Nace en Lima, en 1942. Miembro del Grupo Chaski, junto a Alejandro Legaspi, Stefan Kaspar, Rene Weber, Oswaldo Arpio, María Barera y Susana Pastor. El grupo Chaski se dio a conocer con el documental Miss Universo en el Perú, realizado en 1982, el cual contrastaba la frivolidad del concurso de belleza con la depresiva situación social del Perú. El grupo se dedicó a la difusión de obras propias o ajenas, nacionales e internacionales pero lo más importante fue que produjo sus propios cortos y largometrajes. Entre los cortos se destacaron Retratos de supervivencia, un grupo de trabajos que logró retratar la forma en que los peruanos sobrevivían a la crisis económica y social en el Perú.
Gregorio (1984) y Juliana (1989), fueron filmes de este grupo que se hicieron siguiendo métodos de trabajo colectivo. Ambas fueron responsabilidad de un comité de dirección que se distribuyó las tareas en el rodaje. Fernando Espinoza trabajó como director escénico, asumiendo la dirección de actores. Estos dos filmes contaban las peripecias urbanas de un grupo de niños abandonados material y afectivamente, que se ven obligados a sobrevivir con empleos ocasionales, hurtos y otras fechorías típicas de la picaresca del cine peruano. Ambos filmes buscaban despertar la compasión del espectador y al mismo tiempo crear filmes sociológicos de denuncia social.
Gregorio acuñó una imagen de Lima como una capital abigarrada, ruidosa, contaminada e implacable. La fotografía de hizo uso del Tele objetivo y el zoom que producía un efecto de distanciamiento. Siguiendo el análisis del ensayista Ricardo Bedoya, la película mezclaba la más pura ficción con el docudrama, en un estilo cercano al más puro neorrealismo.
Juliana, en contraposición con Gregorio, escogió el género del melodrama para contar la historia de una niña que se disfraza de varón para unirse a los pillos de la calle. La conjunción de la picarezca y el melodrama recordaban el universo de Dickens en obras como Oliver Twist. Ambas películas se contraponen, la primera más apegada al realismo documental, la segunda ofreciendo una visión más subjetiva que no excluía la imaginación y la fantasía, por lo que se ha establecido un paralelismo entre Gregorio y El limpiabotas (de Sica, 1940) y entre Julina y Milagro en Milán (1950), como dos momentos del propio de Sica.
Fernando Espinoza born in 1942 in Lima, was member of the Chaski Group (Grupo Chaski) side by side with Alejandro Legaspi, Stefan Kaspar, Rene Weber, Oswaldo Arpio, María Barera y Susana Pastor.
The Chaski Group became known by the documentary Miss Universo en el Perú, filmed in 1982, which contrasted the triviality of a beauty contest with the depressive social situation in Peru. The Chaski Group also promoted its or others works, both national or foreign in poor neighbourhoods or in the rural areas. But most remarkable of all was that it produced its own short and feature films. Among its short films stood out Retratos de supervivencia, a set of work that managed to portray the way Peruvian survived to the economic and social crisis.
Gregorio and Juliana told the story of a group of abandoned children, both in a material and affective way who are obliged to survive by occasional works, thefts, and other misdeeds, characteristic of the picaresque genre in the Peruvian Film. Both movies tried to attract the spectators´ compassion and at the same time to create sociological films of social denunciation.
Gregorio established an image of Lima as a motley, noisy, polluted, relentless capital. The photography used the telelens and zoom that creates an effect of estrangement. According to the Peruvian scholar Ricardo Bedoya the film mixed the most traditional of fictions with the docudrama in an aesthetic close to the most pure neorrealism.
Juliana, directed together with Fernando Espinoza, in contrast with Gregorio, chose the genre of melodrama, to tell the story of a girl that cross-dresses herself as a boy to join the street rascals. This mixture of picaresque genre and melodrama remembered the Dickens´ universe of works as Oliver Twist. Both films complement each other, the first one close to documentary realism, the later offering a more subjective vision that did not exclude elements of imagination and fantasy, hence that a parallelism has been establish between Gregorio and the de Sicas´ Shoe Shine (1946), and Juliana and Miracle in Milan (1950), also a film by de Sica.