Uno de los más importantes realizadores del cine argentino, Demare se inicia en España, donde intervino como actor e intérprete en el filme Boliche. Al estallar la guerra civil regresa a Argentina y comienza dirigiendo al cómico Pepe Iglesias en Dos amigos y un amor (1937). Luego realizó el montaje de un filme de Enrique de Rosas y dirigió algunas películas menores, hasta consagrarse en Chingolo (1940), personaje de la fauna porteña magníficamente interpretado por Luis Sandrini.
El cura gaucho (1941) marcó en su carrera el primer contacto con el gran actor Enrique Muiño, junto a quien fue uno de los fundadores de Artistas Argentinos Asociados.
En los distintos géneros que abordó, imprimió su sello de compromiso temático: desde Los isleros (1950) hasta la magnífica Hijo de hombre (1960), pasando por Después del silencio (1956), filme antiperonista y de gran repercusión popular, la comedia costumbrista Mercado de Abasto (1954), el drama social folclórico Zafra (1958), o el documento socio-testimonial Detrás de un largo muro (1957).
Dueño de una filmografía de ricas proyecciones, basada generalmente en la exaltación del héroe anónimo, Demare se preocupó siempre por recrear la realidad argentina.
Su último filme, Hombres del mar (1976), lo realizó en Venezuela.