Nace el 27 de agosto de 1913. Trabajó en el grupo Prometeo, dirigido por Francisco Morín con Sangre verde, de Giovanninetti (1957).
Participó en las primeras puestas del Grupo Teatro Estudio; actuó en “El alma buena de Se Chuan” (1959) y dirigió “Corazón Ardiente”, de J. Patrick y “El aniversario”, de Antón Chéjov (1960).
Directora en el CDN de La santa, de E. Manet (1964); Misa de gallo, de P. Karvas (1964); Réquiem por Yarini, de Carlos Felipe (1965) y del Taller Dramático (1965-1968) Las brujas de Salem, de Arthur Millar (1968).
En noviembre de 1968 fundó en la zona montañosa central del país, junto a su hijo Sergio Corrieri, la agrupación Teatro Escambray, para la que escribió El juicio (1972) dirigiendo algunas investigaciones sociales del grupo, que culminaron en nuevos títulos como La familia de Benjamín García, de Gerardo Fernández (1985).
En el Escambray junto a un grupo de seguidores protagonizaron una experiencia inusitada, un teatro polémico, contestatario, que nacía, se definía y redimensionaba al calor de los problemas y expectativas del campesinado al que estaba destinado, un público que nunca había asistido a una representación teatral y que se ve convertido de pronto en protagonista, actor y espectador simultáneamente de lo que ocurría en escena.
Participó en el tercer episodio del filme cubano Historias de la Revolución dirigido por Tomás Gutiérrez Alea en 1960 y en la segunda historia de Lucía dirigida por Humberto Solás en 1968.
En 1988 recibió la Orden Félix Varela.
Falleció en La Habana el 9 de noviembre de 1989 después de marcar su impronta en la práctica del Teatro Escambray.