De formación autodidacta, sus primeros trabajos registrados en la industria del cine los hace en las cintas de Ismael Rodríguez Así era Pedro Infante (1963), como responsable de la continuidad; El niño y el muro (1964), como asistente de dirección y Autopsia de un fantasma (1966), como colaborador en el argumento y el guión.
Después colabora como guionista, productor y asistente de dirección en la realización de varios filmes de destacados directores mexicanos.
A partir de 1972, con su ópera prima La yegua colorada, forma un exitoso dúo profesional con Antonio Aguilar, en la que Hernández, como director, guionista y argumentista, y Aguilar, como actor, productor y ocasional escritor y adaptador, filman más de 30 películas, la mayoría melodramas rurales basados en la vida de héroes revolucionarios, personajes históricos o bandoleros justicieros, entre las que destacan Peregrina (1973), La muerte de Pancho Villa (1973), Benjamín Argumedo (1978), Los gemelos alborotados (1981), El Rey de Oros (1984), Astucia (1985), Zapata en Chinameca (1988), Triste recuerdo (1990) y La sangre de un valiente (1992), cintas que consolidan la enorme popularidad de Aguilar y en las que Hernández demuestra solvencia técnica.
Asimismo, a principios de los 80, con Aguilar como productor y con guiones de Xavier Robles, dirige ¡Que viva Tepito! (1980), Las noches del Blanquita (1981), en la que son coguionistas Hugo Argüelles y Margo Su, y Noche de Carnaval (1981), tres melodramas populares con intenciones de crítica social que gozan de buena taquilla y aprecio de la crítica, logro que renueva, con Francisco Sánchez como guionista, con El tonto que hacía milagros (1982), entre otras. Ese mismo año, con la colaboración de Luis Mariano Salinas, dirige el largometraje documental de montaje Viva México y sus corridos, en el que se incluyen escenas de las anteriores películas de Antonio Aguilar.
También incursiona en la industria del videohome con Entre vecino te veas (1987) y La insaciable (1990). Después de filmar La señorita (1993), producción de Televicine con Jacqueline Andere, y Dos Gallos de oro (1994), otro melodrama campirano, y en la TV hace algunas adaptaciones para telenovelas. En fechas recientes se dedica a la adaptación de la novela Los bajos fondos, para retornar a la dirección fílmica.
He is a self taught filmmaker; his first works in the cinematographic industry were in the films by Ismael Rodríguez, Así era Pedro Infante (1963), where he was responsible for script continuity; El niño y el muro (1964), as assistant to the director and Autopsia de un fantasma (1966), in which he collaborated with the plot and the script.
Later, he collaborated as script writer, producer and assistant to the director in the making of various films by outstanding Mexican directors.
From 1972 on, with his first author’s work, La yegua colorada, he forms a successful professional pair with Antonio Aguilar, in which Hernández acts as director, script writer and scenarist, and Aguilar acts as actor, producer and occasionally writing or adapting pieces for the cinema; together they made more than 30 films, most of them rural melodramas based on the lives of revolutionary heroes, historical characters or righteous bandits, among which the most outstanding are Peregrina (1973), La muerte de Pancho Villa (1973), Benjamín Argumedo (1978), Los gemelos alborotados (1981), El Rey de Oros (1984), Astucia (1985), Zapata en Chinameca (1988), Triste recuerdo (1990) and La sangre de un valiente (1992), films which consolidate the huge popularity of Aguilar while Hernandez proves his technical reputation.
Likewise, at the beginning of the 1980´s, with Aguilar as producer and scripts by Xavier Robles, he directs ¡Que viva Tepito! (1980), Las noches del Blanquita (1981), in which Hugo Argüelles and Margo Su are co-script writers, and Noche de Carnaval (1981), three popular melodramas with intention of social criticism which were box-offices successes and highly praised by the critics. This achievement is renewed with Francisco Sánchez as script writer in El tonto que hacía milagros (1982), among others. The same year, with the collaboration of Luis Mariano Salinas, he directs the documentary feature film Viva Mexico y sus corridos, in which scenes from previous films by Antonio Aguilar are included.
He also explores the home video industry with Entre vecino te veas (1987) and La insaciable (1990). After he made La señorita (1993), a Televicine production with Jacqueline Andere, and Dos Gallos de oro (1994), another rural melodrama, and in TV he makes adaptations for soap operas. Recently, he has been involved in the adaptation of the novel Los bajos fondos, in order to retake film direction.