Alejandro García Wiedemann cuenta con una fructífera y reconocida carrera como director de fotografía a lo largo de 16 años tanto en el cine venezolano, en cortos y largometrajes, como en la televisión. El Premio Especial del Jurado a la Mejor Fotografía por el largometraje Caracas, Amor a muerte (Gustavo Balza, 1999) en San Juan Cinemafest, Puerto Rico; el de Mejor Fotografía, de la Casa del Artista de Venezuela, por el largometraje para la televisión Sucre (Alidha Avila); o el de Mejor Fotografía Primer Festival de Cine Venezolano, Mérida, por el cortometraje Pillos, confirman el talentoso hacer de este joven ahora convertido en realizador.
Egresado de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba, este Director de Documentales y Publicidad realiza su primer cortometraje como realizador, El otro (2005), que fuera finalista del Notodo Film Fest (España) y Seleccionado oficialmente en el San Diego Latino Film Festival (Estados Unidos).
Plan B (2006) es su primer largometraje donde además funge como guionista y productor ejecutivo. Alejandro García Wiedemann expone cómo surgió la idea del filme: "Un buen día mis amigos empezaron a emigrar. Al principio uno que tenía familia en el extranjero, otro que se quedó sin empleo y decidió probar suerte en España; uno que consiguió trabajo en Miami, otro que buscó y obtuvo una beca.
"Así, poco a poco, la mayoría de mis amigos se fueron del país. A cada uno de los que se fueron, les pregunté: ¿por qué te quieres ir del país?
"Todos, a su manera, me contestaron lo mismo: el futuro incierto en una Venezuela en pleno proceso revolucionario, la inseguridad, la crisis económica de la clase media.
"Todos estaban convencidos de que en otro país les iría mejor, que ganarían más dinero, que eventualmente comprarían casa y carro, que allá tendrían más oportunidades y un futuro promisor. Entonces les pregunté: ¿Te irías si tuvieses un millón de dólares? Lo curioso es que casi todos coincidían en que con esa cantidad de dinero se quedarían en el país. Y así surgió la idea de Plan B.
"¿Por que te quieres ir del país?¿Que estarías dispuesto a hacer por un millón de dólares?
"Dentro de este marco quise crear un universo manejando algunos estereotipos representativos de la clase media venezolana, seis personajes con visiones y metas diferentes: La que está dispuesta a todo con tal de irse del país. El que no tiene nada que perder y busca el atajo, 'como va viniendo, vamos viendo'. El trabajador frustrado, cansado de su lucha por sobrevivir y dispuesto a arriesgarlo todo. Un guardaparques responsable e idealista, un policía corrupto y un intelectual convencido de que cada quién tiene lo que se merece. Y entre ellos, un botín de un millón de dólares.
"Plan B es un thriller, una película de acción, traición y venganza pero a la vez, es una reflexión sobre la moral y hasta dónde el dinero puede doblegarla.
"Esta película fue pensada y diseñada para ser filmada con bajo presupuesto, 16mm, luz natural, seis actores principales, el cerro El Ávila como locación protagónica, equipo mínimo, mucho ensayo, pocas tomas y mucha mística y cariño por parte de todo el personal quienes en su mayoría tuvieron la oportunidad de debutar en cargos de mayor rango y dar lo mejor de sí.