Director, productor, guionista, montador y compositor. Nació el 13 de febrero de 1946, en la ciudad de Río de Janeiro. Considerado uno de los líderes del movimiento del Cine Marginal de Río de Janeiro. Desarrolló un estilo propio de hacer películas los cuales no siguen una narrativa convencional y tienen un movimiento de cámara incomparable. Su obra es principalmente influenciada por Orson Wells y Jean-Luc Godard.
Cara a cara (1967) es bastante marcado por las preocupaciones y la estética del Cinema Novo, en especial por Tierra en Transe (1967, Glauber Rocha). En 1969, dirige El Ángel Nació y Mató la Familia y Fue al Cine en los cuales la ruptura y la distancia con Cara a cara son grandes. La fragmentación narrativa es acentuada y la preocupación con la representación de la historia es abandonada. El universo ficcional es elaborado en proximidad con la banalidad de la vida de los personajes, no constituyéndose a partir de la intriga.
Bressane funda, en 1970, en Río de Janeiro, juntamente con Rogério Sganzerla, la productora de vida efímera Belair, que produjo seis largometrajes en tres meses de existencia. En Belair, Bressane dirigió Barão Olavo, el Horrible (1970), Familia del Barulho (1970) y Cuidado, Madame (1970). A causa de persecuciones políticas, el cineasta abandona Brasil en marzo de 1970, llevando los negativos de Cuidado, Madame para Europa, donde termina el montaje y el revelado.
Bressane queda exiliado tres años en Londres, donde realiza Amor Loco (1971), Memorias de un Estrangulador de Loiras (1971) y Lágrima Pantera (1971, filmado en Nueva York). Pasa también un tiempo en Marruecos, dirigiendo La Fada del Oriente (1972). En 1972, viaja de coche hasta el extremo oriente; escenas de este viaje pueden ser vistas en El Monstruo Caraíbas (1975).
La búsqueda de lo nuevo y el rechazo a la concesiones son rasgos determinantes de la obra de Júlio Bressane de 1975 a 1980. Aquí, lo que sorprende y garantiza lugar de destaque para el cineasta es la regularidad de la producción, junto a la deliberada postura de permanecer de espaldas.
Después de la fase más aguda del Cine Marginal, Bressane filma El Rey del Barajo (1974), El Monstruo Caraíbas (1975), Agonía (1977), El Gigante de América (1980), Cine Inocente (1980), Tabú (1982) y Brás Cuba (1985). Estas son obras que muestran una relación con la práctica cinematográfica equivalente al más libre trabajo poético de otras áreas artísticas, centralizando la experimentación y el cuestionamiento del lenguaje.
El cine como moderno juego de sombras, las aproximaciones de la imagen cinematográfica con la pintura y la poesía, la revelación incesante del proceso de filmación, la disolución completa de la estructura narrativa clásica permean el cine de Bressane. En Tabú hay una madurez de un creador que no retrocedió un milímetro en sus concepciones estéticas, aún producido con recursos del Estado. El cineasta vuelve a trabajar la magia del cine, utilizando viejos recursos - como cortes desconcertantes o la exposición del director batiendo claqueta - pero revela una profundidad plástica, obtenida con movimientos de cámara.