimalist aesthetic, neat and premeditated at different levels which has given important awards and world presence to the Latin American movies, especially with the support of funds and international festivals, is less preferred nowadays since there is a portion of the critics looking for less rigid proposals.

    We believe La nana has less merit than the other works mentioned above, but it does not mean this is a despicable film. On the contrary, is a valuable product which communicates honestly with the public, it does not attempt to be brilliant and makes the best of the not very ample resources at hand for an effective production. Silva does not intend to gain an easy box office success by using a thick magnet; instead, he uses a dramatic comedy for a clean narration and constructs a credible universe, which in his opinion recreates with imagination the fractures of the Chilean society. He presents the ambiguous coexistence of a home service worker and a family who, out of habit and totally acquired dependency, have become victims of their distressing manipulative ability, which is why every attempt to send an assistant colleague to their house is destroyed by manipulations and humiliations of the person who feels she is a key and irreplaceable member of the household.

    Raquel is one of those characters who, in the hands of competent artists, impose a vertiginous pace and tone and enhance a previously well conceived story. Actress Catalina Saavedra, who has been playing this type of role in her country for a long time, even in television, stands out in a tour de force and never loses consistency. The script is practical and organized in the exploration of the specific personality of the main character and the domestic conflicts she provokes.

    Silva uses mainly one location, a house full of atmospheres which empower her stratagems and adventures, in a reflexion of the worst type of discrimination, the one given in pairs, where the weakest of them, the young Peruvian immigrant and the old lady are sacrificed. Raquel deals with the housewife, her husband and children, the consecutive employees that come to the house and later with one of the employee’s context, Lucy (Mariana Loyola), the only person who is able to penetrate into the shield who becomes more and more aggressive and vulnerable, destroyed by serious health problems that she tries to hide and unresolved traumas which blur in her nondemostrative personal world.

    (Fuente: cinencuentro.com)


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