El pretexto para esta entrevista es la proyección en la Cineteca Nacional de cuatro de sus películas: La montaña sagrada, El topo, Fando y Lis, y Santa sangre, que se exhibirá en este recinto hasta el 15 de julio. Cintas que el propio cineasta considera "muy mías".
Sicomagia, sicogenealogía, sicochamanismo, palabras que parecen exóticas, pero no lo son tanto si se nombra como referencia a Alejandro Jodorowsky Prullansky (Chile, 1929), quien es actor, director (de cine y teatro), escritor, creador de cómics, tarólogo y terapeuta. Para muchos de sus seguidores, Jodorowsky es un sensei contemporáneo, un alquimista moderno. Sus obras, complejas y extrañas, son aduladas u odiadas. Algo que inspira al autor es la energía que mueve a los humanos.
Hay un misterio en el humano y es que antes de nacer fuimos algo, como algo seremos después de morir. Y eso supone una energía, afirmó Jodo. Por eso, "los humanos tenemos un destino y otro que creamos. Hay veces que uno dice: para qué voy a ese sitio, cuando en realidad está marcado que tenemos que estar ahí", comentó a La Jornada, enfatizando en la forma en que se dio la charla: a través del altavoz de un teléfono celular en medio del conglomerado Aeropuerto Internacional de Cancún, donde la estridencia sonora fue el contexto en el que se dieron los comentarios del creador de la sicogenealogía.
Los cinéfilos de lo gore desearían ver otra locura fílmica del autor chileno. Lo del proyecto de la película que filmará con el roquero, escritor y ahora artista plástico Marilyn Manson sigue en pie, "pero uno se demora en hacer un proyecto de cine porque cuesta recabar el dinero para producir. Las películas son un deporte muy caro y, más aún, los productores se atemorizan por el hecho de organizar los dineros de una cinta. Pero siguen entusiasmados no sólo Marylin Manson, sino también (el actor estadunidense) Nick Nolte y (el español) Santiago Segura. Habría que hacerla en digital, porque ahora así debe ser, las películas de autor ya no las puedes filmar en Panavisión, ya no se puede pagar eso".
¿Por qué el cine de autor ya no le interesa a las industrias?
Por ejemplo, las dos grandes armas que tiene Estados Unidos son sus bombas atómicas y el cine. Y ellos están por todos lados. Con eso conquistan al mundo. Entonces, al cine autónomo no lo toleran.
En su etapa en nuestro país, ¿fue apoyado por la industria fílmica mexicana?
No, es que no entendían mi cine, y me querían matar. Me amenazaban de muerte de verdad. Una vez me pusieron una pistola en el pecho diciéndome: para de filmar o te mato. Y no les mostraba verdades, como se ha dicho, creo más bien que los sorprendía, porque estaba como 30 años adelantado, no podían comprender. Luego me acusaron de hacerle una misa negra a la Guadalupana... eran sus delirios.
Algunos personajes de sus obras son seres evocados, como una cirquera que cuelga del cabello en la película Santa sangre, es su padre, como él ha dicho.
"Un artista siempre se basa en lo que ha vivido. Los personajes son imaginarios, pero siempre se hace referencia a cosas reales. O sea que mi padre comenzó a colgarse del pelo en el circo en el que trabajaba, y era el único hombre que lo hacía. Santa sangre y su mundo de circo tienen mucho que ver con mi infancia, conocí ese mundo de cerca. Lo que se imagina uno es realidad pura después."
Jodorowsky ha investigado y leído de todo: tarot, cábala, alquimia, el taoismo, hinduismo... lo consideran ahora un maestro. Van a verlo al Cabaret Mystique, en París, donde reside, budistas, cabalistas, gente de grupos surrealistas, sicoanalistas... sólo para hablar con él e intercambiar ideas. "He estudiado mucho, pero cuando aceptas morir ya no necesitas de ningún libro más... el cuerpo nunca acepta morir. Al sabio más grande lo amenazas con un cuchillo y se pone pálido, porque el cuerpo quiere estar vivo, el espíritu es el que aprende a morir, lo acepta. Yo ya he aprendido a morir espiritualmente".
Alejandro Jodorowsky fundó, junto con el escritor y dibujante francés Roland Topor y Fernando Arrabal, el grupo Pánico, caracterizado por la utilización del humor negro. Crearon piezas teatrales, performances y películas. Jodorowsky ha dicho que el movimiento pánico era un acto individual de revolución contra el surrealismo, una crítica al mundo, que era una gran broma para reírse de la nueva filosofía francesa de ese entonces.
El autor ha insistido en que los periodistas deben tener un sentido más espiritual y ético, es que "todas las noticias son tan terroríficas y angustiosas. Yo leo cinco diarios para ver una noticia buena, pero no las hay, porque el periodismo es una industria que funciona con las malas nuevas, que venden mucho; las buenas no venden. Los medios de comunicación están creando enfermedades en el mundo, provocando tragedias. Los periodistas deberían tener una escuela de ética. Debería de ser un oficio sagrado. La información debe de tener una base humanística, no puede ser lanzada como arma mortal".
Actualmente monta una obra de nombre Sueño sin fin, en la que el actor principal es su hijo Brontis. "Ya tiene 40 años, no es el mismo pero es un actor genial".
Por lo pronto, Jodorowsky pide a sus seguidores que no olviden su libro Albina y los hombres perro, que "es una novela que quiero mucho, pero que poca gente lee porque es muy rara, es mi pobrecita novela que pocos leen".
Cuando se le menciona la palabra México le evoca "el restaurante Las cazuelas, en el centro; lo extraño porque comía maravillosamente, detrás de la Catedral".