El más famoso y reconocido de los artistas de la animación en Argentina, luego del cambio de siglo, ha sido José Luis Massa, quien volvió a demostrar, entre los años 2000 y 2006, que los países tercermundistas podían perfectamente, en la búsqueda y consecución de una imagen audiovisual que los represente y distinga, acceder a la realización de animados de alto nivel profesional y perfectamente populares.
Resultado de la alianza entre dos de las más poderosas firmas productoras argentinas, Patagonik y Telefe, Patoruzito, de 2004, fue el primer y más definitivo éxito en la carrera de Massa, que incluía, por solo mencionar sus trabajos en Argentina, Chiquititas, rincón de luz (2001) y Un hijo genial (2003). Patoruzito retomaba la clásica historieta homónima, de Dante Quintero, en la cual se relataban anécdotas en relación con la historia de los indios tehuelches, encabezados por el valiente cacique Patoruzito. De solo hacer alusión a la sinopsis, salta a la vista la muy fuerte raigambre nacionalista, similar a la que exhiben series animadas como la francesa sobre los antiromanos Asterix y Obelix, o la cubana protagonizada por el valiente mambí Elpidio Valdés, azote de los colonialistas españoles.
La trama de Patoruzito comienza en un reino lejano, cuando los Patoruzek deciden instalarse en la Patagonia, y continúa años después, cuando el valiente Patoruzito, un niño tan fuerte como valiente, debe demostrar que es merecedor del título de cacique. Acompañado de su fiel potro Pamperito, y de su simpático padrino Isidorito, el pequeño héroe emprende fabulosas peripecias en las que no faltarán el enfrentamiento con las trampas de los villanos, que quieren impedir la coronación. Con valor, nobleza y sabiduría, el cacique superará las pruebas y demostrará que un buen corazón es más poderoso que cualquier arma.
Patoruzito representó un loable esfuerzo del audiovisual argentino por ponerse al día en materia de animación digital, la técnica que centraliza casi todas las grandes obras animadas luego de los años noventa. En abril de 2006, Massa y su equipo de colaboradores ponía a punto Patoruzito 2: la gran aventura, un proyecto muy ambicioso, con la productora Indiecito, que se formó en noviembre de 2004 con la finalidad de cuidar más a los personajes y darles perfecta continuidad. El nuevo animado conllevó jornadas de 16 y 18 horas diarias, de unas 115 personas, entre dibujantes y expertos en lo digital, para darle continuidad a la historia del cacique, quien ahora llega a Buenos Aires, para representar al pueblo tehuelche, en un gran desfile, pero se tiene que enfrentar con la bruja Jiuma, que desea convertirse en la hechicera más poderosa de todas, y mantiene prisionera a Limay, la última de las hadas.
La productora Indiecito, formada por José Luis Massa, le permitió a los dibujantes observar los rasgos de los personajes, aprender nuevas técnicas y familiarizarse con el estilo de Massa, quien consiguió formar un equipo donde se combinaron creadores de mayor y de menor edad, pero que contaba, eso sí, con los principales expertos de la animación argentina: Alberto Grisolia, que es el director de animación de Patoruzito 2, Edgar Simkin, director de arte digital, y Néstor Taylor, diseñador de escenarios. Entre los proyectos de la productora Indiecito, se cuentan la producción de Isidorito (2007), y como objetivo final, Patoruzú, película completamente en 3D. También enfrentarán una tira diaria de Patoruzito para la señal Cartoon Network.